“¿En qué debo centrarme?”, Mi llamamiento como asesora o especialista de las Mujeres Jóvenes, 2020.
“¿En qué debo centrarme?”, Mi llamamiento como asesora o especialista de las Mujeres Jóvenes.
Mi llamamiento como asesora o especialista de las Mujeres Jóvenes
¿En qué debo centrarme?
“Primero, en el centro de todo lo que hacemos en las Mujeres Jóvenes está nuestro deseo de ayuda[r] [a las mujeres jóvenes] a lograr una fe inquebrantable en el Señor Jesucristo, y un conocimiento certero de su identidad divina como hijas de Dios […].
“… Conocer [s]u identidad y [s]u propósito [les] ayudará a ajustar [s]u voluntad a la del Salvador.
“Tendrá[n] paz y guía a medida que siga[n] a Jesucristo” (Bonnie H. Cordon, “Hijas amadas”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 67, 68).
Recuerde que el programa de las Mujeres Jóvenes es un programa dirigido por las jóvenes y apoyado por los adultos.
“Líderes adultas, hagan que el llamamiento de las presidencias de clase sea una prioridad y luego lideren codo a codo con ellas, asesorándolas y guiándolas a fin de que puedan tener éxito […]. Permanezcan cerca de ellas, pero no asuman el control. El Espíritu las guiará a ustedes conforme ustedes las guíen a ellas” (Bonnie H. Cordon, “Hijas Amadas”, pág. 69).
Liderar y enseñar a la manera del Salvador
Usted es una discípula de Jesucristo. El discipulado implica orientar, amar, enseñar, guiar y prestar servicio a los demás. El presidente Henry B. Eyring enseñó: “Se le ha llamado para representar al Salvador. Cuando usted testifica, su voz es la de Él; sus manos que auxilian son las de Él” (“Elévense a la altura de su llamamiento”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 76).
Consulte el Manual General, 4.2 para conocer los principios de liderazgo; consulte también 13.4 para obtener información sobre las reuniones de consejo de maestros.
Facultar a las Mujeres Jóvenes para que sean líderes
“Mis amados jóvenes hermanos y hermanas, ustedes están entre lo mejor que el Señor jamás ha enviado a este mundo. ¡Ustedes tienen la capacidad de ser más inteligentes y sabios y tener un impacto más grande en el mundo que cualquier generación anterior!” (Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para jóvenes, 3 de junio de 2018, ChurchofJesusChrist.org).
El programa de las Mujeres Jóvenes es único. No es un programa dirigido por los adultos con la participación de las jóvenes, sino más bien un programa dirigido por las jóvenes con apoyo de los adultos. El Señor confía en estas jóvenes líderes y nosotros también debemos hacerlo. El presidente Russell M. Nelson nos ha dado este mandato: “… [T]enemos que dejar que los jóvenes lideren, particularmente aquellos que han sido llamados y apartados para servir en las presidencias de clase y de cuórum. Se les habrá delegado la autoridad del sacerdocio y aprenderán cómo recibir inspiración para dirigir su clase o cuórum” (en “Apoyo a Niños y Jóvenes: Una transmisión para padres y líderes”, 6 de junio de 2021, ChurchofJesusChrist.orgcursiva agregada).
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Las jóvenes son llamadas por Dios por medio de las llaves del sacerdocio. Cuando se las aparta, todas las jóvenes miembros de la presidencia de clase actúan con la autoridad del sacerdocio que se les ha delegado (véase Manual General, 3.5).
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Las jóvenes deben ser parte del proceso de revelación. Deben participar en la planificación y ejecución del aprendizaje del Evangelio los domingos, así como del servicio y las actividades. Sus voces deben escucharse en cada consejo.
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Ellas son algunas de las jóvenes más fuertes y valientes que el mundo jamás haya visto, y no deben quedarse sentadas a un lado. Deben sentir que son parte de la importante causa del recogimiento de Israel. Si ellas sienten que no se les tiene en cuenta o que sus contribuciones no importan, puede que lleguen a desentenderse.
Medite las siguientes preguntas:
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¿Puede pensar en ocasiones en las que el Salvador haya guiado a Sus discípulos para prepararlos para sus funciones de liderazgo? ¿Qué aprende de Él?
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¿Cómo guio Moroni al joven José Smith?
Ayudar a los jóvenes a participar en la obra de salvación y exaltación
Los jóvenes han sido llamados por un profeta de Dios para alistarse en el batallón del Señor y participar en el recogimiento de Israel (véase Russell M. Nelson, “Juventud de Israel”). Lea Doctrina y Convenios 64:33–34. ¿De qué se trata esta “gran obra” de la que habla el Señor? El Manual General, 11.2 define esta obra como la obra de salvación y exaltación. Es sencillamente vivir, cuidar, invitar y unir:
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Vivir el evangelio de Jesucristo (véase Manual General, 11.2.1, 16)
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Cuidar de los necesitados (véase Manual General, 11.2.2, 21)
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Invitar a todos a recibir el Evangelio (véase Manual General, 11.2.3, 23)
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Unir a las familias por la eternidad (véase Manual General, 11.2.4, 25)
Las jóvenes comparten esta obra con la Sociedad de Socorro y el cuórum de élderes. Para ayudar a llevar a cabo la obra de salvación y exaltación, las presidencias de clase trabajan bajo la dirección del obispo.
Comprender el programa Niños y Jóvenes
Así como necesitamos herramientas para arreglar un automóvil o para plantar y cosechar un huerto, necesitamos herramientas que nos ayuden a llevar a cabo la obra del Señor. El programa Niños y Jóvenes es nuestra herramienta para ayudar a los jóvenes a llevar a cabo la obra de salvación y exaltación.
El propósito del programa Niños y Jóvenes es fortalecer la fe en Jesucristo y ayudar a los jóvenes y a sus familias a progresar a lo largo de la senda de los convenios. Este programa es apoyado por la Iglesia, donde lideran las presidencias de clase, pero centrado en el hogar, donde lideran los padres (véase Manual General, 2.2). El programa Niños y Jóvenes es más que un ejercicio para fijar metas; ayuda a los niños y a los jóvenes a aprender a vivir por revelación, a esforzarse por llevar a Jesucristo al centro de sus vidas y a crecer espiritual, social, física e intelectualmente (véase Lucas 2:52). Al hacerlo, aprenderán a vivir el Evangelio con gozo todos los días.
Este crecimiento ocurre en tres áreas:
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El aprendizaje del Evangelio (véase Manual General, 11.2.1.2)
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El servicio y las actividades (véase Manual General, 11.2.1.3)
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El desarrollo personal (véase Manual General, 11.2.1.4)
Para aprender más acerca del programa Niños y Jóvenes, repase una o todas las siguientes opciones:
Emblemas de pertenencia
Los símbolos son una parte importante de nuestro aprendizaje del Evangelio. Los emblemas de pertenencia del programa Niños y Jóvenes son símbolos del progreso en la senda de los convenios. Ya en 2018, el presidente Russell M. Nelson extendió una invitación especial a los jóvenes a estar anhelosamente consagrados a la obra de salvación y exaltación. Estos emblemas les ayudarán a recordar su importante función en esta obra.
El año en que cumplen doce años, las mujeres jóvenes recibirán una funda para la recomendación para el templo y un medallón con una gema.
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El medallón tiene una imagen del templo, que representa el recogimiento de Israel y la unión de las familias para siempre.
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La gema del colgante refleja la luz, lo cual representa la oportunidad que tienen las mujeres jóvenes de compartir la luz de Dios al vivir el Evangelio, ayudar a unir a las familias y servir a los demás.
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El propósito de la funda para la recomendación para el templo es tener una recomendación individual para efectuar bautismos y confirmaciones por representante como recordatorio de la importancia de vivir dignas de entrar en el templo.
En el año en el que cumplen dieciocho años, las mujeres jóvenes recibirán un colgante que se puede agregar a la cadena con el medallón. El colgante está rodeado de una imagen del templo para recordar a las jóvenes los convenios que han hecho.
Durante el año en que una mujer joven cumpla 18 años, tendrá la oportunidad de recibir un emblema de logro: la estatua de cristal del Christus, un recordatorio para seguir siendo más como Jesucristo a lo largo de su vida. La estatua del Christus es entregada personalmente por el obispo a la joven al final de su experiencia con las Mujeres Jóvenes (véase Manual General, 11.6.3).
Los emblemas de logro se entregan a los jóvenes que están progresando para llegar a ser más como el Salvador al esforzarse actualmente por:
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Estudiar las Escrituras y orar a diario.
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Ser dignos de una recomendación de uso limitado para el templo.
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Participar en las reuniones dominicales, el trabajo del cuórum o de la clase y Seminario.
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Trabajar en metas en cada aspecto de crecimiento.
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Prestar servicio a otras personas de una manera personal y significativa, lo que podría incluir un proyecto de servicio.
Los nuevos conversos, aquellos que no han estado participando en Niños y Jóvenes o en la Iglesia de forma activa y quienes no son miembros de la Iglesia pueden recibir los emblemas de logro el año en que cumplan dieciocho años si están trabajando actualmente de forma activa a fin de desarrollar estos modelos de discipulado.
Los jóvenes deberían descubrir, planificar, actuar y reflexionar sobre sus metas individuales de crecimiento personal (espiritual, social, físico e intelectual). Las actividades en todos estos aspectos —entre ellas la Iglesia, la escuela, las amistades, los deportes, el arte, el trabajo y los intereses individuales— pueden ayudar a los jóvenes a seguir a Jesucristo y llegar a ser más como Él.
Se insta a los jóvenes a centrarse en al menos dos metas de cada uno de los cuatro aspectos cada año. Ellos establecen sus propias metas y llevan un control de su propio progreso. Algunos tal vez deseen utilizar NiñosyJóvenes.LaIglesiadeJesucristo.org o la aplicación Vivir el Evangelio.