Para el mentor

Se le ha asignado para ayudar a un exmisionero que acaba de regresar a iniciar una transición exitosa de la vida como misionero de tiempo completo a la vida en casa. Los exmisioneros han tenido muchas experiencias mientras servían como misioneros que les han enseñado a vivir principios como la fe en Jesucristo, el trabajo arduo, la diligencia y el servicio. Como mentor, su función es la de ayudar a este exmisionero a continuar viviendo estos principios.

Durante las últimas semanas de su misión, los misioneros toman un curso en línea llamado Mi plan. Como parte de este curso, establecen metas y elaboran planes que pondrán en práctica una vez que hayan regresado a casa. Después de que los misioneros completan el curso, se envía una copia del plan al presidente de misión y al presidente de estaca y al obispo de su lugar de residencia. Este plan incluye:

Determinar una visión para su futuro de un año.
Establecer metas y elaborar planes sobre cómo ellos se progresarán espiritualmente, servirán a los demás, obtendrán una educación, encontrarán empleo, y cómo saldrán en citas y se prepararán para el matrimonio en el templo.

Como mentor, sus responsabilidades principales son:

Amar, escuchar y apoyar al misionero durante esta difícil transición.
Ayudar al exmisionero a trabajar para alcanzar las metas de su plan, concentrándose en las áreas más relevantes para él o ella, tales como salir en citas para encontrar un cónyuge, procurar educación formal o buscar un oficio para mantenerse a sí mismo y a su familia.
Reúnase con el exmisionero según sea necesario y analice los temas de esta guía.

Para comenzar a cumplir con sus responsabilidades como mentor, pídale al exmisionero una copia de su plan y fijen una cita para reunirse y así revisar juntos los temas de Mi plan que se proporcionan en esta guía. Se le anima a brindar apoyo regular al exmisionero y a contactarlo ya sea en persona o a través de mensajes de texto, llamadas telefónicas o redes sociales.

Cuando se reúnan para analizar alguno de los temas siguientes, comiencen y terminen con una oración. Tomen turnos para leer en voz alta el contenido bajo el encabezamiento “Leer”. Luego analicen las preguntas, completen las actividades y extienda invitaciones bajo la guía del Espíritu y las que estime convenientes. Esta guía pretende ser flexible. En lugar de seguir el bosquejo exactamente, adapte cada reunión a las necesidades del exmisionero.