1 Corintios 15:13–28
“Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos”
Imagina por un momento que Jesucristo nunca hubiera resucitado. ¿Qué significaría eso para el mundo? ¿Y para ti personalmente? ¿Por qué es tan importante la resurrección de Cristo? Cuando los santos de Corinto cuestionaron las verdades sobre la resurrección, Pablo les escribió acerca de lo que la resurrección del Salvador podía significar para ellos. Esta lección puede ayudarte a sentir un mayor amor y aprecio por Jesucristo debido a Su victoria sobre la muerte.
Un día que cambió la historia
El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió una pregunta que investigó en una ocasión. Mira “¡He aquí el hombre!” desde 1:37 hasta 2:31, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, o lee la siguiente declaración.
Hace poco pregunté en internet: “¿Qué día alteró más el curso de la historia?”.
Las respuestas oscilaron desde lo sorprendente y lo extraño a lo esclarecedor y provocador. Entre ellas estaban el día en que un asteroide prehistórico cayó sobre la península de Yucatán; cuando Johannes Gutenberg terminó su imprenta en 1440; y, por supuesto, aquel día de 1903 cuando los hermanos Wright demostraron al mundo que el hombre sí podía volar.
Si se les hiciera a ustedes la misma pregunta, ¿qué contestarían?
(Dieter F. Uchtdorf, “¡He aquí el hombre!”, Liahona, mayo de 2018, págs. 107–108)
-
¿Qué día dirías que alteró más el curso de la historia? ¿Por qué?
El élder Uchtdorf compartió cuál fue el acontecimiento que sintió que más cambió el curso de la historia. Mira “¡He aquí el hombre!” desde 4:20 hasta 4:55 o lee la siguiente declaración.
[A] lo largo de la historia hay muchos eventos que han afectado de manera profunda el destino de naciones y pueblos; pero, aun combinándolos todos, no se comparan en importancia con lo que sucedió aquella mañana de la primera Pascua de Resurrección.
¿Qué hace que el sacrificio infinito y la resurrección de Jesucristo sean el evento más importante de la historia, más influyente que las guerras mundiales, los cataclismos o los descubrimientos científicos que cambian nuestra vida?
(Dieter F. Uchtdorf, “¡He aquí el hombre!”, Liahona, mayo de 2018, pág. 108)
-
¿Por qué crees que la expiación y resurrección del Salvador es el acontecimiento más importante de la historia?
-
¿Por qué es importante la resurrección de Jesucristo para ti?
La resurrección de Jesucristo
Pablo escribió a los santos de Corinto para corregir la falsa creencia que había surgido de que no había una resurrección. A medida que estudies sus palabras, crea un cuadro similar al siguiente para registrar detalles y verdades de las Escrituras, así como las impresiones que recibas del Espíritu Santo. El hacerlo puede ayudarte a entender mejor las Escrituras, tener una experiencia de aprendizaje más poderosa y profundizar tu amor y comprensión por el Salvador y Su victoria sobre la muerte.
1. Dibuja y completa el siguiente cuadro en tu diario de estudio:
Si Jesucristo no hubiera resucitado… |
Debido a que Jesucristo resucitó… |
---|---|
Lee 1 Corintios 15:13–19. Agrega dos o tres enunciados en el lado izquierdo de tu cuadro según lo que aprendas de estos versículos.
-
¿Cuán diferente sería tu vida y la de los demás si Jesús no hubiera resucitado?
Ahora, lee 1 Corintios 15:20–22. Busca lo que sucederá gracias a la resurrección de Jesucristo y agrégalo a la columna derecha del cuadro. Ten en cuenta que “primicias”, en el versículo 20, se refiere a Jesucristo, quien fue la primera persona en resucitar.
-
¿Qué es lo que Pablo recalca que sucederá debido a que Jesús resucitó?
Este pasaje nos ayuda a comprender lo siguiente: Debido a la resurrección de Jesucristo, todas las personas resucitarán. La muerte física viene a todos nosotros como resultado de la caída de Adán y Eva. Jesucristo venció esta consecuencia por todos nosotros como un don gratuito.
Haz una pausa y piensa en lo que este don de la resurrección universal te puede enseñar acerca de Jesucristo.
-
¿Qué es lo que te enseña sobre el Salvador Su victoria sobre la muerte física para todas las personas?
Si es posible, mira “#Aleluya—Un mensaje de la Pascua de Resurrección sobre Jesucristo” (2:13), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org. Busca y anota en la columna derecha de tu cuadro cómo puedes ser bendecido debido a la resurrección del Salvador. “Aleluya” es una expresión que significa “alabad al Señor” (véase Bible Dictionary, “Hallelujah”).
-
¿Qué aprendiste del video que te hace querer alabar al Señor?
Piensa en la pregunta hecha anteriormente en la lección: “¿Por qué es importante para ti la resurrección?”.
-
¿Cómo influye lo que has estudiado hoy en tu respuesta a esa pregunta?
-
¿Cómo imaginas que te sentirás acerca de Jesucristo cuando te dé vida de nuevo a ti y a tus seres queridos?
Lo que significa Su resurrección para nosotros
Los líderes de la Iglesia antiguos y contemporáneos han testificado de lo que significa para nosotros la victoria del Salvador sobre la muerte.
Lee 1 Corintios 15:51–58, Alma 11:42–44 y la siguiente declaración del élder Paul V. Johnson, de los Setenta, cuya hija murió de cáncer. Agrega a tu cuadro los detalles importantes que encuentres. Ten en cuenta que “incorruptibles” (1 Corintios 15:52) significa que continúan para siempre y no se deterioran.
Cada uno de nosotros tiene limitaciones y debilidades físicas, mentales y emocionales; esas dificultades […] al fin se resolverán, y ninguno de esos problemas nos afligirá después de resucitar […].
Sabemos que Él [Cristo] puede hacernos intactos otra vez, sea lo que sea que esté roto en nosotros; sabemos que Él “enjugará toda lágrima… y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor ni dolor” [Apocalipsis 21:4].
(Paul V. Johnson, “Y ya no habrá más muerte”, Liahona, mayo de 2016, págs. 122–123)
Revisa tu cuadro. Reflexiona acerca de cómo lo que registraste influye en tus sentimientos hacia Jesucristo.
-
¿Cómo te ayudó en tu estudio el uso del cuadro?
-
¿Cómo influye lo que registraste en el amor que sientes por el Padre Celestial y Jesucristo, y en el amor que recibes de Ellos?
Para concluir tu estudio, puedes ver “Yo sé que vive mi Señor” (5:25) o leer la letra de “Yo sé que vive mi Señor” (Himnos, nro. 73), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
En la parte inferior de tu cuadro, anota qué fue más significativo para ti de lo que aprendiste o sentiste hoy y por qué.
Opcional: ¿Quieres aprender más?
¿Cómo puede influir en mí el conocimiento del poder de la resurrección de Cristo?
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, explicó:
La promesa de que la resurrección nos dará la oportunidad de estar con miembros de nuestra familia: esposo, esposa, padres, hermanos y hermanas, hijos y nietos, es un aliento poderoso para que cumplamos con nuestras responsabilidades familiares en la vida terrenal. Nos servirá para vivir unidos en amor en esta vida, a la espera de reunirnos con júbilo en la venidera.
(Véase Dallin H. Oaks, “Resurrección”, Liahona, julio de 2000, pág. 19)
Consideren ver “El domingo llegará” (2:31), para escuchar reflexiones adicionales. Este video está disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
¿Cómo nos ayudan la expiación y resurrección del Salvador a afrontar las pérdidas que experimentamos en la vida terrenal?
Mira “Venga lo que venga, disfrútalo” desde 8:23 hasta 9:12, en el que el élder Joseph B. Wirthlin (1917–2008), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explica cómo el Salvador nos ayuda con las pérdidas que experimentamos en la vida terrenal. Este video está disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
[E]l Salvador enmienda todas las cosas. Ninguna injusticia en la mortalidad es permanente, ni aun la muerte, porque Él restaura la vida nuevamente. Ninguna herida, discapacidad, traición o abuso queda sin compensación al final, gracias a Su justicia y misericordia supremas.
(D. Todd Christofferson, “La resurrección de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2014, pág. 112–113)
¿Resucitaremos todos al mismo tiempo?
“Pablo explicó que la resurrección sigue un orden o una secuencia establecida (véase 1 Corintios 15:23) […].
“Jesucristo fue el primero en resucitar. Inmediatamente después de Su resurrección, hubo santos justos que se levantaron del sepulcro (véase Mateo 27:52–53). En la Segunda Venida, la resurrección continuará cuando se levanten otros santos justos que ‘son de Cristo, en su venida’ (1 Corintios 15:23). Mediante la revelación de los últimos días, aprendemos que esas personas heredarán el Reino Celestial [véanse Doctrina y Convenios 76:50–70; 88:97–98]. Entonces vendrá la resurrección de los que recibirán la gloria terrestre [véanse Doctrina y Convenios 76:71–79; 88:99]. Al final del milenio, a estos les seguirán los que heredarán la gloria telestial [véanse Doctrina y Convenios 76:81–86; 88:100–101]. Finalmente, la resurrección llegará a su fin cuando se levanten […] los ‘hijos de perdición’ que no recibirán ningún grado de gloria sino que ‘volverán otra vez a su propio lugar para gozar de lo que están dispuestos a recibir, porque no quisieron gozar de lo que pudieron haber recibido’ [véanse Doctrina y Convenios 76:31–39, 43–44; 88:28–32, 35, 101–2]” (New Testament Student Manual, 2014, pág. 385).
Los espíritus que se rebelaron en la vida preterrenal y no recibieron un cuerpo mortal no estarán entre aquellos que resucitarán (véase Doctrina y Convenios 76:32–39).