Evalúa tu aprendizaje 6
El objetivo de esta lección es ayudarte a evaluar las metas que has establecido y el crecimiento personal que has experimentado durante tu estudio del Nuevo Testamento.
Ama a Dios con todo tu corazón
En tu diario de estudio, dibuja el contorno de un corazón. Dentro del corazón o a su alrededor escribe las cosas que has aprendido sobre el Salvador o sentido por Él y que hayan aumentado el amor que le tienes. Si es posible, pregúntale a un amigo o familiar lo que ama sobre el Salvador y agrégalo a tu lista. Contesta las siguientes preguntas debajo de tu dibujo del corazón.
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¿De qué manera el aprender más acerca del amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ti te ha motivado a tratar de amarlos más?
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¿Cómo te ha ayudado tu comprensión del amor que Ellos tienen por ti a aumentar tu amor por otras personas?
Recuerda que el Salvador enseñó que demostramos amor por Él cuando guardamos los mandamientos (véase Juan 14:15). Jesucristo proporcionó el ejemplo perfecto de mostrar amor al Padre Celestial al obedecer todos los mandamientos (véase Juan 14:31).
Cuando estudiaste Juan 14:15, es posible que hayas escrito en tu diario acerca de tu deseo de guardar los mandamientos y tus motivos o razones para hacerlo. Si es así, repasa lo que escribiste.
La expiación de Jesucristo: ¿Cómo sería tu vida sin ella?
Piensa en lo que has aprendido acerca del sacrificio expiatorio de Jesucristo en el Nuevo Testamento. Medita por un momento en lo que Jesucristo y Su sacrificio expiatorio significan para ti personalmente. Considera cómo sería tu vida sin ninguno de los dos.
Ahora que te has tomado un tiempo para meditar, a fin de registrar algunos de tus pensamientos responde las siguientes preguntas. Incluye detalles significativos en tus respuestas, además de pasajes de las Escrituras sobre el sacrificio de Jesucristo que hayan tenido un impacto en ti.
El presidente M. Russell Ballard, Presidente en Funciones del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
Estamos agradecidos porque Jesucristo valientemente llevó a cabo ese sacrificio en la antigua Jerusalén […]. No obstante, Jesús sufrió voluntariamente a fin de que todos pudiésemos tener la oportunidad de ser limpios: mediante la fe en Él, al arrepentirnos de nuestros pecados, al ser bautizados por la debida autoridad del sacerdocio, al recibir el don purificador del Espíritu Santo mediante la confirmación y al aceptar todas las demás ordenanzas esenciales. Sin la expiación del Señor, ninguna de esas bendiciones estaría a nuestro alcance, y no podríamos llegar a ser dignos y estar preparados para regresar a morar en la presencia de Dios.
(Véase M. Russell Ballard, “La Expiación y el valor de un alma”, Liahona, mayo de 2004, pág. 85)
Compartir las buenas nuevas de Jesucristo
Ahora que has reflexionado sobre la importancia del sacrificio expiatorio de Jesucristo, lee la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson.
… La palabra Evangelio significa “buenas nuevas”. Las buenas nuevas son el Señor Jesucristo y Su mensaje de salvación. Jesús consideraba que el Evangelio incluía tanto Su misión como Su ministerio en la tierra.
(Russell M. Nelson, “Los misioneros mayores y el Evangelio”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 81)