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Mateo 28; Lucas 24; Juan 20


Mateo 28; Marcos 24; Juan 20

Testigos del Salvador resucitado

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María Magdalena se encuentra con el Cristo resucitado

Jesucristo se apareció a muchas personas y grupos luego de Su resurrección. Esta lección puede ayudarte a fortalecer tu testimonio de que el Salvador vive a medida que estudias las experiencias de algunos de estos testigos.

Creer sin ver

Mira la siguiente imagen del Salvador resucitado saliendo del sepulcro. Escribe en tu diario de estudio lo que podrías contarle a alguien que dude de que este acontecimiento tan importante haya ocurrido. ¿Qué relatos de las Escrituras de la resurrección del Salvador podrías compartir con ellos?

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Jesucristo resucitado emerge del Sepulcro del Jardín. Se representa a Cristo saliendo del sepulcro. Se le representa con vestiduras blancas. Cerca de la entrada del sepulcro hay flores.
  • ¿Por qué crees que es importante para el Señor que cada uno de nosotros obtenga su propio testimonio de que Él vive?

Reflexiona sobre tu testimonio de que Jesucristo vive y en cómo serías bendecido al fortalecer dicho testimonio. Estudiar las palabras de aquellos que saben que el Salvador vive puede fortalecer nuestra fe en Su realidad viviente aun cuando las personas a nuestro alrededor duden. Al estudiar hoy, presta atención a las impresiones del Espíritu Santo que confirman la veracidad de estos relatos a tu corazón y a tu mente.

Testigos del Nuevo Testamento

1. Completa lo siguiente en tu diario de estudio:

Estudia al menos uno de los siguientes relatos del Nuevo Testamento de personas que vieron al Salvador resucitado.

  1. Mujeres fieles: Mateo 28:1–10

  2. Dos discípulos en camino a Emaús: Lucas 24:13–35

  3. María Magdalena: Juan 20:11–18

  4. Tomás: Juan 20:24–29

Anota tus respuestas a las siguientes dos preguntas y todo otro pensamiento o impresión que vengan a ti.

  • ¿Qué aprendiste que podría fortalecer tu fe en que Jesucristo vive?

  • ¿Qué aprendiste acerca del Salvador de Su interacción con estas personas?

Otros testigos de las Escrituras

2. Completa lo siguiente en tu diario de estudio:

Tu testimonio del Salvador se puede fortalecer aún más al estudiar sobre otros testigos en otros pasajes de las Escrituras. Estudia al menos uno de los siguientes pasajes de las Escrituras.

  1. Personas de la antigua América poco después de la resurrección del Salvador: 3 Nefi 11:8–17

  2. José Smith y Sidney Rigdon: Doctrina y Convenios 76:19–24

Anota tus respuestas a las siguientes dos preguntas y todo otro pensamiento o impresión que vengan a ti.

  • ¿De qué manera podría lo que leíste fortalecer tu creencia de que Jesucristo vive?

  • ¿Qué nuevas perspectivas adquiriste sobre ese atributo?

Testigos modernos

Otra manera vital de fortalecer tu testimonio de que Jesucristo vive es estudiando los testimonios de testigos “especiales del nombre de Cristo en todo el mundo” (Doctrina y Convenios 107:23) en nuestra época, los Apóstoles ordenados en nuestros días.

Si lo deseas, mira el video “Venid a mí” (desde el minuto 16:18 hasta el 16:47) y el video “El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado” (2:26), ambos disponibles en LaIglesiadeJesucristo.org. O bien, lee las declaraciones del presidente Eyring y del élder Holland, dos testigos modernos de Jesucristo.

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, testificó:

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Retrato oficial del presidente Henry B. Eyring tomado en marzo de 2018.

Yo soy un testigo de la resurrección del Señor con tanta certeza como si hubiera estado aquella noche con los dos discípulos en la casa en el camino a Emaús. Sé que Él vive, con tanta seguridad como lo supo José Smith cuando vio al Padre y al Hijo a la luz de una resplandeciente mañana en la arboleda de Palmyra.

Esta es la verdadera Iglesia de Jesucristo.

(Véase Henry B. Eyring, “Venid a mí”, Liahona, mayo de 2013, pág. 25)

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, testificó:

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Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

… Testifico que Jesucristo es el Hijo literal y viviente de nuestro Dios literal y viviente […]. Testifico que literalmente fue resucitado de la tumba y que, después de ascender a Su Padre para terminar el proceso de esa Resurrección, apareció en varias ocasiones a cientos de discípulos en el Viejo y el Nuevo Mundo. Sé que Él es el Santo de Israel, el Mesías que un día volverá en su gloria final, para reinar en la tierra como Señor de señores y Rey de reyes.

(Jeffrey R. Holland, “El único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien Él ha enviado”, Liahona, noviembre de 2007, pág. 42)

  • ¿Por qué crees que el Salvador nos ha proporcionado testigos modernos además de Sus testigos de la antigüedad?

Tu testimonio

Lee Juan 20:29 en busca de las verdades que Jesucristo le enseñó a Tomás en cuanto a obtener un testimonio.

  • ¿Qué te enseña este versículo sobre el desarrollo de tu testimonio de Jesucristo?

Una verdad que podemos aprender de las enseñanzas del Salvador en este versículo es que somos bendecidos por elegir creer que Jesucristo vive aun cuando no lo hayamos visto.

Agrega tu testimonio personal del Salvador a los testimonios que has estudiado hoy. Como una manera de hacerlo, considera anotar respuestas a preguntas como las siguientes en tu diario de estudio.

  • ¿Qué evidencia has visto en tu vida y en la vida de otras personas de que Jesucristo vive?

  • ¿En qué ocasiones has sentido que el Espíritu Santo te daba testimonio de la realidad de Jesucristo?

  • ¿Qué consejo le darías a alguien que aún no está seguro de si cree que el Salvador vive?

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Por qué había heridas de la crucifixión en el cuerpo resucitado de Jesús?

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, escribió:

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Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

Aun cuando el poder de la Resurrección podría haber restaurado y sanado completamente las heridas de la crucifixión —y sin duda algún día lo hará—, Cristo eligió mantener esas heridas por un propósito, que incluye Su aparición en los últimos días cuando muestre esas marcas y revele que fue herido “en casa de [Sus] amigos” [Zacarías 13:6; Doctrina y Convenios 45:52].

Las heridas en Sus manos, pies y costado son señales de que en esta vida ocurren cosas dolorosas incluso a los puros y perfectos, señales de que la tribulación no es evidencia de que Dios no nos ama. Es un hecho significativo y esperanzador que sea el Cristo herido quien venga a nuestro rescate.

(Jeffrey R. Holland, Christ and the New Covenant, 1997, págs. 258–259)

Juan 20:17. ¿Qué quiso decir el Salvador cuando le pidió a María Magdalena que “no [lo] to[cara]”?

El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:

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Retrato de la cabeza y los hombros del élder Bruce R. McConkie.

La versión del rey Santiago [al igual que la edición Santo de los Últimos Días de la Biblia, versión Reina Valera, 2013] señala que Jesús dijo: “No me toques”. La Traducción de José Smith dice: “No me retengas”. Varias traducciones del idioma griego reproducen el pasaje como “No me sujetes” o “No me retengas”. Algunos lo interpretan como “No me sujetes más” o “No me retengas por más tiempo”. Algunos hablan de dejar de retenerlo o sujetarlo, dando a entender que María ya lo estaba reteniendo. Hay razones válidas para suponer que la idea que el Señor resucitado transmitió a María fue: “No puedes retenerme aquí, porque voy a subir a mi Padre”.

(Bruce R. McConkie, The Mortal Messiah: From Bethlehem to Calvary, 1981, tomo IV, pág. 264)

¿Qué videos están disponibles para ayudarme a visualizar los relatos de las apariciones del Salvador resucitado?

Si lo deseas, puedes mirar los siguientes videos (disponibles en LaIglesiadeJesucristo.org): “Jesús resucita” (4:01)

Cristo se aparece en el camino a Emaús” (3:32)

Bienaventurados los que no vieron y creyeron” (2:26)

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