Seminario
Mateo 13:3–8, 18–23


Mateo 13:3–8, 18–23

La parábola del sembrador

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Tomato seedlings growing in the soil

Jesús enseñó una parábola sobre un hombre que sembraba semillas. Estas semillas cayeron en diferentes tipos de terreno, lo que produjo diferentes resultados. Del mismo modo, aquellos que escuchan la palabra de Dios la reciben de diferentes maneras. Esta lección te ayudará a preparar tu corazón para recibir y nutrir la palabra de Dios.

Prepárate para escuchar la palabra de Dios

  • ¿Por qué crees que algunas personas están más dispuestas que otras a recibir y vivir la palabra de Dios?

Dedica un tiempo para evaluar qué tan dispuesto estás tú a recibir la palabra de Dios. Utiliza esta escala con cada uno de los siguientes enunciados:

Con frecuencia – A veces – Rara vez

Estudio las Escrituras con la intención de aprender y crecer.

Intento notar la influencia del Espíritu en mi vida y seguir las instrucciones que se me dan.

Escucho y obedezco el consejo que brinda el Señor a través de Sus profetas y apóstoles.

Busco fortalecer mi testimonio personal de Jesucristo y Su evangelio.

Ahora que has examinado tu actitud con respecto a la palabra de Dios, estás listo para estudiar la parábola del sembrador. En este parábola, el Señor detalló algunos posibles problemas que podrían impedir que las semillas crecieran, echaran raíz y produjeran fruto. Al igual que con todas Sus parábolas, el Señor utilizó elementos familiares para enseñar lecciones espirituales.

Utiliza el siguiente modelo de cuatro pasos para estudiar la parábola del sembrador. Independientemente de cómo hayas respondido a los enunciados anteriores, esta lección está diseñada con el fin de ayudarte a preparar tu corazón para recibir las bendiciones que el Señor quiere darte. A medida que estudias, busca maneras de tener una experiencia significativa con la palabra Dios.

  1. Busca detalles importantes.

  2. Realiza comparaciones espirituales.

  3. Descubre lecciones valiosas.

  4. Determina la aplicación personal.

Busca detalles importantes

Una manera de visualizar los detalles importantes es dibujar cada parte de la parábola. Divide una página de tu diario de estudio en cuatro secciones. Lee los versículos y haz un dibujo sencillo de lo que se describe.

  1. Mateo 13:3–4

  2. Mateo 13:5–6

  3. Mateo 13:7

  4. Mateo 13:8

Realiza comparaciones espirituales

Lee las explicaciones de Jesús sobre la parábola en los siguientes versículos. Escribe todas las comparaciones que Él hizo junto a tus dibujos.

  1. Mateo 13:19

  2. Mateo 13:20–21

  3. Mateo 13:22

  4. Mateo 13:23

Descubre lecciones valiosas

Para descubrir lecciones valiosas, puede ser útil hacer preguntas que permitan que el Espíritu Santo te enseñe de forma personal. Además de las siguientes preguntas, piensa en otras que podrías hacer.

  • ¿Qué querría el Salvador que yo aprendiera de esta parábola?

  • ¿Por qué querría el Salvador que yo supiera cómo es mi corazón?

También puedes imaginar cómo se podría poner en práctica la parábola en la vida real. Por ejemplo, trata de imaginar cómo las acciones de una persona cuyo corazón es como terreno pedregoso o espinoso podrían ser diferentes de las acciones de una persona cuyo corazón es como buena tierra. A medida que piensas en estas acciones, considera escribir algunas de ellas junto a cada uno de tus dibujos.

  • ¿Qué sugerencias le podrías dar a alguien cuyo corazón es duro, pedregoso o espinoso?

Determina la aplicación personal

Piensa en la condición de tu propio corazón y cuál de los cuatro tipos de terreno te describe mejor. Si la condición espiritual actual de tu corazón no es como quieres que sea, recuerda que puedes cambiar.

Basándote en lo que has aprendido hoy, tómate un minuto para meditar sobre lo que puedes hacer a fin de mejorar la condición de tu corazón.

1. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio:

  • ¿Qué harás para invitar la palabra de Dios a tu corazón?

  • ¿Qué medidas tomarás para mejorar la condición de tu corazón?

  • ¿Qué obstáculos le pedirás al Señor que te ayude a superar?

Opcional: ¿Quieres aprender más?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, dio un mensaje sobre la parábola del sembrador en la conferencia general. Las respuestas a las siguientes preguntas están basadas en sus explicaciones.

¿Qué representan las semillas que “cay[eron] junto al camino”? (véase Mateo 13:4, 19)

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Official Portrait of President Dallin H. Oaks taken March 2018.

… [L]as semillas que “cay[eron] junto al camino” ( Marcos 4:4) no han alcanzado el terreno mortal donde pueden crecer; son como las enseñanzas que caen en un corazón endurecido o sin preparación.

(Véase Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 32)

¿Qué podría causar que el corazón de alguien se encuentre en “pedregales”? (véase Mateo 13:5, 20–21)

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Official Portrait of President Dallin H. Oaks taken March 2018.

Jóvenes […], aquí tienen un ejemplo específico. Si cuando se reparten los emblemas de la Santa Cena ustedes están enviando textos, cuchicheando, jugando a videojuegos o haciendo cualquier otra cosa para negarse a ustedes mismos la nutrición espiritual esencial, estarán cortando sus raíces espirituales y colocándose en un terreno pedregoso.

(Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 33)

¿Cómo podríamos reconocer los “espinos” de la vida? (véase Mateo 13:7, 22)

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Official Portrait of President Dallin H. Oaks taken March 2018.

Nos rendimos a los “placeres de esta vida” [ Lucas 8:14 ] (1) cuando nos volvemos adictos, lo cual afecta al preciado y divino don del albedrío; (2) cuando nos seducen las distracciones triviales, lo cual nos aleja de lo que tiene importancia eterna; y (3) cuando adoptamos la mentalidad de tener derecho a todo, lo cual afecta al crecimiento personal necesario a fin de calificar para nuestro destino eterno.

Nos superan “los afanes […] de esta vida” [ Lucas 8:14 ] cuando nos paraliza el miedo al futuro, lo cual obstaculiza nuestro avance con fe, confiando en Dios y en Sus promesas.

(Véase Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, págs. 34–35)

¿Qué se necesita para producir fruto en “buena tierra”? (véase Mateo 13:8, 23)

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Official Portrait of President Dallin H. Oaks taken March 2018.

… Tenemos la semilla de la palabra del Evangelio y depende de cada uno de nosotros el establecer las prioridades y el hacer aquello que cause que la tierra sea buena y la cosecha abundante. Debemos procurar estar firmemente arraigados en el evangelio de Jesucristo y convertidos a él (véase Colosenses 2:6–7). Logramos esa conversión al orar, al leer las Escrituras, al prestar servicio y al participar de la Santa Cena con regularidad para tener siempre Su Espíritu con nosotros.

(Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 35)

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