Hechos 22–26
El testimonio de Pablo
El enfrentar acusaciones falsas y maltratos físicos no silenció a Pablo. Ya sea encadenado o llevado ante los líderes y reyes, Pablo compartió fielmente su poderoso testimonio de Jesucristo y Su evangelio. El objetivo de esta lección es ayudarte a adquirir un mayor deseo de seguir el ejemplo de Pablo en cuanto a testificar de Jesucristo y Su evangelio en tu vida cotidiana.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Compartir el testimonio
Por lo general, en un sentido religioso o espiritual, testificar o dar testimonio se refiere a hablar sobre las creencias personales de conocimiento espiritual según la inspiración del Espíritu Santo (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “ Testificar ” y “ Testimonio ”).
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¿En qué ocasiones has sentido el poder de compartir tu propio testimonio o de escuchar a otra persona compartirlo? ¿Qué influencia ha tenido eso en ti?
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¿Cuán dispuesto estás a compartir tu testimonio con los demás? ¿Por qué podría alguien dudar en cuanto a compartir su testimonio?
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¿Qué preguntas e inquietudes tienes en cuanto a testificar a los demás acerca de tus creencias?
En esta lección, estudiarás el testimonio de Pablo sobre el Salvador y la forma en que el Salvador influyó en la vida de Pablo. También verás cómo reaccionaron otras personas ante el testimonio de Pablo. A medida que estudies, piensa en la forma en que el Salvador puede bendecir tu vida si estás dispuesto a compartir tu testimonio de Él y de Su evangelio, sin importar cuán fuerte creas que es tu testimonio.
El testimonio del apóstol Pablo
A pesar de haber sido golpeado, apedreado y encarcelado injustamente, Pablo compartió repetidamente su testimonio de Jesucristo y Su evangelio. Al leer la historia de Pablo, practica visualizar lo que está sucediendo en el relato.
Los siguientes pasajes contienen partes del testimonio de Pablo y las reacciones de quienes lo escucharon. Escoge uno de los pasajes para leer y piensa en cómo podría haber influido su testimonio en ti si hubieras estado presente.
El testimonio de Pablo |
La reacción de las personas |
Pablo fue atado con cadenas después de su arresto en Jerusalén. Se le permitió hablar a la gente mientras se encontraba fuera de la Fortaleza Antonia. Lee Hechos 22:6–16 . | |
Pablo fue arrestado fuera del templo de Jerusalén y luego llevado ante los líderes judíos. Esos líderes judíos lo interrogaron y lo encarcelaron. El capitán romano que había arrestado a Pablo se enteró de que había una conspiración entre una banda de judíos para matar a Pablo, por lo que envió a Pablo a Cesarea. En Cesarea, a Pablo se le permitió hablar en su propia defensa ante Félix, el gobernador romano. Lee Hechos 24:10–16 . | |
Después de dos años de encarcelamiento, Pablo compareció ante el nuevo gobernador y exigió la oportunidad de testificar ante César. El rey Agripa hizo arreglos para escuchar el testimonio de Pablo antes de su viaje a Roma. Lee Hechos 26:1–3, 13–23 . |
En tu diario de estudio, escribe lo que aprendiste. Asegúrate de incluir los siguientes puntos:
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¿Qué cosas específicas te llamaron la atención sobre el testimonio de Pablo en cuanto a Jesucristo y Su evangelio?
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¿Qué te impresionó de Pablo en esos versículos?
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¿Por qué crees que Pablo tuvo el valor y la fortaleza para testificar de Cristo en situaciones tan difíciles?
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¿Por qué crees que es importante compartir nuestro testimonio aunque otras personas lo puedan rechazar?
Lee la siguiente declaración y medita sobre cómo podría ayudarte a tener el valor de testificar como lo hizo Pablo.
Al hacer hincapié en que compartir nuestro testimonio con los demás no tiene que ser perfecto y puede requerir práctica, el élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo lo siguiente:
De las maneras que les parezcan naturales y habituales a ustedes, compartan con las personas por qué Jesucristo y Su Iglesia son importantes para ustedes […].
Comprendan que no es su trabajo convertir a las personas; esa es la función del Espíritu Santo. Su función es compartir lo que guardan en el corazón y vivir de forma consecuente con sus creencias.
(Dieter F. Uchtdorf, “La obra misional: Compartir lo que guardan en el corazón”, Liahona, mayo de 2019, pág. 17)
En tu diario de estudio, haz dos columnas. En una columna, reflexiona sobre tu testimonio personal y anótalo; incluye las experiencias personales que hayan fortalecido y edificado tu testimonio sobre el Padre Celestial, Jesucristo y Su evangelio. En la otra columna, anota los pensamientos o impresiones que tengas sobre cómo puedes compartir ese testimonio con otras personas en tu vida diaria, tal como lo hizo Pablo.
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¿De qué forma fue el Salvador un ejemplo en cuanto a dar testimonio sin importar la respuesta o reacción de los demás? (véase Doctrina y Convenios 138:25–26).
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Tal vez te sientas vacilante o nervioso en cuanto a testificar del Salvador. ¿Cómo podría ayudarte el pensar en lo que siente el Salvador respecto de tus esfuerzos por testificar de Él?
Comentarios e información de contexto
¿Dónde puedo aprender más acerca de lo que es un testimonio y de cómo fortalecer mi propio testimonio?
A fin de obtener ayuda para entender lo que es un testimonio y cómo fortalecer su propio testimonio, lean el artículo de Temas del Evangelio “Testimonio” (topics.ChurchofJesusChrist.org).
¿Por qué es importante ser valiente en cuanto a mi testimonio?
El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
[S]er “valientes en el testimonio de Jesús” [ Doctrina y Convenios 76:79 ] es la prueba sencilla y esencial entre quienes heredarán las bendiciones del Reino Celestial y aquellos que heredarán un reino menor, como el Terrestre […].
Para nosotros, ser valientes en el testimonio de Jesús es un peldaño para calificar para la gracia del Salvador y el Reino Celestial.
(Quentin L. Cook, “Valientes en el testimonio de Jesús”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 43)
¿Cómo puedo compartir mi testimonio de maneras normales y naturales?
Para ver ejemplos de cómo compartir su testimonio de manera normal y natural, podrían ver el video “Comparte tus creencias” (2:02), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org. También podrían explorar la página web “Compartir el Evangelio: Compartir en línea”, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, o leer el artículo “Principios de ministración: Cómo compartir el testimonio de manera más natural” (Liahona, marzo de 2019, págs. 8–11).