“Introducción”, Ministerio en las instituciones penitenciarias, 2023
“Introducción”, Ministerio en las instituciones penitenciarias
Introducción
El período de encarcelamiento no tiene por qué ser la experiencia que defina su vida. Su identidad como hijo de Dios es eterna, independientemente de su encarcelamiento. Seguir adelante con fe y confianza en Jesucristo lo ayudará a llegar a ser lo que Él desea que usted llegue a ser. Él lo ayudará a disfrutar de una vida plena y significativa.
La vida durante el encarcelamiento y después de este puede resultar difícil. Encontrar empleo y alojamiento, fortalecer las relaciones y muchos otros aspectos de la vida cotidiana podrían ser complicados por tener un historial delictivo. A pesar de estas dificultades, usted no está solo. Al seguir las enseñanzas de Cristo, puede mejorar y dejar en el pasado sus momentos de debilidad, sus malas decisiones y sus experiencias difíciles. Dios nunca lo abandonará; Su amor, Sus bendiciones y Su confianza en usted pueden ser fuentes de fortaleza a diario durante cualquier desafío (véase Mateo 11:28–29).
Además de Dios el Padre y Jesucristo, su familia, sus amigos y la Iglesia pueden ser fuentes de ayuda. También hay muchas personas buenas que han organizado recursos comunitarios y de agencias que están dedicados a que usted alcance el éxito a largo plazo. Sin embargo, recuerde que siempre dependerá de usted tomar buenas decisiones que lo ayuden a progresar.
A continuación hay algunos comportamientos que lo ayudarán a asociarse con el Salvador para cambiar y mejorar:
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Manténgase cerca de Dios por medio de la oración, el estudio de las Escrituras y la meditación; estas acciones sencillas lo inspirarán a tomar buenas decisiones y lo ayudarán a entender a Jesucristo y a confiar en Él como su Salvador y amigo.
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Establezca una conexión con la Iglesia. Comuníquese con los líderes locales de la Iglesia, tales como el obispo, el presidente de rama, el presidente del cuórum de élderes (para los hombres) o la presidenta de la Sociedad de Socorro (para las mujeres). Cuénteles de su trayecto, incluyendo su conversión y sus esperanzas para el futuro. Estos líderes pueden ayudarlo a establecer su vida y a participar en la Iglesia.
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Continúe cumpliendo con todas las obligaciones, restricciones y consecuencias legales. No participe en ninguna acción que pudiera violar los términos y las condiciones de su excarcelación, libertad condicional o libertad vigilada, o que conduzca a un nuevo encarcelamiento. Comuníquese con frecuencia con las autoridades de supervisión en cuanto a su progreso, sus necesidades y sus deseos.
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Evite amigos, lugares o estilos de vida que puedan llevarlo al encarcelamiento. Encuentre amigos que lo apoyen en su intento de efectuar cambios positivos en su vida. Busque empleo y alojamiento en una zona de su comunidad que le permita ceñirse a sus objetivos de mejorar y cumplir con los requisitos legales que le correspondan. Aproveche estos momentos de su vida para definir su futuro. Busque el consejo de los líderes de la Iglesia en cuanto a lugares donde vivir y entornos sociales seguros.
Recuerde: Dios lo ama, y Él lo inspirará, le dará fortaleza para trabajar y lo guiará para encontrar a las personas que puedan ayudarlo (véase 1 Nefi 17:3).