Capítulo 2
Buscad justicia; buscad mansedumbre — Descenderá juicio tanto sobre los filisteos como sobre los moabitas, así como sobre los hijos de Amón, los etíopes y los asirios.
1 Congregaos y reuníos, oh nación sin pudor,
2 antes que tenga efecto el decreto y el día se pase como el tamo, antes que venga sobre vosotros el furor de la ira de Jehová, antes que el día de la ira de Jehová venga sobre vosotros.
3 Buscad a Jehová todos los humildes de la tierra, los que pusisteis por obra su juicio; buscad justicia, buscad mansedumbre; quizá seréis guardados en el día de la ira de Jehová.
4 Porque Gaza será desamparada, y Ascalón desolada; saquearán a Asdod al mediodía, y Ecrón será desarraigada.
5 ¡Ay de los que moran en la costa del mar, del pueblo de los cereteos! La palabra de Jehová es contra vosotros, oh Canaán, tierra de los filisteos; te haré destruir hasta no dejar morador.
6 Y la costa del mar será praderas para pastores y corrales de ovejas.
7 Y será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá; allí apacentarán; en las casas de Ascalón dormirán al anochecer, porque Jehová su Dios los visitará y hará volver sus cautivos.
8 Yo he oído las afrentas de Moab y los denuestos de los hijos de Amón con que deshonraron a mi pueblo, y se engrandecieron sobre su territorio.
9 Por tanto, vivo yo, dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel, que Moab será como Sodoma, y los hijos de Amón como Gomorra: serán un campo de ortigas, y una mina de sal y desolación perpetua; el remanente de mi pueblo los saqueará, y el resto de mi nación los heredará.
10 Esto les vendrá por su soberbia, porque afrentaron al pueblo de Jehová de los ejércitos y se engrandecieron contra él.
11 Terrible será Jehová con ellos, porque hará venir a menos a todos los dioses de la tierra; y cada uno desde su lugar se inclinará ante él en todas las costas de las naciones.
12 También vosotros, los de Etiopía, seréis muertos con mi espada.
13 Y extenderá su mano contra el norte y destruirá a Asiria; y convertirá a Nínive en desolación y en sequedal, como un desierto.
14 Y rebaños se echarán en medio de ella y todas las bestias del campo; también el pelícano y el erizo dormirán en sus dinteles; su voz cantará en las ventanas; habrá desolación en los umbrales, porque su obra de cedro quedará descubierta.
15 Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo, y nadie más. ¡Cómo fue desolada, hecha guarida de fieras! Todo el que pase junto a ella se burlará y agitará su mano.