Entender tu bendición patriarcal
Las autoras viven en Illinois, EE. UU., y Nueva York, EE. UU., respectivamente.
El identificar las diferentes partes de tu bendición puede ayudarte a encontrar dirección para tu vida.
La vida está llena de terreno desconocido: ¿Adónde debo ir a estudiar? ¿Qué debo estudiar? ¿Debo servir en una misión? ¿Con quién debo casarme? Si se te diera un mapa personal para navegar por las decisiones de la vida, ¿lo seguirías?
El Padre Celestial y Jesucristo nos han dado ese mapa —la bendición patriarcal— para dar dirección a nuestra vida. Aunque se nos ha dado el don del albedrío para tomar nuestras propias decisiones, las bendiciones patriarcales pueden arrojar luz sobre qué caminos traerán mayor felicidad.
No obstante, el solo hecho de tener un mapa no es suficiente. Debemos estudiar, entender y aplicar el significado que hay dentro del mapa. Asimismo, a medida que llegues a entender el lenguaje que se utilizó en tu bendición patriarcal —tu propia guía para la vida— podrás discernir quién eres ante los ojos de Dios y lo que puedes llegar a ser.
Descubre tu linaje
Antes que nada, tu bendición patriarcal declara tu linaje, o la tribu específica de las doce tribus de Jacob (que después fue llamado Israel) a la cual perteneces. Aunque no todos somos descendientes literales de Jacob, las Escrituras nos enseñan que los miembros de la Iglesia son adoptados en la casa de Israel: “Pues cuantos reciban este evangelio serán llamados por tu nombre; y serán considerados tu descendencia, y se levantarán y te bendecirán como padre de ellos” (Abraham 2:10).
Shelisa Schroeppel, de Utah, EE. UU., dice: “El saber que soy de la casa de Jacob me ayuda a entender mi propósito en esta vida y por qué soy llamada a ciertos llamamientos en la Iglesia”.
Tu bendición patriarcal también podría describir cualquier bendición correspondiente que acompañe a tu tribu particular. Por ejemplo, muchos miembros de la Iglesia pertenecen a la tribu de Efraín, una tribu que tiene la responsabilidad singular de difundir el mensaje del Evangelio restaurado al mundo (véanse Deuteronomio 33:13–17; D. y C. 133:26–34).
Busca consejo personal
Cuando se usa adecuadamente, un mapa evita que un viajero se pierda. De manera similar, en este camino por la vida, tu bendición patriarcal le puede brindar consejo y dirección a tu vida. Tu bendición patriarcal no te dice simplemente qué hacer, sino que puede brindar perspectivas personalizadas sobre qué caminos —si se buscan con fe— pueden ayudarte a saber si estás alineando tu vida con la voluntad del Padre Celestial. A medida que estudies tu bendición patriarcal y procures vivir de manera que invite al Espíritu del Señor, puedes encontrar seguridad, gozo y dirección.
Gabriel Paredes, de Lima, Perú, dice: “Algunos de los consejos que recibí en mi bendición solo he podido aplicarlos plenamente con mi familia después de ser sellado a mi esposa.
“Recientemente nos preguntábamos qué podríamos hacer para fortalecer y edificar nuestra nueva familia. Nuestra pregunta se contestó mediante mi bendición patriarcal. En ella se me aconseja dar prioridad al respeto, a la tolerancia y al amor en mi familia, ya que esos son algunos de los cimientos importantes del evangelio de Jesucristo.
“Al concentrarnos en ello, mi esposa y yo hemos podido superar problemas. Aún tenemos algunos problemas como familia, pero somos felices. Sentí como si el Señor me recordara cómo podía tener la familia que Él me prometió. Sé que el Señor habla mediante las bendiciones patriarcales y que el consejo que encierran se ha de utilizar en nuestra vida”.
Presta atención a las admoniciones
Un mapa no necesariamente señala cada peligro en el camino, pero, afortunadamente, las bendiciones patriarcales a menudo nos dan advertencias para protegernos a lo largo del camino. Algunas de esas admoniciones nos ayudan a protegernos de la influencia de Satanás; otras pueden darnos luz sobre cómo podemos superar al hombre natural en nuestro interior.
Para Caitlin Carr, de Utah, algunas de las advertencias de su bendición patriarcal no fueron claras de inmediato, pero el estudio posterior de su bendición le brindó nuevas perspectivas.
“Cuando recibí mi bendición patriarcal, se me advirtió sobre personas que intentarían alejarme de la verdad con ideas persuasivas. No pensé mucho en ello; tenía una firme creencia en las doctrinas que se me habían enseñado.
“Sin embargo, al año siguiente me enfrenté con ideas y filosofías que, a simple vista, parecían estar arraigadas en la imparcialidad y el amor, pero no lo estaban. Esos mensajes parecían venir de todos lados: los medios de comunicación, la escuela, incluso de amigos cercanos. Aunque sabía que esas filosofías eran contrarias al plan de Dios, me encontré deseando apoyar esas nuevas ideas del mundo y a la Iglesia. Pronto me di cuenta de que ‘ninguno puede servir a dos señores’ (Mateo 6:24) y que no debería confiar en la sabiduría del hombre. El Padre Celestial resolvió mis dudas mediante las Escrituras y le dio paz a mi mente y corazón. Por consiguiente, mi testimonio se ha fortalecido y me he vuelto más firme al defender lo que sé que es verdadero”.
Desarrolla dones y talentos
Tu bendición patriarcal también puede mencionar dones y talentos espirituales que el Señor te ha dado para edificar Su reino. Si tu bendición menciona un talento que te es desconocido, tal vez sea porque aún no has tenido la oportunidad de descubrir o desarrollar ese talento. Mediante la búsqueda diligente y la ayuda del Señor, puedes progresar para desarrollar ese talento y muchos más.
El desarrollar tus talentos te ayuda a reconocer las cosas singulares con las que contribuyes a la obra del Señor. Johanna Blackwell, de California, EE. UU., medita en los dones y talentos que se mencionan en su bendición cuando siente la tentación de compararse con los demás: “Al mirar las palabras de mi bendición patriarcal, me recuerda que he sido bendecida con los dones que personalmente he necesitado para superar pruebas y participar en el apresuramiento de la obra del Señor.
“Mi bendición menciona mi habilidad para amar, perdonar y tener el valor de relacionarme con quienes me rodean. Al llevar esos dones a la práctica, el Señor me ha bendecido con un mayor deseo de encontrar nuevas personas y culturas, y conectarme con ellas. Por consiguiente, mi testimonio de que todos somos hijos de un amoroso Padre Celestial ha crecido, y he podido servir a los demás mientras todos procuramos llegar a ser más como Cristo”.
Busca las bendiciones prometidas
Por último, nuestras bendiciones patriarcales revelan las bendiciones que el Padre Celestial nos ha prometido si permanecemos fieles a Él. No hay garantía de cuándo se cumplirán esas promesas, pero podemos saber que en tanto que vivamos obedientemente el Evangelio, estas se cumplirán, ya sea en esta vida o en la próxima.
Sergio Gutiérrez, de Nevada, EE. UU., se apoya en una promesa de su bendición patriarcal cada vez que se siente preocupado por sus planes profesionales futuros: “A veces siento inquietud acerca de la incertidumbre de mi futuro, pero hay una promesa en mi bendición patriarcal que siempre me tranquiliza. Esa promesa me ayuda a saber que en tanto que trabaje arduamente y permanezca fiel, tendré los recursos necesarios para poder cuidar de mi familia y edificar la Iglesia. No sé exactamente qué carrera quiero seguir todavía, pero el tener esa promesa me da fe y confianza”.
Si alguna vez te has preguntado cuál es la voluntad del Padre Celestial para contigo, no eres el único. El Señor comprendía que enfrentarías muchos diferentes senderos que podrías seguir en la vida, así que te ha proporcionado un mapa personal para mantener tu vida alineada con Su evangelio. Las bendiciones patriarcales no pueden tomar decisiones por nosotros, pero pueden guiarnos a nuestra propia revelación personal. Mediante nuestra bendiciones patriarcales, se nos muestra cómo encajamos en el plan del Señor para recoger a Israel al aprender de nuestra tribu; se nos da consejo personal, admoniciones y promesas; y se nos enseña sobre los dones y talentos singulares que el Padre Celestial nos dado para servirle. En tanto que vivas de acuerdo con todos esos elementos de tu propia bendición patriarcal, puedes saber que tus decisiones han estado dentro de la voluntad que el Señor tiene para tu vida.