¿Qué sabemos acerca de la naturaleza de la Trinidad?
La Trinidad está compuesta por Dios el Eterno Padre, el Salvador Jesucristo y el Espíritu Santo. Aunque los miembros de la Trinidad son seres individuales, con misiones diferentes, son uno en propósito. Están perfectamente unidos con el fin de llevar a cabo el Plan de Salvación del Padre Celestial.
Prepárese espiritualmente
Estudie con espíritu de oración los siguientes pasajes de las Escrituras y recursos. ¿Qué se ha sentido inspirado a compartir con los jóvenes?
Génesis 1:26–27 (Somos creados a imagen de Dios)
Mateo 3:13–17 (Los miembros de la Trinidad se manifestaron en el bautismo de Cristo)
Juan 17:21; D. y C. 20:28 (Los miembros de la Trinidad son uno en perfecta unidad)
Hechos 7:55–56; José Smith—Historia 1:14–17 (Esteban y José Smith vieron al Padre y al Hijo como dos seres distintos)
D. y C. 130:22–23 (El Padre y el Hijo tienen un cuerpo físico; el Espíritu Santo no)
Artículos de Fe 1:1 (Creemos en los tres miembros de la Trinidad)
Dallin H. Oaks, “La Trinidad y el Plan de Salvación”, Liahona, mayo de 2017, págs. 100–103.
Boyd K. Packer, “El testimonio”, Liahona, mayo de 2014.
Robert D. Hales, “La vida eterna es conocer a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2014, págs. 80-82.
“Dios el Padre”, “Espíritu Santo”, “Jesucristo”, Leales a la fe, págs. 62–64, 72–74, 105–108.
Video: “La restauración”; véase también Ayudas visuales de Doctrina y Convenios en DVD
Permita que los jóvenes dirijan
Un miembro de la presidencia del cuórum (o un ayudante del obispo en el cuórum de presbíteros) dirige la reunión. Dirige a los demás jóvenes para que deliberen en consejo en cuanto a los asuntos del cuórum, les enseña sus deberes del sacerdocio (usando las Escrituras y el librito Mi Deber a Dios), los alienta a compartir las experiencias que hayan tenido al cumplir con su deber a Dios e invita al asesor o a otro miembro del cuórum a enseñar una lección del Evangelio. Puede prepararse llenando una Agenda de la reunión del cuórum durante una reunión de presidencia.
Comience la experiencia de aprendizaje
Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para repasar la lección de la semana anterior y presentar la de esta semana:
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Invite a un miembro del cuórum a que vaya a la reunión preparado para hacer un repaso de dos minutos de lo que aprendió en la última lección.
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Invite a los jóvenes a hacer una representación de cómo le enseñarían a alguien que no fuera miembro de la Iglesia sobre los tres miembros de la Trinidad. ¿Qué pasajes de las Escrituras usarían? ¿Por qué sienten que ese conocimiento es tan importante?
Aprender juntos
Cada una de las actividades siguientes permitirá a los miembros del cuórum comprender la naturaleza de la Trinidad. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más que resulten mejor para su cuórum:
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Invite a los jóvenes a pensar sobre los problemas que afrontan hoy en día. ¿Qué pueden encontrar los jóvenes en la sección IV del discurso del élder Dallin H. Oaks “La Trinidad y el Plan de Salvación” que pueda ayudarlos con esos desafíos? A fin de ayudarlos a aprender más acerca de los miembros de la Trinidad, divida a los jóvenes en tres grupos y entregue a cada grupo una hoja de papel con uno de los siguientes encabezamientos: “Dios el Padre”, “el Hijo” y “el Espíritu Santo”. Invite a cada grupo a que examine la sección correspondiente del discurso del élder Oaks y que busque los pasajes de las Escrituras que él compartió. Pida a los jóvenes que registren lo que aprendan en un papel y compartan sus ideas con el cuórum. ¿Cómo pueden ayudarnos las verdades que hemos aprendido acerca de la Trinidad con los desafíos que hemos identificado?
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Invite a un miembro del cuórum a enseñar una parte de la lección. Podría hacerlo como parte de su plan de Mi Deber a Dios para aprender y enseñar acerca de la Trinidad (véase “Comprende la doctrina”, página 18, 42 o 66).
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Entregue a los jóvenes una lista de los pasajes de las Escrituras de esta reseña e invite a cada uno a buscarlas y decidir qué aprende acerca de la Trinidad y su propia naturaleza divina. Invite a los jóvenes a compartir lo que aprendan. ¿Cómo influye ese conocimiento en sus decisiones diarias? Aliéntelos a conservar la lista de las referencias de las Escrituras para que puedan usarlas para enseñar a otras personas acerca de la Trinidad.
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Entregue a cada joven un papel con las preguntas siguientes: ¿Cómo describirías la relación del Salvador con Su Padre? ¿En qué sentido el Padre y el Hijo son uno? ¿Cuáles son las funciones del Espíritu Santo? Invítelos a meditar en estas preguntas conforme vean, escuchen o lean el discurso del élder Robert D. Hales: “La vida eterna es conocer a nuestro Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo”. Concédales tiempo para escribir sus respuestas e invítelos a compartir lo que aprendan.
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Divida el cuórum en tres grupos y asigne a cada grupo que lea acerca de uno de los miembros de la Trinidad en Leales a la fe (véanse las páginas 62–64, 105–108 y 72–74) o en el discurso del presidente Boyd K. Packer: “El testimonio”. Conceda suficiente tiempo a los grupos para que se preparen para enseñar al resto del cuórum sobre las características y las funciones del miembro de la Trinidad que les haya tocado. Permita que cada grupo enseñe al resto del cuórum.
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Divida en pequeños segmentos uno de los discursos de conferencia general sugeridos en esta reseña y entregue una sección a cada miembro del cuórum (o a cada grupo, según el tamaño del cuórum). Escriba en la pizarra: “¿Qué sabemos en cuanto a la Trinidad?”. Invite a los jóvenes a buscar la respuesta y luego compartirla. ¿Por qué es importante conocer la verdadera naturaleza de la Trinidad? (Véase Juan 17:3).
Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan encontrado. ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Comprenden mejor la naturaleza de la Trinidad? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a este tema?
Invítelos a actuar
El miembro de la presidencia del cuórum que dirige concluye la reunión. Él podría:
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Expresar su testimonio de los miembros de la Trinidad y su gratitud por las verdades acerca de Ella que se restauraron por medio de José Smith.
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Invitar a los miembros del cuórum a que compartan con alguien las verdades que aprendieron en esta reunión del cuórum.