¿Cuál es el propósito de la vida?
Durante esta vida, obtenemos un cuerpo físico y somos probados para ver si obedecemos los mandamientos de Dios. Vinimos a la Tierra con el objeto de prepararnos para tener una familia eterna, bendecir a los hijos de Dios y edificar Su reino. Nuestras experiencias durante la vida terrenal tienen como propósito ayudarnos a llegar a ser más semejantes a nuestro Padre Celestial.
Prepararse espiritualmente
Estudie con espíritu de oración los siguientes pasajes de las Escrituras y materiales de consulta. ¿Qué le inspira el Espíritu a compartir con las jóvenes?
2 Nefi 2:25 (Fuimos creados para tener gozo)
Alma 12:24; 34:32; 42:4; Abraham 3:25–26 (Esta vida es un tiempo para ser probados y prepararse para comparecer ante Dios)
3 Nefi 12:3–12 (El Salvador mencionó varios atributos divinos)
3 Nefi 12:48 (El Padre Celestial desea que lleguemos a ser perfectos, como Él lo es)
D. y C. 138:53–56 (Estamos aquí para ayudar a edificar el reino de Dios)
“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 129.
Carol F. McConkie, “La hermosura de la santidad”, Liahona, mayo de 2017, págs. 9–12.
Thomas S. Monson, “La carrera de la vida”, Liahona, mayo de 2012, págs. 90–93.
Gary E. Stevenson, “Sus cuatro minutos”, Liahona, mayo de 2014, págs. 84-86.
“Plan de Salvación”, Leales a la fe, 2004, págs. 143–146.
Compartir experiencias
Al comienzo de cada clase, invite a las jóvenes a compartir, enseñar y testificar acerca de las experiencias que hayan tenido al poner en práctica lo que aprendieron en la lección de la semana anterior. Esto alentará la conversión personal y ayudará a las jóvenes a darse cuenta de la importancia que tiene el Evangelio en la vida cotidiana.
Presentar la doctrina
Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para presentar la lección de esta semana:
-
Escriba en la pizarra: “¿Cuál es el propósito de la vida?”. Pida a las jóvenes que sugieran algunas maneras en las que las personas podrían responder esta pregunta si no tuvieran la plenitud del Evangelio. ¿Cómo difieren esas respuestas de las que se encuentran en el evangelio de Jesucristo?
-
Muestre una cuerda larga con un nudo en el medio y analice cómo el nudo representa esta vida, mientras que todo lo que está hacia un lado del nudo representa la vida preterrenal y todo lo que está del otro lado representa la vida después de la muerte. ¿De qué manera las decisiones que tomamos antes de esta vida afectan la vida terrenal? ¿Cómo afectan nuestras decisiones en esta vida a nuestro futuro aquí y en la eternidad?
Aprender juntas
Cada una de las siguientes actividades permitirá a las jóvenes aprender acerca del propósito de la vida. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más actividades que resulten mejor para su clase:
-
Entregue una hoja de papel e invite a cada joven a escribir una definición de la palabra santo. Invite a las jóvenes a leer el discurso de la hermana Carol F. McConkie “La hermosura de la santidad” y agreguen las descripciones de santidad de la hermana McConkie a las definiciones de las jóvenes. ¿Qué podemos hacer para llegar a ser más santos? Invite a las jóvenes a que escojan una de las definiciones de santidad que hayan escrito y que compartan cómo se podrían esforzar para llegar a ser más santas en ese aspecto.
-
Invite a las jóvenes a leer las Bienaventuranzas en 3 Nefi 12:3–12 y a buscar los atributos que nuestro Padre Celestial quiere que desarrollemos durante nuestra vida terrenal. Pídales que piensen en personas de las Escrituras o de su propia vida que ejemplifiquen esos principios. ¿Cómo les ayudan estas enseñanzas del Salvador a comprender nuestro propósito como mujeres?
-
Divida el discurso del presidente Thomas S. Monson “La carrera de la vida” en secciones e invite a las jóvenes a que estudien una sección y compartan lo que hayan encontrado que las ayude a comprender el propósito de la vida. Pídales que reflexionen en lo que están haciendo, y en lo que deberían estar haciendo, para cumplir mejor con su propósito. Invite a algunas de ellas a que compartan sus pensamientos.
-
Invítelas a buscar pasajes de las Escrituras que podrían utilizar para ayudar a alguien que desconoce el propósito de la vida (por ejemplo, podrían utilizar los pasajes que se sugieren en esta reseña). Pídales que compartan lo que encuentren con otra persona de la clase. Aliéntelas a pensar en cómo podrían compartir su pasaje de las Escrituras con un amigo o familiar que no comprenda plenamente el propósito de la vida.
-
Pida a la mitad de la clase que lea acerca de Noelle Pikus-Pace en el discurso del obispo Gary E. Stevenson “Sus cuatro minutos” y pida a la otra mitad que lea acerca de Torah Bright en el mismo discurso. Invítelas a compartir unas con otras lo que hayan aprendido en esos relatos sobre el propósito de la vida. Conceda a las jóvenes unos minutos para revisar el resto del discurso del obispo Stevenson y reflexionar en lo que están haciendo con sus “cuatro minutos”: ¿Qué ordenanzas o hitos esenciales les aguardan en el futuro? ¿Qué están haciendo para prepararse? Invite a algunas jóvenes a compartir sus pensamientos.
-
Entregue a cada joven una copia de “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” y pídales que la lean y marquen las palabras y frases que enseñan acerca de su propósito como hijas de Dios. Invítelas a compartir lo que encuentren y a explicar por qué es significativo para ellas.
Pida a las jóvenes que compartan lo que aprendieron hoy. ¿Comprenden ellas mejor el propósito de la vida? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a esta doctrina?
Vivir lo que se aprende
Invite a las jóvenes a pensar en cómo pondrán en práctica lo que han aprendido hoy. Por ejemplo, podrían:
-
Compartir algo que aprendieron en la clase que las haya inspirado a seguir tomando buenas decisiones o a realizar cambios en su vida.
-
Pensar en algo específico que harán esta semana para cumplir mejor su propósito eterno.