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Vivir el Evangelio

No te estreses por las cosas que no se han explicado.

12/13/23 | 1 min de lectura
El libro de Apocalipsis requiere cierto desciframiento.

Al esperar con anhelo la segunda venida del Salvador, utilizamos el libro de Apocalipsis y otros pasajes de las Escrituras para tratar de ver las “señales de los tiempos”, es decir, las cosas que sucederán antes de que llegue ese gran día. Pero algunos de los símbolos y las metáforas que Juan utiliza son difíciles de descifrar. ¡Algunas de las cosas que vio con veinte siglos de antelación deben haber sido difíciles de describir!

Los capítulos de Ven, sígueme de esta semana incluyen varias cosas que Dios aún no ha explicado completamente:

Dios aún no ha explicado completamente el significado de esos símbolos, ¡aunque las personas tienen teorías! La gente siempre tiene teorías. Pero no sabemos cuál de esas interpretaciones es correcta, si es que alguna lo es.

En vez de centrarte en ellas, escoge estudiar lo que los profetas de Dios han enseñado acerca de las Escrituras. A medida que leas Apocalipsis y otros pasajes de las Escrituras “de los últimos días” con espíritu de oración, utiliza las guías de estudio y otros recursos disponibles para ayudarte a entender lo que el Señor ha explicado por medio de Sus profetas. Doctrina y Convenios 77 es un buen ejemplo.

No te estreses si hay algunas cosas que simplemente no entiendes. El profeta José Smith hizo esta promesa tranquilizadora: “No tengan miedo de que se les vaya a condenar por no saber el significado de una visión o figura, si Dios no nos ha dado una revelación o interpretación sobre el tema”1.

Extrae toda la información que puedas de las Escrituras. ¡Hay más en ellas de lo que imaginas! Pero no te preocupes por entender cada uno de los detalles. Después de todo, Dios es justo. Si Él no lo ha explicado, no espera que lo sepamos. (¡Qué alivio!).

Doctrina y Convenios 77

Cada vez que leas el libro de Apocalipsis, sería bueno que leyeras también la sección 77. Utiliza el vínculo anterior y examina algunas respuestas.

1. Véase “Enseñanzas del Profeta José Smith”, página 160.

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