“Habla, Jehová, que tu siervo escucha”
Transmisión anual de SeI de enero de 2024
26 de enero de 2024
Agradezco estar con ustedes en esta transmisión mundial de capacitación. Me entusiasma lo que el hermano Webb compartió con ustedes en cuanto a las próximas actualizaciones en nuestro curso de estudio de Seminario. Este es un desarrollo histórico que elevará la preparación para la vida de los jóvenes en toda la Iglesia. Fundamentados en Jesucristo y anclados en las Escrituras, veo a los jóvenes y a las jovencitas mejor preparados para la misión, esforzándose por sus convenios del templo, más resilientes emocionalmente, más autosuficientes y mejor preparados para la universidad.
Maestros de Seminario, ustedes son parte de la preparación crucial para la vida que nuestros jóvenes requerirán para convertirse en discípulos de Jesucristo en este tiempo de conmoción que se aproxima. Espero que vean la inspiración detrás de estas lecciones y reconozcan la función que desempeñan en la preparación de sus jóvenes para lo que les depara el futuro. Oren para recibir entendimiento e inspiración para ver los caminos futuros de ellos. Busquen la convicción para inspirarlos a prepararse. ¡Qué tiempo tan maravilloso es este para enseñar Seminario y qué maravillosa responsabilidad compartimos todos nosotros!
Mis palabras ahora se centrarán en los instructores de Instituto, pero los principios tendrán relevancia para todos nosotros que nos esforzamos por dar oído y por comunicar las palabras de los profetas. En el Antiguo Testamento, Elí aconseja al futuro profeta Samuel que responda al llamado del cielo y declare: “Habla, Jehová, que tu siervo escucha”1. Este patrón de conducta permitió que Samuel llegara a ser el portavoz del Señor en sus días. Parte del milagro de un profeta viviente es que tenemos un líder en quien el Señor puede confiar que lo escuchará y enseñará Su palabra.
El año pasado compartí cinco énfasis proféticos que el profeta y los apóstoles han estado recalcando a nuestros jóvenes adultos.
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Conozcan su identidad divina.
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Recurran al poder de Jesucristo en sus convenios.
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Dejen que Dios prevalezca y sigan a Su profeta.
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Enseñen la verdad con amor.
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Háganse cargo de su propio testimonio.
Quizás los mensajes específicos de los que se derivan sean más importantes que las frases mismas; mensajes que han sido dados proféticamente a los jóvenes adultos en nuestros días. Por ejemplo, uno de los mensajes esenciales que hemos tratado de enfatizar proviene del devocional mundial para jóvenes adultos del presidente Nelson que lleva como título “Decisiones para la eternidad”. Las frases “conozcan su identidad divina” y “háganse cargo de su testimonio” provienen directamente de ese mensaje2. Los alentamos a estudiar cada uno de estos énfasis proféticos. Les pedimos que los conocieran e incorporaran en su enseñanza y su curso de estudio. Más importante aún, los invitamos a integrarlos en su manera de responder las preguntas y ministrar a las necesidades de sus alumnos.
Agradezco que tantos de ustedes aceptaron esas invitaciones y buscaron maneras de comunicar las palabras de nuestros profetas y apóstoles a los jóvenes adultos de la Iglesia. De manera básica, se ha pedido al cuerpo docente de Instituto y de Religión actualizar el programa de su curso Enseñanzas de los profetas vivientes para que incluya el énfasis profético reciente para los jóvenes adultos. Muchos de ustedes también han reconocido cómo las palabras de profetas vivientes pueden reforzar y ampliar otros cursos basados en las Escrituras. Por ejemplo, una instructora de BYU encontró maneras de conectar el discurso “Decisiones para la eternidad” y otros mensajes proféticos con el curso Religión 275, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón. Ella afirmó: “Las enseñanzas del Libro de Mormón se ven reforzadas con estos énfasis proféticos actuales y viceversa. El poner estos dos recursos juntos en verdad marca la diferencia en la comprensión de los principios del Evangelio”.
Un coordinador de Instituto en Atlanta compartió cómo pudo incorporar los énfasis proféticos a su curso Religión 250, Jesucristo y Su evangelio sempiterno. Por ejemplo, en la lección dos, “Fortalecer nuestro testimonio del Cristo Viviente”, él pudo incorporar las frases de la identidad divina y de hacerse cargo del testimonio personal que provienen de “Decisiones para la eternidad” del presidente Nelson. En la lección 10, “Seguir el ejemplo de sumisión de Jesucristo”, él hizo que la clase se centrara en el discurso “Que Dios prevalezca”3. Y en la lección 18, “Recibir el don divino de la gracia del Salvador”, él se centró en el discurso “El convenio sempiterno”4.
Otros han descrito cómo el estar familiarizados profundamente con estos énfasis proféticos los ayuda a abordar de manera natural las preguntas sobre el Evangelio. Un instructor de Instituto en una universidad explicó cómo un análisis en clase en cuanto a la asistencia al templo le dio pie para usar el discurso del presidente Nelson “El templo y el cimiento espiritual de ustedes”5. Él comentó: “Al usar las palabras del presidente Nelson, el mensaje de ‘sigan asistiendo’ fue claro para aquellos que tenían dificultades para encontrar gozo en su servicio en el templo”. Un maestro de Instituto en Panamá relató cómo las enseñanzas del presidente Nelson y del élder Neil L. Andersen los ayudaron a responder como pacificadores en un asunto que había creado una gran división localmente. Otro instructor compartió cómo él pudo recurrir al discurso del élder D. Todd Christofferson “El primer mandamiento en primer lugar”6 cuando le preguntaron por qué no podemos ignorar las leyes de Dios si las personas tienen dificultades.
Al continuar haciendo hincapié en las enseñanzas de los profetas vivientes, vemos los frutos de nuestra labor en nuestros alumnos, conforme ellos se valen de estos énfasis proféticos. En una clase de “Responder mis preguntas del Evangelio”, un instructor de Instituto describió un análisis que hubo en cuanto a temas LGBTQ en el que los alumnos de manera inmediata y natural hicieron referencia al mensaje del presidente Nelson de conocer su identidad divina en el discurso “Decisiones para la eternidad”. Otro describió cómo los alumnos hicieron referencia al mensaje del presidente Dallin H. Oaks de mantenerse firmes con amor al proclamar la verdad cuando estuvieran haciendo frente a preguntas difíciles del Evangelio durante un análisis con sus compañeros.
Yo he recibido mis propias impresiones de cómo comunicar los énfasis proféticos a los jóvenes adultos. El invierno pasado, enseñé en forma conjunta con el decano Scott Esplin en BYU el curso Enseñanzas de los profetas vivientes durante un semestre. En el curso, resaltamos cada uno de los cinco énfasis proféticos. Al analizar esas frases con nuestros alumnos, me fue claro lo poderoso que es el consejo profético actual para los jóvenes adultos en esta etapa crucial de su vida.
La clase me ayudó a refinar la manera en que enseñé esos principios y me ayudó a comprender mejor a qué partes del mensaje debo hacer referencia cuando los jóvenes adultos tienen preguntas. Recibí otra impresión al participar en una serie de talleres de Instituto. Como saben, parte de nuestra iniciativa “Innovar Instituto” incluye la creación de talleres cortos que ayuden a traer a Instituto a aquellos que no estén asistiendo.
Al trabajar con el Instituto Logan en la Universidad Utah State y después con el Instituto Salt Lake en la Universidad de Utah, y recientemente en África, en el Instituto Brazzaville en la República del Congo en coordinación con el Instituto de Kinsasa, en la República Democrática del Congo, desarrollamos un taller de dos partes basado en el discurso del presidente Nelson “Decisiones para la eternidad”. La sesión de la primera semana se centra en el énfasis profético de conocer su identidad divina. La sesión de la segunda semana se centra en el énfasis profético de hacerse cargo de su testimonio. Estos son el primero y el último de los énfasis proféticos que les hemos pedido que estudien y comuniquen.
Después de la primera sesión, invitaba a mis alumnos a traer un amigo para la segunda sesión que pudiera estar teniendo dificultades con preguntas en cuanto a la fe relacionadas con su testimonio. En un taller, la asistencia casi se duplicó. Al continuar usando talleres para incrementar la relevancia y el acceso a Instituto, yo haría la invitación a cada uno de los integrantes de nuestro cuerpo docente de Instituto a encontrar oportunidades para desarrollar talleres que tengan como objetivo centrarse en los énfasis proféticos que hemos bosquejado. Los alentaría a que prestaran atención especial a las enseñanzas del presidente Nelson, con un énfasis en su mensaje fundamental “Decisiones para la eternidad”.
Desde que dimos nuestro consejo original de comunicar los énfasis proféticos a los jóvenes adultos, hemos recibido consejo adicional del Señor por medio de Sus siervos vivientes en devocionales mundiales para jóvenes adultos y en la conferencia general. En su mensaje del otoño de 2023 a los jóvenes adultos, el élder Quentin L. Cook reafirmó el consejo del presidente Nelson de conocer su identidad divina. Él afirmó que parte del desafío del joven para encontrar fe en Dios proviene de la ansiedad que siente en torno a su verdadera identidad.
El élder Cook explicó: “El presidente Russell M. Nelson ha enseñado este principio de una forma poderosa. Él ha puesto énfasis en tres denominaciones perdurables: ‘hijo de Dios ’, ‘hijo del convenio’ y ‘discípulo de Jesucristo’”. Anteriormente, el élder Cook resaltó las frases del presidente Nelson de hacerse cargo de su propio testimonio, cuando declaró: “Cada generación afronta circunstancias que pueden conducir a un desafío de su fe. Cada generación necesita descubrir y obtener su propio conocimiento y testimonio de Dios”7.
En su devocional mundial a los jóvenes adultos, en mayo de 2023, el presidente Dallin H. Oaks nos recordó defender la verdad con amor al hacer énfasis en los dos grandes mandamientos8. Él citó a su compañero en el apostolado, el élder D. Todd Christofferson: “Poner el primer mandamiento en primer lugar no disminuye […] nuestra capacidad de guardar el segundo mandamiento. Al contrario, la amplía y la fortalece […]. Nuestro amor por Dios eleva nuestra capacidad de amar a los demás de manera más completa y perfecta porque, en esencia, [nos] asociamos con Dios en el cuidado de Sus hijos”9.
El presidente Oaks nos recordó después que es posible seguir amando a los demás y encontrar un terreno común sin comprometer las verdades que conocemos. En su más reciente discurso de conferencia general titulado “¡Piensen de manera celestial!”, el presidente Nelson extendió este énfasis profético de defender la verdad incluso cuando se nos desafíe, al declarar: “la opinión pública no es el árbitro de la verdad […]. Cuando uno de sus seres queridos ataque la verdad, piensen de manera celestial y no cuestionen su propio testimonio”10.
Como parte de esta capacitación mundial, yo también vuelvo a hacer hincapié en mi invitación previa de estudiar y aplicar los énfasis proféticos actuales a los jóvenes adultos. Como maestros de Seminario e Instituto, una de las maneras en que podemos decir: “Habla, Jehová, que tu siervo escucha”, es al escuchar y estudiar cuidadosamente las palabras del Señor como han sido reveladas por medio de Sus profetas vivientes. Podemos convertirnos en un eco profético de la instrucción que los profetas ya están compartiendo con nuestros jóvenes adultos.
Como parte de mi llamamiento como Autoridad General, yo debo ser un testigo del Salvador. Otra responsabilidad importante de los Setenta es la de ser un recurso para los Doce antes que para otros. Me encuentro hoy aquí en una asignación con el élder D. Todd Christofferson. En mi función como Comisionado de Educación lo apoyo a él en su función como presidente del Comité Ejecutivo de la Mesa Directiva de Educación de la Iglesia, y trato de ser un recurso para el élder Christofferson como parte de esa asignación . Incluso cuando no estoy asignado al élder Christofferson, trabajo para comunicar el consejo y las enseñanzas de cada uno de los apóstoles y, de manera especial, las palabras del profeta de la Iglesia.
Cuando me hallo en entornos eclesiásticos, en conferencias de estaca y en reuniones de capacitación de liderazgo, la mayoría de mis mensajes son simplemente una ampliación de las palabras de los profetas y apóstoles. De igual manera, cuando aconsejo y ministro a los demás, recurro a las palabras de estas Autoridades Generales. En el caso de la educación religiosa, el profeta y los apóstoles hablan en representación del Señor a la juventud del Señor. Nosotros tenemos la responsabilidad de conocer y comunicar esos mensajes. Hermanos y hermanas, nuestros jóvenes adultos viven en tiempos peligrosos, pero el Señor ha preparado profetas que tienen el llamamiento y la capacidad para decir: “Habla, Jehová, que tu siervo escucha”. Mi ruego es que tengamos el valor, la disciplina y la fe para escuchar sus palabras y, al hacerlo, llevar el mensaje de Dios a Sus hijos en toda la tierra. En el nombre de Jesucristo. Amén.
Ahora tendré el privilegio y la oportunidad de presentar a nuestro orador principal: El élder D. Todd Christofferson fue llamado al Cuórum de los Doce Apóstoles de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días el 5 de abril de 2008. El élder Christofferson ha tenido labores de supervisión en múltiples Áreas de la Iglesia, lo que incluye sus asignaciones actuales en las Áreas Utah y África Oeste. Como lo mencioné anteriormente, él también tiene la asignación de presidente del Comité Ejecutivo de la Mesa Directiva de Educación de la Iglesia.
Además de cualquier asignación específica, todos los miembros de los Doce tienen el llamamiento particular de ser testigos especiales del nombre del Salvador. Observé esta distinción al ver al élder Christofferson cuando se nos asignó visitar juntos el campus de BYU–Hawái. Se había asignado previamente al élder Holland para que presidiera, pero debido a un asunto de último minuto, esa responsabilidad recayó en el élder Christofferson.
Él cumplió con su asignación de presidir en forma admirable, pero en una de nuestras reuniones él dijo algo con lo que siempre me he identificado. Él dijo: “Al final, sin importar de cuál Área o asignación somos responsables, nuestra asignación fundamental es la de ser un testigo especial del nombre de Cristo en todo el mundo”. Al pronunciar esas palabras en Laie, Hawái, el Espíritu me testificó de la naturaleza sagrada del llamamiento del élder Christofferson y cómo él honra ese llamamiento con dignidad y esmero. Ahora tendremos el privilegio de escuchar al élder Christofferson.
Élder Christofferson…