Un cumpleaños en el templo
El cumpleaños de Lydia estaba por llegar.
“¿Qué quieres para tu cumpleaños, Lydia?”, preguntó la mamá.
Lydia se quedó pensando por unos minutos. ¿Quería un juguete nuevo? ¿Quería un libro para leer? En ese momento, supo lo que más quería.
“Quiero visitar el templo”, dijo. Ella quería estar con su familia y visitar un lugar feliz. ¿Y qué lugar era más feliz que el templo?
En el cumpleaños de Lydia, la mamá, el papá, Lydia y sus hermanas se alistaron para ir al templo en el auto. Lydia incluso invitó a su amigo Grant.
Fue un viaje largo, pero estuvo bien. Lydia contó chistes con Grant y su hermana Lucy, y les contó un cuento a sus hermanitas, Eliza y Ellie.
Por fin, Lydia pudo ver el templo. ¡Habían llegado!
“¡Miren el ángel Moroni!”, dijo Lydia, mientras señalaba hacia lo alto del templo.
En cuanto se bajó del auto, corrió hacia las puertas del templo.
Alrededor del templo había árboles hermosos, con brillantes hojas naranjas y amarillas. Las hojas del suelo crujían mientras Lydia y su familia caminaban alrededor del templo.
Una gran ráfaga de viento sopló entre los árboles y Lydia observó cómo las hojas volaban por el aire. Corrió para atrapar una hoja antes de que cayera al suelo; ¡era hermosa! La guardó en su bolsillo.
El papá les leyó el cartel del templo. Decía, “Santidad al Señor: La Casa del Señor”.
“Eso quiere decir que aquí nos podemos sentir cerca de Jesús”, dijo la mamá.
Lydia sintió paz. ¡Ese era un lugar muy feliz!
En el camino de regreso, Lydia sacó la hoja del bolsillo. Al llegar a casa la guardaría en su caja especial; ¡así siempre podría recordar ese día maravilloso!
Ilustraciones por Tina Finn.