2023
La pequeña biblioteca
Octubre de 2023


“La pequeña biblioteca”, El Amigo, octubre de 2023, págs. 36–37.

La pequeña biblioteca

Esta historia ocurrió en EE. UU.

Janie cerró el libro y suspiró feliz. ¡Era su libro favorito! Lo había leído ya tres veces. ¡Le encantaba leer!

“¿Crees que podría construir una pequeña biblioteca?”, preguntó Janie a su mamá y a su papá más tarde ese día. Quería ayudar a los demás al compartir libros con ellos.

“¿Qué es una pequeña biblioteca?”, preguntó el papá.

“Es una caja con libros que pones afuera”, dijo Janie. Las personas pueden tomarlos prestados gratis o pueden dejar libros allí para que otras personas los lean”.

“Creo que es una idea fantástica”, dijo la mamá.

El papá asintió. “Podemos ayudarte a construirla”.

“Gracias”, dijo Janie. “¡Tal vez podamos vender dulces para ganar dinero para los materiales!”. Janie y su hermana, Carli, hicieron carteles anunciando la venta de dulces y los colocaron por el vecindario. La mamá y el papá utilizaron internet para anunciar la venta de dulces. ¡Janie estaba entusiasmada!

Además, se divirtió mucho elaborando los dulces: preparó galletas, barritas de cereales crujientes y bolitas de nieve dulces.

No tardó en llegar el día de la venta de dulces. Janie, Carli y su amiga Bella pusieron una mesa en el jardín y vendieron dulces a muchos de sus vecinos. Algunas personas también donaron dinero adicional. Janie puso todo el dinero en un frasco especial.

Después de la venta de pasteles tuvo otra idea. Participó con algunos de sus dulces favoritos en un concurso en la feria del condado y ganó un premio, y puso el dinero del premio en el frasco con el dinero que ya había guardado para su pequeña biblioteca.

Ahora que Janie tenía el dinero para la pequeña biblioteca, necesitaba libros para llenarla. Fue de puerta en puerta y pidió a los vecinos que donaran los libros que ya no necesitaran. Algunos amigos también pasaron por allí para dar libros a Janie.

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Por fin llegó el momento de construir la pequeña biblioteca. Janie usó el dinero que había ganado para comprar materiales. Diseñó la caja y tomó las medidas. Su papá la ayudó a cortar la madera y Janie lo ayudó a juntar las piezas.

La mamá tapó las grietas y las juntas para que no entrara agua si llovía. Janie ayudó a colgar un cartel para indicar a las personas que podían tomar un libro o compartir uno.

Finalmente, Janie y su familia llevaron la caja al jardín delantero, junto al árbol grande que daba mucha sombra. El papá puso un poste en la tierra y juntos colocaron la caja en el poste. ¡Habían construido una pequeña biblioteca!

El papá colocó tres piedras pesadas alrededor del poste. “Así no se volteará por el viento”, dijo él.

“¡Me encanta!”, dijo Janie, “ahora podemos poner los libros en el interior”, y llenaron la pequeña biblioteca con los libros donados.

Después, Janie revisaba la pequeña biblioteca todos los días. Le encantaba ver qué libros añadían o tomaban prestados las personas. ¡Un día vio a una niña escoger uno de los libros favoritos de Janie! Estaba muy contenta porque podía ayudar a sus vecinos compartiendo libros en la pequeña biblioteca.

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Ilustración por Barbara Bongini

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