“Mi mal día mejoró”, El Amigo, octubre de 2023, pág. 38.
Escrito por ti
Mi mal día mejoró
Ilustración por Jared Beckstrand
Estaba teniendo un mal día. Tenía que ir a jugar un partido de béisbol, pero tenía un diente flojo y me dolía. Había dejado parte de mi uniforme de béisbol en casa y estaba cansado. En realidad, no quería jugar al béisbol ese día, pero fui al partido de todos modos porque tenía que devolver una gorra a uno de mis compañeros.
Me senté en las gradas en lugar de unirme a mi equipo y mi entrenador vio que estaba triste y sentado en el banco. Me animó a jugar porque el equipo me necesitaba y me demostró que se preocupaba por mí, tal como Jesús se fijaba en las personas que estaban tristes y necesitaban apoyo.
Entonces, uno de mis compañeros de equipo se puso a mi lado, me sonrió y me preguntó cuándo había llegado. Estaba entusiasmado por verme y quería que fuera a jugar. Ese compañero también era como Jesús porque se preocupaba por mí. Me demostró lo que un buen amigo hace cuando alguien está teniendo un mal día. Me alegró mucho que mi entrenador y mi compañero se tomaran el tiempo de hacerme sentir mejor, ¡y terminé jugando el partido!
Tengo un marcador de libros que dice: “Un acto de bondad no cambiará el mundo, pero sí podría cambiar el mundo de una persona”. Mi entrenador y mi compañero cambiaron mi mundo esa tarde de sábado al elegir ser bondadosos. Sé que es importante ser como Jesús y mostrar amor y bondad a todas las personas con las que nos encontramos. El Padre Celestial se preocupa por cada uno de nosotros y nos ama. Cada uno de nosotros es importante para Él, así que Él envía a personas bondadosas para mostrarnos Su amor.