“El amor de Dios”, Para la Fortaleza de la Juventud, noviembre de 2021.
Sesión del sábado por la mañana
El amor de Dios
Extractos
Nuestro Padre Celestial nos ama de una manera profunda y perfecta.
Al igual que el Padre, Jesucristo también posee este mismo amor perfecto.
Este amor divino debiera proporcionarnos un consuelo y una confianza abundantes cuando oramos al Padre en el nombre de Cristo.
Algunos suelen decir: “El Salvador me ama tal como soy”, lo cual es verdad, pero Él no puede llevar a ninguno de nosotros a Su reino tal como somos, “porque ninguna cosa inmunda puede morar allí, ni morar en su presencia” [Moisés 6:57].
Después de aclarar que Él no puede excusar ni ignorar el pecado, el Señor nos asegura:
“No obstante, el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado” [Doctrina y Convenios 1:32].
Nuestra religión no es una religión de racionalización ni de perfeccionismo, sino una religión de redención, de redención por medio de Jesucristo.
Hace mucho tiempo que me ha impresionado, y también he sentido, el anhelante amor de los profetas de Dios cuando nos advierten en contra del pecado. No los motiva el deseo de condenar. Su verdadero deseo refleja el amor de Dios; de hecho, es el amor de Dios.
Al reconocer que Dios nos ama de manera perfecta, podríamos preguntarnos: “¿Cuán bien amo yo a Dios? ¿Puede Él depender de mi amor tal y como yo dependo del Suyo?”.
Testifico de la realidad de nuestro Padre Celestial y de nuestro Redentor, Jesucristo, así como del amor constante e imperecedero que Ellos sienten por nosotros.