Historia de la Iglesia
La apertura de la misión de Checoslovaquia


La apertura de la misión de Checoslovaquia

El 27 de febrero de 1884, Thomas Biesinger llegó a Praga, que formaba parte del Imperio Austrohúngaro. Puesto que las leyes locales no permitían la predicación, Biesinger introducía sutilmente mensajes del Evangelio en las conversaciones cotidianas.

Cierta tarde, Biesinger sintió que pronto se le arrestaría. En lugar de huir, decidió quedarse y compartir su mensaje en Praga, incluso con los funcionarios judiciales, si se daba la ocasión.

A las primeras horas del día 30 de marzo, la policía despertó y arrestó a Biesinger. Después de pasar 38 días en la cárcel, se le llevó ante el quinto tribunal municipal para afrontar acusaciones de proselitismo. Entre quienes testificaron contra él se hallaba Anthon Just, un comerciante de pieles con quien Biesinger había tenido una conversación sobre el Evangelio. Antes de que concluyera el juicio, Biesinger habló al tribunal. “Tuve la oportunidad de dar mi testimonio detalladamente”, escribió más adelante Biesinger. Se le sentenció a 30 días más de cárcel.

Tras su liberación, Biesinger pasó dos días en Praga y bautizó a su único converso: Anthon Just.

Durante varias décadas no volvió ningún misionero a Praga, mas algunas personas checas hallaron el Evangelio en otras partes. En 1913, Františka Brodilová se unió a la Iglesia mientras vivía en Viena.

La familia Brodil

La familia Brodil, alrededor de 1918.

Cuando se reclutó a los hombres de la Rama Viena para combatir en la Primera Guerra Mundial, las mujeres de la rama, entre ellas, la hermana Brodilová, continuaron realizando reuniones, enseñándose el Evangelio mutuamente, y brindando consuelo. Sin embargo, al finalizar la guerra, se disolvió el Imperio Austrohúngaro y se expulsó de Viena a los ciudadanos checos. La hermana Brodilová, su esposo y sus dos hijas se vieron obligados a huir. František, su marido, murió poco después de llegar a Praga.

Viuda y sola, la hermana Brodilová no tuvo contacto con otros miembros de la Iglesia por más de dos años. A pesar de ello, continuó enseñando los principios del Evangelio restaurado a sus hijas y orando para que algún día los misioneros pudieran predicar en Checoslovaquia.

En 1928, Brodilová recibió al primer misionero asignado a Praga en más de 40 años: era Thomas Biesinger, por entonces de 84 años de edad, que había orado desde 1884 para tener la oportunidad de volver. El 7 de marzo de 1928, el élder Biesinger entregó en persona una solicitud al Ministerio del Interior para pedir autorización para establecer una misión en el país.

En breve se concedió la autorización. El 24 de julio de 1929, el élder John A. Widtsoe, del Cuórum de los Doce Apóstoles, —junto con algunos miembros, misioneros y líderes de la Iglesia— ascendió una pequeña colina cerca del Castillo de Karlštejn, desde donde se domina Praga, y dedicó el país para la predicación del Evangelio restaurado; además, organizó de formalmente la Misión Checoslovaca, y llamó a Arthur Gaeth como su presidente. Al domingo siguiente, se efectuó la primera reunión de la Iglesia en Checoslovaquia, en la casa de la hermana Františka Brodilová. La misión tuvo algo de éxito y permaneció abierta hasta agosto de 1939, cuando se evacuó de Europa a todos los misioneros norteamericanos en la antesala de la Segunda Guerra Mundial.