“Acepto humildemente el llamamiento”
A finales de 1989, el Partido Comunista abandonó el poder, y Checoslovaquia comenzó a transitar una pacífica transición hacia la democracia. La llamada Revolución de Terciopelo condujo a mayor libertad y permitió que los miembros de la Iglesia practicaran abiertamente su religión. En febrero de 1990, tras cuarenta años de solicitudes denegadas, se concedió reconocimiento oficial a la Iglesia. En mayo, los misioneros regresaron al país y el 1 de julio de 1990 se organizó de manera formal la Misión Checoslovaquia Praga.
El 20 de mayo de 1991, Jiří y Olga Šnederfler recibieron una llamada telefónica del presidente Thomas S. Monson, de la Primera Presidencia, quien les pidió que prestaran servicio respectivamente como presidente y directora de las obreras del Templo de Freiberg, Alemania. Jiří se quedó atónito. “¿Está allí, Jiří?”, preguntó el presidente Monson.
Recobrándose, Jiří tan solo respondió: “Acepto humildemente el llamamiento”. Los Šnederfler prestaron servicio en Freiberg desde 1991 hasta 1995. Durante su tiempo de servicio, desempeñaron una función crucial al extender las bendiciones del templo a muchos santos de Europa del Este que, al igual que ellos, habían perseverado en la fe durante el comunismo.
Desde entonces, una creciente cantidad de ciudadanos de la República Checa se ha abierto camino hasta el Templo de Freiberg, conforme las ramas del país han registrado un crecimiento gradual, pero sostenido. Aunque ha habido muchos obstáculos e interrupciones desde que Thomas Biesinger llegó a Praga en 1884, se está cumpliendo el sueño que han compartido generaciones de santos checos de ver la Iglesia firmemente establecida en su patria: el 15 de mayo de 2016 se organizó la Estaca Praga, República Checa, la primera estaca del país.