Llevar el Evangelio al Congo

Ya en la década de 1960, algunas personas que vivían en la actual República Democrática del Congo (conocida como Zaire entre 1971 y 1997) comenzaron a mantener correspondencia con las Oficinas Generales de la Iglesia. Aunque la Iglesia no estaba presente en el país, sus representantes enviaron libros y aliento a aquellos que habían enviado cartas. Muchos de ellos comenzaron a enseñar el Evangelio y organizaron congregaciones no oficiales. Como respuesta a esos esfuerzos, los líderes de la Iglesia enviaron representantes para establecer su presencia oficial en el país desde el año 1979 y hasta mediados de la década de 1980.

Durante ese tiempo, muchos emigrantes congoleños encontraron la Iglesia en Europa y en los Estados Unidos. Mbuyi Nkitabungi fue bautizado en Bélgica en 1980, sirvió en una misión de tiempo completo en Inglaterra y, en 1985, sintió la impresión de que debía volver a casa. Escribió esto a las Oficinas Generales de la Iglesia: “Uno de mis propósitos justos es edificar […] Sion en el corazón de Zaire. Sé que hay unos cuantos miembros de mi país que están esperando esa oportunidad […]. Díganme todo lo que debo hacer”.

Nkitabungi se puso en contacto con otros miembros en Kinshasa, que se reunían en casa de Mike y Katie Bowcutt, un matrimonio estadounidense. Al igual que Nkitabungi, muchos de esos miembros eran santos congoleños que se habían unido a la Iglesia en el extranjero. Debido a que la Iglesia todavía no había recibido reconocimiento legal en el país, los miembros no llevaban a cabo reuniones públicas. Aun así, el grupo rápidamente superó la capacidad de la vivienda de los Bowcutt, por lo que trasladaron las reuniones al garaje de Nkitabungi.

Los primeros miembros de la Rama Kinshasa reunidos en el garaje de Mbuyi Nkitabungi, aproximadamente en 1986.

En febrero de 1986, durante una transmisión por la televisión pública, el presidente del país prometió que otorgaría reconocimiento legal a la Iglesia. Poco después, los miembros comenzaron a predicar el Evangelio abiertamente. Ese mismo mes, llegaron Ralph y Jean Hutchings, los primeros misioneros llamados a servir en Zaire, y se encontraron en Kinshasa con un grupo que iba en aumento. El reconocimiento oficial se otorgó en abril y, en junio de 1987, la Iglesia estaba creciendo con tanta rapidez en Zaire que se organizó una misión presidida por Ralph Hutchings.

Los misioneros también se comunicaron con grupos no oficiales cerca de Lubumbashi. Aunque la transición resultó difícil para algunos, no tardó en surgir un segundo centro de fortaleza. Durante los meses de mayo a julio de 1987, se llevaron a cabo 170 bautismos. Algunas personas recorrían hasta 300 kilómetros (186 millas) desde Pweto, Kolwezi y Likasi para asistir a las reuniones.

Cuando Elie Monga, de Kolwezi, leyó el Libro de Mormón en 1987, cuando tenía veintiún años, quedó impresionado. “Sentí intensamente que eso era lo que necesitaba”, dijo más adelante. Monga recorrió los 300 kilómetros hasta Lubumbashi para reunirse con los misioneros. Después de solo una charla, decidió que quería ser bautizado. Luego del bautismo, con el apoyo de los misioneros, organizó reuniones de Escuela Dominical en su casa. “Comenzamos a reunirnos y a enseñar a nuestros amigos [y familiares]”, relató, “llevándoles el mensaje de esperanza a través del Evangelio restaurado”. En poco tiempo había un gran grupo reuniéndose en casa de Monga. Cuando, un año más tarde, se organizó el primer servicio bautismal en Kolwezi, hicieron falta más de tres horas y media para que Monga bautizara a los ochenta y dos conversos que habían aceptado el Evangelio. Fue uno de muchos éxitos: en el año 1990, tan solo cuatro años después de se reconociera la Iglesia oficialmente, había ramas y distritos prosperando en Kinshasa, Lubumbashi y muchas otras ciudades de todo el país.