Un templo en la República Democrática del Congo

Thierry Mutombo tenía ocho años cuando él y sus padres, Antoine K. Mutombo y Marie Therese M. Nzambu, fueron bautizados en junio de 1986. Dos semanas más tarde, Antoine soñó con una hermosa “casa blanca y grande” que “parecía una perla blanca de lejos”. Confundido y asombrado, le preguntó al matrimonio de misioneros mayores acerca del posible significado de ese sueño. Ellos respondieron que ese edificio era un templo y que un día Thierry tendría la oportunidad de ir. “Poder ir al templo se convirtió en el sueño vital de mi padre”, relató Thierry. “Nos enseñó sobre los templos durante la noche de hogar a lo largo de nuestra vida”.

Después de servir en una misión en Costa de Marfil, Thierry conoció a Nathalie Sinda, quien sentía un amor similar por el templo. En 1994, los padres de Nathalie y algunos de sus hermanos habían muerto. Tres años más tarde, fue bautizada y comenzó a soñar con sus padres y sus hermanos, que le rogaban que los ayudara. Aunque Nathalie sirvió en una misión, no había tenido la oportunidad de asistir al templo. “Un día iré al templo y haré toda la obra por mis padres”, escribió Nathalie en su diario cuando era misionera.

Thierry y Nathalie Mutombo se casaron por lo civil en el año 2002. Un año más tarde, falleció su primer hijo dos semanas después de nacer. “Cuando lloraba por nuestro bebé”, recordó Nathalie, “mi esposo me dijo: ‘No llores, un día estaremos sellados a él por esta vida y la eternidad’”. El 18 de noviembre de 2004, Thierry, Nathalie y su segundo hijo viajaron al Templo de Johannesburgo, Sudáfrica, para ser sellados como familia. “Hemos esperado ese momento para estar juntos como una familia eterna”, dijo Thierry. En ese viaje, Nathalie también cumplió el sueño de poder hacer las ordenanzas del templo por sus padres y sus hermanos, extendiendo la cadena de sellamientos a una generación anterior.

Siete años más tarde, en la noche del sábado 1 de octubre de 2011, Thierry y Nathalie Mutombo estaban viendo la conferencia general con sus hijos, en su casa en Kinshasa, cuando el Presidente de la Iglesia, Thomas S. Monson, anunció los planes para construir un templo en Kinshasa. Para Thierry, un templo no solo significaba bendiciones para la eternidad, sino también la esperanza de recibir bendiciones para su país. “Un templo en la República Democrática del Congo significa que el Señor está velando por nuestro país y que finalmente tendremos paz”, dijo.

Thierry también se sintió emocionado de que su padre hubiera vivido para escuchar ese anuncio. “Mi padre había esperado un templo en Kinshasa toda su vida”, dijo. En febrero de 2016, la familia Mutombo, incluido Antoine Mutombo, asistió a la ceremonia de la palada inicial del Templo de Kinshasa, República Democrática del Congo. Antoine dijo: “Es una respuesta a mis oraciones”. Antoine K. Mutombo falleció unos meses más tarde, después de haber visto que su sueño comenzaba a hacerse realidad.