Historia de la Iglesia
“Estableceré una Iglesia a través de tu mano”


“Estableceré una Iglesia a través de tu mano”

Edwin y Elsie Dharmaraju

Edwin y Elsie Dharmaraju al partir de Samoa Estadounidense para ser los primeros misioneros llamados específicamente para servir en la India independiente, en 1978

Edwin y Elsie Dharmaraju, unos ciudadanos indios que vivían en Samoa Occidental, apreciaban su amistad con Richard y Lillian Ashby, quienes estaban sirviendo en una misión de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Sin embargo, dudaron al recibir la invitación de los Ashby a investigar seriamente la Iglesia. “Provengo de una familia de larga tradición de miembros de la Iglesia anglicana”, explicó Edwin. “Si abandonamos nuestra iglesia y nos unimos a otra, causaríamos la mayor decepción imaginable”. Los Dharmaraju solo lo reconsideraron luego de que Lillian muriera de cáncer y les dejara su combinación triple, un libro de Escrituras que incluía el Libro de Mormón, Doctrina y Convenios y la Perla de Gran Precio. En el curso de un año, Edwin, Elsie y tres de sus hijos mayores se unieron a la Iglesia.

Edwin y Elsie, que habían estado tan preocupados por la reacción de su familia si cambiaban de religión, no tardaron en desear que sus familiares de la India tuvieran la oportunidad de aceptar el Evangelio restaurado. Escribieron al Presidente de la Iglesia, Spencer W. Kimball, solicitando que se enviaran misioneros a Hyderabad y se sorprendieron al ser llamados ellos mismos a servir en una misión de corto plazo, para enseñar a sus familiares allí.

Cuando en diciembre de 1978 se sentaron en el avión, Edwin recordaba: “De repente nos dimos cuenta de la magnitud de nuestras responsabilidades como misioneros y nos invadió el temor. Cualquier equivocación que cometiéramos al hablar o actuar perjudicaría a la Iglesia y a su futuro”. Como ciudadanos indios que servían como misioneros en su país natal, sabían que sus acciones podrían afectar a la voluntad futura del Gobierno de conceder visados misionales a extranjeros. Para calmarse, Elsie abrió la ahora ya familiar combinación triple que Lillian Ashby les había dejado y leyó: “Alza tu corazón y regocíjate, porque la hora de tu misión ha llegado […]. Sí, abriré el corazón de los del pueblo, y te recibirán; y estableceré la iglesia por tu mano” (Doctrina y Convenios 31:3, 7).

Durante la breve misión de los Dharmaraju, veintidós miembros de su extensa familia se unieron a la Iglesia. Este grupo constituyó el comienzo de la presencia de la Iglesia en Hyderabad. Treinta y cuatro años después, allí se organizó la primera estaca de la India, cumpliendo el deseo de Elsie Dharmaraju de que se estableciera la Iglesia por su mano y por la de su esposo.