2002
Preguntas y respuestas
junio de 2002


Preguntas y respuestas

¿Cómo puedo trabar amistad con los jóvenes de mi barrio cuando me resulta más fácil estar con mis amigos que no son miembros?

Estas respuestas se dan como ayuda y orientación para los miembros de la Iglesia, y no como doctrina religiosa.

La Respuesta de Liahona

En realidad, esa pregunta consta de dos partes: ¿Cómo debo obrar en cuanto a los jóvenes Santos de los Últimos Días de mi barrio o rama?, y ¿qué debo hacer respecto a mis amigos que no son miembros?

Lamentablemente, los Santos de los Últimos Días no siempre llevan vidas ejemplares, en especial los jóvenes, pues en ocasiones tienen dificultades con la amabilidad y el amor. En consecuencia, aquellos que debieran ser sus amigos a veces no muestran consideración hacia otros jóvenes o los ridiculizan.

Si te encuentras en esas circunstancias, trata de tener presente un aspecto muy importante: eres un hijo de Dios. Tu Padre Celestial te ama y está agradecido por todo lo que haces por vivir el Evangelio y ser activo en tu barrio o rama. Aunque Él no obliga a nadie a vivir el Evangelio, te apoyará en tus intentos de ser paciente y de no darte por vencido.

Si bien no puedes tomar decisiones por otras personas, sí puedes elegir cómo reaccionar ante esas decisiones. Lo más importante que puedes hacer es intentar ser como Cristo en tu reacción cuando los demás se mofen de ti o no te tomen en cuenta. Sé amigable y trata de dar un buen ejemplo sin comportarte como si fueras superior. A veces, una actitud amable puede empeorar la situación. Si se da ese caso, ora para que se ablanden los corazones: el tuyo para que no se torne amargo, y el de los demás para que vean en ti a la persona que realmente eres. Si tratas a los demás como hijos de nuestro Padre Celestial, puede que terminen por recordar quiénes son y actuar de acuerdo con ese hecho.

Quizás no puedas resolver la situación tú solo, por lo que debieras buscar consejo apropiado y la ayuda de tus padres o de los líderes de la Iglesia. El obispo o el presidente de rama es responsable del bienestar espiritual de los miembros a quienes preside y él puede buscar orientación para saber qué hacer.

Pero ante todo, no permitas que los demás determinen tu actividad en la Iglesia. Si dejas de intentar hacer amigos Santos de los Últimos Días, perderás oportunidades de servir y de superarte. Mira a tu alrededor en tu barrio o rama en busca de otras personas —tal vez mayores o menores que tú— que necesiten tu amistad. ¿Hay algún niño de la Primaria al que puedas ayudar? ¿Una viuda? ¿Una madre con niños pequeños? Es posible que descubras que hay muchos miembros de tu barrio o rama que se sienten agradecidos por tu amistad.

La otra pregunta —¿qué hacer respecto a tus amigos que no son miembros?— es más fácil de responder. Si su conducta es cristiana y te tratan bien, entonces pasa tiempo con ellos. Las buenas amistades son muy valiosas y si en verdad son tus amigos, respetarán tus creencias y no te pedirán que hagas nada que vaya en contra de tus principios. Además, si ellos te ven vivir tu religión, es probable que se muestren interesados en saber más de ella. Y aunque nunca muestren interés en la Iglesia, lo más probable es que tengan en común muchos valores positivos y puedan ser un estímulo mutuo para evitar las tentaciones y la maldad del mundo.

Las Respuestas de los Lectores

Si alguien me molesta, intento no prestar atención. Duele que te traten de tal forma, pero cuando pienso en Jesucristo, me doy cuenta de que mis penalidades son insignificantes en comparación con las Suyas y sigo intentando ser amable. Para mí es importante ir a la Iglesia, no por causa de mis amigos, sino para obedecer la ley del día de reposo y adorar al Señor.

Sri Martini Wardoko, Rama Yakarta Sur, Distrito Yakarta, Indonesia

Debemos tener amigos dentro y fuera de la Iglesia, y debemos romper cualquier barrera que nos impida trabar amistad con los miembros de la Iglesia. Hace falta pasar tiempo con los miembros porque pueden ayudarnos al caminar por el sendero que conduce a la vida eterna.

David Cristóbal Vallejo Domínguez, Barrio Choloma, Estaca Fesitranh, Honduras

A mí me ayuda el hacerme dos preguntas: ¿Debo amar a los demás? o ¿debo esforzarme por que me amen? Siempre trato de amar a los demás, elección que me ha obligado a amar a aquellos que no son amables. El hacerlo me sirve para concentrarme en los aspectos positivos de su carácter e impide que los pase por alto.

Élder François Ngindu Ngindu, Misión República Democrática del Congo Kinshasa

Si vemos que algunas personas que debieran ser nuestros amigos nos dan la espalda, nuestra obligación no es alejarnos de ellos, sino mostrarles que los amamos y nos preocupamos por ellos. En ocasiones lo único que precisamos hacer es arrodillarnos y nuestro Padre Celestial nos fortalecerá.

Élder Ihuoma Chidiebere Loveday, Misión Nigeria Port Harcourt

Algunos miembros aún no han aceptado la idea de que debemos hacer con los demás lo que queremos que éstos hagan con nosotros. De todos modos, a cambio debemos tratarlos con amor. Basa tu comportamiento en el siguiente principio: “…a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra” (Mateo 5:39).

Catherine Slight, Barrio Mascouche, Estaca Montreal, Québec

Jamás debemos olvidar que nuestros mejores amigos son Dios, Jesucristo, nuestros padres y nuestros familiares. Sigue perseverando en la fe, pues puede que ésa sea una prueba por la que debas pasar.

Cristiano Sölla, Barrio Porto Velho, Estaca Río Grande, Brasil

Estamos en la tierra para ser probados (véase Abraham 3:25) y algunas pruebas pueden venir por medio de nuestros familiares, amigos o vecinos. No importa lo duro que sea la prueba, podemos salir victoriosos con la mira puesta únicamente en la gloria de Dios (véase D. y C. 88:67–68).

Simboe Doe, Barrio Logan Town, Estaca Monrovia, Liberia

Si los miembros de tu edad se burlan de ti o no te toman en cuenta, debes tomar la iniciativa para saludarles y llegar a conocerles mejor. Esfuérzate por invitar a las actividades de la Iglesia a tus amigos que no son miembros, y aprovecha esa oportunidad para compartir el Evangelio. Es probable que esos amigos lleguen a ser miembros de la Iglesia.

Chen Yu-chuan, Rama Dyker Heights 4 (chino), Estaca Brooklyn, Nueva York

El camino más fácil para ganarte un amigo es el esbozar una sonrisa, aun cuando sea difícil. Si los miembros del barrio no quieren ser tus amigos, perdónales por obrar así, dibuja una sonrisa y vuélvelo a intentar. Puede que cambien cuando vean que no cesas de intentar ganarte su amistad. Esa difícil situación se tornará más fácil si la encaras con paciencia, una buena actitud, fe y oración.

Bianca Borchardt, Rama Halberstadt, Estaca Hannover, Alemania

“Trata a todos con bondad y dignidad”

“ Todos necesitamos buenos amigos. Tu círculo de amistades influirá grandemente en tu manera de pensar y de actuar, así como tú influirás en la de ellos. Cuando se tienen cosas en común con los amigos, nos fortalecemos y motivamos mutuamente. Trata a todos con bondad y dignidad. Muchas personas que no eran miembros se han convertido a la Iglesia gracias a amigos que los invitaron a participar en las actividades de la misma” ––Presidente Thomas S. Monson, Primer Consejero de la Primera Presidencia (véase “Para tocar el cielo”, Liahona, enero de 1991, pág. 32).

“Sé un buen amigo”

“ Para tener buenas amistades, tú mismo o tú misma tienes que ser un buen amigo o una buena amiga; demuestra interés en los demás y hazles saber que sientes afecto por ellos. Trata a todos con bondad y respeto; esfuérzate por brindar amistad a aquellos que son tímidos o que sienten que no forman parte del grupo” ( Para la fortaleza de la juventud: Cumplir nuestro deber a Dios, 2001, pág. 12).