2010
Seré hallado por vosotros
Enero 2010


Hasta la próxima

“Seré hallado por vosotros”

Mis pensamientos se volvieron al juego de las escondidas que jugábamos mi esposa y yo con nuestros hijos pequeños. Queríamos que ellos nos buscaran, pero, al mismo tiempo, queríamos que nos encontraran.

Al final de la lección de la Escuela Dominical, la hermana Hart nos pidió que buscáramos Jeremías 29. Dijo que leería en voz alta los versículos 12–14, y nos pidió que meditáramos en el significado de las palabras.

“Entonces me invocaréis”, leyó, “y vendréis y oraréis a mí, y yo os escucharé;

“y me buscaréis y me hallaréis cuando me busquéis con todo vuestro corazón.

“Y seré hallado por vosotros, dice Jehová …”

La hermana Hart siguió adelante, y terminó con el versículo 14, pero mis pensamientos se quedaron felizmente rezagados, deleitándose en la promesa “Seré hallado por vosotros”. Recordé las épocas en que mi esposa Emma y yo jugábamos a las escondidas con nuestros hijos pequeños. Cuando era nuestro turno de escondernos y el de ellos buscarnos, siempre nos poníamos en un lugar donde nos encontraran con facilidad. A veces hacíamos ruidos o dejábamos un pie a la vista para que nos encontraran rápidamente. A veces nos escondíamos repetidas veces en el mismo lugar. Queríamos que nuestros hijos nos buscaran, pero también queríamos que nos encontraran. Anhelábamos sus abrazos y sus alegres e incontroladas risitas de triunfo.

Ese recuerdo aumentó mi comprensión del amor que nuestro Padre Celestial siente por nosotros. Él desea que lo busquemos, pero también desea que lo encontremos, ya que sabe lo felices que seremos cuando lo logremos. Él no intenta hacernos trampas; más bien, hace todo lo que puede por ayudarnos a saber dónde y de qué manera buscar: nos da las Escrituras, llama profetas, escucha nuestras oraciones, nos guía por medio del poder del Espíritu Santo, nos bendice con templos y con las ordenanzas del sacerdocio y con familia y amigos. Y, si en algún momento lo hemos encontrado en algún lugar, podemos estar seguros de que lo volveremos a encontrar allí si estamos dispuestos a comenzar de nuevo nuestra búsqueda.

“Y seré hallado por vosotros, dice Jehová”. ¡Qué promesa tan consoladora! En un mundo en el que los problemas y las tentaciones parecen encontrarnos con tanta facilidad, nos tranquiliza saber que nuestra mayor fuente de fortaleza es fácil de encontrar.

Ilustración fotográfica por David Stoker.