¿Cuál es la posición de la Iglesia en cuanto a la homosexualidad? ¿Está bien que tengamos amistad con personas que tienen sentimientos homosexuales?
La Iglesia se opone a la conducta homosexual, pero tendemos una mano de entendimiento y respeto a las personas que sienten atracción hacia personas de su mismo sexo.
Si conoces a alguien que se sienta atraído hacia personas de su mismo sexo, aplica los mismos principios que pones en práctica con tus otras amistades: “Selecciona a tus amistades con mucho cuidado, ya que éstas surtirán una gran influencia en tu modo de pensar y actuar, e incluso podrán determinar la persona que llegarás a ser. Elige amistades que tengan los mismos valores que tú a fin de que puedan fortalecerse y animarse mutuamente a vivir normas elevadas. Un verdadero amigo o una verdadera amiga te animará a comportarte de la mejor manera posible… Trata a todos con bondad y respeto” (Para la Fortaleza de la Juventud, folleto, 2001, pág. 12).
La Iglesia enseña que la sexualidad humana tiene un propósito en el plan del Padre Celestial. A fin de que seamos felices y cumplamos con ese propósito, se nos manda vivir la ley de castidad. La conducta homosexual es contraria a ese propósito e infringe los mandamientos de Dios.
No obstante, si alguien siente atracción hacia personas de su mismo sexo y no actúa de acuerdo con esos sentimientos, él o ella no habrá pecado. La norma moral de la Iglesia es la misma para todos, sin importar hacia qué sexo uno se sienta atraído. Ni el Señor ni Su Iglesia pueden aprobar ningún comportamiento que quebrante Sus leyes. Una vez más: condenamos la conducta inmoral, no a la persona.