Las mejores palabras
Por Jared Rodríguez, Maryland, EE. UU.
Ya que usamos la misma boca para orar, compartir nuestro testimonio y bendecir la Santa Cena que la que utilizamos para hablar, debemos tener cuidado de mantener nuestras palabras limpias y puras. Nuestra manera de hablar dice mucho sobre quiénes somos y sobre nuestro estilo de vida. El apóstol Pablo dijo: “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de que dé gracia a los oyentes” (Efesios 4:29). Nuestro Padre Celestial se siente ofendido cuando tomamos Su nombre en vano.
La oración es lo opuesto a la blasfemia. Cuando oramos, usamos las mejores palabras posibles. Al comunicarnos con nuestro Padre Celestial, quien nos ama, es esencial que lo hagamos con pureza y humildad. De ese modo, seremos guiados y seremos capaces de ver las bendiciones infinitas del Evangelio en nuestra vida.