2014
Aprender más acerca de lo que les espera
Octubre 2014


Aprender más acerca de lo que les espera

Los jóvenes de Oslo, Noruega, pasaron un día preparándose para la vida de un misionero de tiempo completo.

photos of a missionary preparation conference

Imágenes de las fotos por lukas_zb/iStock/Thinkstock.

Desde que el presidente Thomas S. Monson anunció el cambio de edad para prestar servicio misional, los jóvenes de toda la Iglesia han respondido con entusiasmo no sólo a la invitación de servir, sino también a la invitación de prepararse para prestar servicio. Una forma de prepararse es familiarizarse más con lo que les espera cuando sean misioneros de tiempo completo.

Algunos jóvenes de Noruega hicieron exactamente eso durante un día entero de “Experiencia misional”, organizada por el Barrio Fredrikstad, de la Estaca Oslo, Noruega.

Entrar al “CCM”

Los jóvenes se reunieron en un salón del centro de reuniones que representaba el centro de capacitación misional. “Recibimos la asignación de aprender acerca de un país”, dice Jakob R., del Barrio Moss. “Nos dio una idea de lo que sería recibir un llamamiento misional y saber que podríamos ser llamados a un lugar diferente del que estamos acostumbrados”.

Conocer al “Presidente de misión”

“Después, fuimos al salón contiguo para conocer a un ex misionero que hacía el papel del presidente de misión”, explicó Simon W., del Barrio Oslo. Él y otros ex misioneros hablaron sobre lo que se puede esperar cuando uno sirve en una misión. “Me pareció genial que fueran ex misioneros los que nos enseñaran qué esperar durante una misión de tiempo completo”, comenta Simon. A los participantes también se les dio una placa de identificación, se les asignó un compañero/a y se les instruyó que permanecieran con su compañero/a todo el tiempo.

Adquirir destrezas

En los talleres se instruyó a los jóvenes en cuanto a cómo fortalecerse espiritualmente, pero también sobre cómo manejar las necesidades temporales tales como lavar la ropa, ajustarse a un presupuesto y mantenerse en buen estado físico.

“En particular, me gustó el taller en cuanto a cómo comenzar una conversación sobre el Evangelio”, menciona Inger Sofie J., del Barrio Oslo. “Eso es algo que puedo comenzar a hacer ahora mismo”.

“Me gustó la charla sobre cómo utilizar Predicad Mi Evangelio”, dice Karl Frederik O., del Barrio Fredrikstad. “Siempre había pensado que los misioneros tenían su propia lista de Escrituras que tenían que aprender, pero me di cuenta de que lo que ya estoy haciendo en seminario me ayudará como misionero y también el hecho de que ya estoy estudiando Predicad Mi Evangelio”.

Muchos jóvenes dijeron que uno de los talleres más memorable incluyó el practicar planchar una camisa blanca. “Me recordó que hay muchas habilidades prácticas que puedo esforzarme por aprender a fin de prepararme para una misión de tiempo completo”, explica Jakob.

“Aprendí que hay muchas cosas que puedo hacer ahora mismo para unirme a los misioneros de tiempo completo que prestan servicio aquí, para que todos seamos parte del mismo equipo”, comenta Sarah R., del Barrio Sandvika. “Los miembros también son misioneros”.

Como recordatorio de que los misioneros prestan servicio en todo el mundo, para el refrigerio se usaron recetas de una variedad de países. “Eso me recordó que debo probar comidas nuevas ahora para habituarme a comer lo que no como regularmente, pues eso me ayudará a adaptarme más rápido si me llaman a un lugar donde se comen cosas que no acostumbro”, dice Simon.

Prepararse

“Al final del día, después de escuchar el testimonio de dos jóvenes y dos misioneros que acababan de regresar de su misión, cantamos el himno “Llamados a Servir”, dice Liss Andrea O., del Barrio Fredrikstad. “Sentí que si sigo cantando ese himno todo el tiempo, tendré un recordatorio constante de que cuando somos misioneros, servimos a nuestro Padre Celestial y que Él nos bendecirá”.

Para el fin de la jornada, los jóvenes de la estaca comprendieron que no sólo se están preparando para la experiencia de una misión de tiempo completo, sino que pueden tener experiencias misionales ahora mismo y durante el resto de su vida.