“¿Cómo viví sin el Libro de Mormón?”, Liahona, febrero de 2024.
Voces de los Santos de los Últimos Días
¿Cómo viví sin el Libro de Mormón?
Mi estudio personal y familiar del Libro de Mormón me ha ayudado a sentir calma, ánimo y esperanza.
Hace algún tiempo, un amigo y yo nos postulamos para acceder a un programa de formación académica. Estaba seguro de que me seleccionarían. Cuando salieron los resultados, me desilusionó que seleccionaran a mi amigo y a mí no. Me sentí mal porque pensaba que merecía que me seleccionaran más que a mi amigo.
En ese momento, vi a mi amigo como un oponente o alguien que había tomado algo que me pertenecía. Unos días después, mientras estudiaba Jacob 2 en el Libro de Mormón, leí cómo Jacob había reprendido a su pueblo por sus pecados. Uno de esos pecados era el orgullo.
Las enseñanzas de Jacob hicieron que me diera cuenta de que estaba cometiendo el pecado del orgullo hacia mi amigo al pensar que yo merecía algo que se le había dado a él. Las palabras de Jacob fueron una revelación para mí:
“¡No permit[á]is que este orgullo de vuestros corazones destruy[a] vuestras almas!
“Considerad a vuestros hermanos como a vosotros mismos” (Jacob 2:16–17).
Oré al Padre Celestial para que me perdonara y me ayudara a evitar el pecado del orgullo en el futuro. Después hablé con mi amigo sobre cómo me había sentido y le pedí que me perdonara. Sentí paz y gozo al hacerlo y al recibir el perdón de él y del Padre Celestial.
Mi estudio personal y familiar del Libro de Mormón me ha dado un sentido de dirección y me ha ayudado a sentir calma, ánimo y esperanza. A veces me pregunto cómo logré vivir durante muchos años sin el Libro de Mormón.
Sin el Libro de Mormón, no tendría la esperanza de llegar a ser una mejor persona. Mi vida estaría vacía y sin un propósito claro. No sabría que Dios tiene un plan de salvación para Sus hijos. No tendría una comprensión clara de la Expiación de Jesucristo. No tendría esperanza en un mundo mejor. No creería las cosas que creo, no haría las cosas que hago, no pensaría como pienso ni sería lo que soy.
Por medio del Libro de Mormón, he recibido la certeza de que Dios ama a todos Sus hijos en todas partes del mundo y se preocupa por ellos. Sé que el Libro de Mormón es en verdad otro testamento de Jesucristo.