“1 Nefi 2: ‘Me has buscado diligentemente’”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“1 Nefi 2”, El Libro del Mormón, Manual del maestro
1 Nefi 2
“Me has buscado diligentemente”
A veces, el Señor nos manda hacer cosas que tal vez nos resulten difíciles de entender o hacer. Después de llamar al pueblo de Jerusalén al arrepentimiento, Lehi obedeció una revelación en la que se indicaba que se marchara con su familia al desierto. En lugar de murmurar como Lamán y Lemuel, Nefi acudió al Señor para obtener mayor entendimiento y su corazón se enterneció. La finalidad de esta lección es ayudarte a sentir un mayor deseo de volverte al Señor cuando Él te pida que hagas cosas difíciles.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Responder al consejo del Señor
Imagina que estás escuchando la conferencia general y el Presidente de la Iglesia da un consejo que crees que te resultará difícil de seguir. Después de la conferencia, comienzas a escuchar a otros miembros de la Iglesia que se quejan de su consejo y preguntan por qué el profeta nos pide que hagamos eso. Al escuchar estas conversaciones, comienzas a preguntarte qué deberías hacer.
-
¿Cuáles podrían ser algunas reacciones negativas ante las quejas y las críticas de los miembros?
-
¿Cuáles serían algunos enfoques positivos para tratar esa situación? ¿Qué complacería al Señor?
En 1 Nefi 2 verás a los hijos de Lehi responder de diferentes maneras a un mandamiento difícil que Dios les dio por medio de Su profeta. A medida que estudias, busca principios que puedan ayudarte si en alguna ocasión te resulta difícil seguir al profeta.
El Señor manda a Lehi que se marche de Jerusalén
Tal vez recuerdes que el Señor mandó a Lehi que advirtiera al pueblo de Jerusalén que serían destruidos si no se arrepentían. Lee 1 Nefi 2:1–5 y busca el consejo que el Señor dio a Lehi luego de este predicara el arrepentimiento. Si lo deseas, podrías mirar “Lehi delibera en consejo con su familia para salir de Jerusalén” (2:27), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
La distancia que la familia de Lehi pudo haber recorrido desde Jerusalén hasta las orillas del mar Rojo fue de 320 kilómetros (200 millas) aproximadamente. Su viaje les tomaría muchos días y los llevaría a través de una tierra calurosa y estéril, conocida por la presencia de ladrones al acecho para robar a los viajeros desprevenidos.
-
Si fueras uno de los hijos de Lehi, ¿cómo crees que habrías reaccionado en esa situación? ¿Por qué?
-
¿Qué preguntas podrías haber tenido?
-
¿En qué manera ves que se demuestra la misericordia del Señor en Su mandamiento de abandonar Jerusalén?
La respuesta de Lamán y Lemuel |
La respuesta de Nefi y Sam |
---|---|
La respuesta de Lamán y Lemuel | La respuesta de Nefi y Sam |
Si lo deseas, también puedes mirar “Nefi ora por Lamán y Lemuel” (6:02), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, y buscar otras ideas que puedas agregar a tu cuadro.
-
¿Qué notaste al comparar las acciones de Lamán y Lemuel con las acciones de Nefi y Sam?
-
¿Cómo resumirías en una frase lo que aprendiste de los ejemplos de Lamán y Lemuel? ¿Cómo resumirías lo que aprendiste de los ejemplos de Nefi y Sam?
Dedica unos minutos a repasar lo que has escrito. Piensa en qué acciones o motivos son más similares a los tuyos. ¿Qué deseos, pensamientos o sentimientos te vienen a la mente al hacer esta comparación?
A partir del ejemplo de Lamán y Lemuel, posiblemente hayas descubierto lo siguiente: El no conocer la manera de proceder del Señor y no creer en Sus profetas nos puede llevar a murmurar. A partir del ejemplo de Nefi, posiblemente hayas aprendido lo siguiente: Cuando procuramos diligentemente entender los mandamientos del Señor, Él puede enternecer nuestro corazón para ayudarnos a creer y obedecer.
El comentario de Nefi de que el Señor “enterneció [su] corazón” (1 Nefi 2:16) indica que, al igual que para Lamán y Lemuel, obedecer ese mandamiento tampoco fue sencillo para él. Piensa en cómo la decisión de Nefi de acudir al Señor en esa situación pudo haber influido en el resto de su vida. Piensa en cómo la vida de Lamán y Lemuel podría haber sido diferente si hubieran seguido el ejemplo de Nefi.
-
¿Cuáles son algunas de las situaciones que estás afrontando o que podrías afrontar en las que seguir el ejemplo de Nefi sería beneficioso para ti?
-
¿Cómo podría influir en tu vida, ahora y en el futuro, el buscar humildemente al Señor en esas circunstancias, en vez de ser incrédulo y murmurar?
-
¿Qué sabes acerca de Dios que pueda impedir que murmures cuando Él te pida que hagas algo difícil?
El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió lo que podemos hacer cuando quizás, inicialmente, no entendamos el consejo del profeta del Señor o no estemos de acuerdo con él.
No se sorprendan si en ocasiones sus perspectivas personales no están inicialmente en armonía total con las enseñanzas del profeta del Señor. Estos son momentos de aprendizaje, de humildad, en los que nos arrodillamos en oración. Caminamos hacia delante con fe, confiando en Dios y sabiendo que con el tiempo recibiremos más claridad espiritual de nuestro Padre Celestial. Un profeta describió el don incomparable del Salvador como “la voluntad del Hijo siendo absorbida en la voluntad del Padre” [Mosíah 15:7]. El sometimiento de nuestra voluntad a la de Dios es, de hecho, no un sometimiento, sino el comienzo de una victoria gloriosa (Neil L. Andersen, “El profeta de Dios”, Liahona, mayo de 2018, pág. 26).
-
¿Qué bendiciones has recibido al procurar entregar tu voluntad al Padre Celestial, tal como lo hicieron Jesús y Nefi?
Dedica un momento a anotar tus pensamientos e impresiones espirituales. ¿Qué has aprendido que quisieras recordar? ¿Qué ajustes te sientes inspirado a hacer en tu vida basándote en lo que has estudiado hoy?