1 Nefi 11

“¡Mira, y ve la condescendencia de Dios!”

Las Escrituras nos enseñan qué es lo “más deseable” y “de mayor gozo para el alma” de todas las cosas que disfrutamos en esta vida (1 Nefi 11:22–23). Al conversar con mensajeros celestiales, Nefi tuvo una visión del Salvador del mundo y llegó a comprender personalmente lo que brinda más gozo: el amor de Dios. Esta lección puede ayudarte a sentir el amor del Padre Celestial y Jesucristo por ti.

Ame a quienes enseña. El amor fue lo que motivó todo lo que hizo el Salvador durante Su ministerio terrenal. Al seguir Su ejemplo, el amor será la razón por la que usted enseñe y la motivación para hacerlo. El amor influirá en lo que haga y en la forma en que interactúe con los alumnos.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a llevar algo a clase que ilustre una forma en la que Dios demuestra Su amor por ellos.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

La importancia del amor de Dios

La hermana Susan H. Porter, de la Presidencia General de la Primaria, dijo:

Cuando saben y comprenden cuánto se los ama como hijo o hija de Dios, eso lo cambia todo (Susan H. Porter, “El amor de Dios: El de mayor gozo para el alma”, Liahona, noviembre de 2021, pág. 33).

• ¿Qué podría cambiar cuando alguien conoce y entiende el amor de Dios por él o ella?

• ¿Cómo podría influir en tu vida el sentirte amado por Dios?

Considere dar a los alumnos un momento para que mediten en qué medida sienten el amor de Dios y las evidencias que ven de Su amor en la vida. Invite a los alumnos a buscar evidencias del amor que el Padre Celestial y Jesucristo sienten por ellos mientras estudian 1 Nefi 11.

La visión de Nefi

Invite a los alumnos a recordar los símbolos principales del sueño de Lehi que se encuentra registrado en 1 Nefi 8. Si los alumnos necesitan ayuda, invítelos a repasar brevemente ese capítulo.

• ¿Cuáles de los símbolos principales del sueño de Lehi (registrado en 1 Nefi 8) puedes recordar?

Nefi deseaba fervientemente entender el significado del sueño de su padre y creía que el Señor se lo daría a conocer. Mientras meditaba en el corazón, se le apareció el Espíritu del Señor y le mostró el árbol de la vida. Cuando Nefi pidió conocer la interpretación del árbol, se le apareció un ángel para ayudarlo a aprender más acerca de lo que estaba viendo en la visión (véase 1 Nefi 11:1–14).

A fin de ayudar a Nefi a comprender el significado del árbol, el ángel le hizo una pregunta. Lee 1 Nefi 11:16 para ver cuál fue esa pregunta.

Podría dividir a los alumnos de dos en dos y pedirles que se hagan la pregunta del versículo 16 el uno al otro y la respondan antes de leer el versículo 17.

• ¿Cómo responderías la pregunta que se encuentra en el versículo 16?

Lee el versículo 17 para ver la respuesta de Nefi.

• ¿Qué te llama la atención de la respuesta de Nefi que se encuentra en el versículo 17?

“Condescendencia” significa el descenso voluntario desde una posición de rango o dignidad; por ejemplo, el acto del Salvador de lavar los pies de Sus discípulos podría considerarse un acto de condescendencia (véase Juan 13:3–17). Aunque la condescendencia de Dios que se describe en estos versículos también podría enseñar acerca de la condescendencia del Padre Celestial, esta lección se enfoca principalmente en la condescendencia de Jesucristo.

Lee acerca de lo que vio Nefi en 1 Nefi 11:13–23 y busca evidencias de la condescendencia de Dios.

• ¿Qué evidencias de la condescendencia de Dios encontraste?

• ¿Qué verdades aprendes acerca de la condescendencia de Dios?

Una verdad que podemos aprender es la siguiente: La condescendencia de Dios demuestra Su amor por nosotros.

• ¿En qué sentido crees que el nacimiento del Salvador demuestra esta verdad?

Lee 1 Nefi 11:26–33 y busca otras formas en las que Jesús condescendió para demostrar Su amor por el género humano.

Podría dividir a los alumnos de dos en dos y asignarles partes más pequeñas de 1 Nefi 11:26–33. Después de que lean los versículos asignados, podrían analizar las preguntas siguientes con su grupo o compañero.

Otra idea consiste en mostrar imágenes de las partes de la vida del Salvador que se mencionan en estos versículos. Luego, invite a los alumnos a buscar relatos del Nuevo Testamento que describan el acontecimiento que representa cada imagen.

Los alumnos también podrían ver una imagen, buscar el relato correspondiente del Nuevo Testamento y explicar la forma en que el relato ilustra la condescendencia de Dios.

• ¿Qué evidencias de la condescendencia del Salvador encontraste?

• ¿Cómo demuestran Su amor esos actos?

• ¿Cuáles son otros ejemplos de la vida de Jesucristo que crees que demuestran Su amor y condescendencia?

Lee lo que dijo el élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, acerca de la forma en que estos acontecimientos nos ayudan a ver el amor del Salvador por nosotros. O bien, si lo deseas, puedes ver el video “Lo eterno de cada día”, desde 4:01 hasta 4:43, el cual se encuentra disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

El ejemplo del Salvador de humildad y de sacrificio por toda la humanidad es el acontecimiento más profundo de la historia. El Salvador, aun siendo miembro de la Trinidad, estuvo dispuesto a venir a la tierra como un humilde bebé y comenzar una existencia que incluía enseñar y sanar a Sus hermanos y hermanas, y finalmente sufrir un dolor indescriptible en Getsemaní y en la cruz a fin de perfeccionar Su expiación. Ese acto de amor y humildad de parte de Cristo se conoce como Su condescendencia. Él lo hizo por cada hombre y mujer que Dios ha creado o creará (Quentin L. Cook, “Lo eterno de cada día”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 52).

• ¿Cómo te ayuda la declaración del élder Cook a comprender mejor la condescendencia de Dios?

Las bendiciones continuas de la condescendencia del Salvador

La condescendencia del Salvador sigue siendo una evidencia de Su amor por nosotros en la actualidad.

Valore la posibilidad de compartir la forma en que la condescendencia del Salvador lo ha bendecido a usted. Esto podría ayudar a los alumnos a sentir el amor del Padre Celestial y Jesucristo por ellos.

Los alumnos podrían beneficiarse de responder las preguntas siguientes en su diario de estudio.

• ¿Cómo han demostrado el Padre Celestial y Jesucristo Su amor por ti?

• ¿De qué forma lo que han hecho influye en lo sientes por Ellos?

• ¿Qué te sientes motivado a hacer para demostrar tu amor por el Padre Celestial y Jesucristo?

Después de que hayan tenido tiempo para escribir, podría invitar a los alumnos que lo deseen a compartir sus pensamientos y sentimientos. Si los alumnos hicieron la preparación para la clase, podrían mostrar el objeto que llevaron y explicar la forma en que los ayuda a sentir el amor de Dios.

Comentarios e información de contexto

¿Quién es el Espíritu que le habla a Nefi al comienzo de esta visión?

El élder James E. Talmage (1862–1933), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

Mediante la maravillosa entrevista entre el Espíritu y Nefi, en la que Él se reveló al profeta, le hizo preguntas respecto a sus deseos y creencias, lo instruyó en las cosas de Dios y le habló cara a cara, se indica que el Espíritu del Señor es capaz de manifestarse a Sí mismo en la forma y la figura de un hombre (James E. Talmage, The Articles of Faith, 1968, págs. 159–160; véase también Marion G. Romney, “The Holy Ghost”, Ensign, mayo de 1974, págs. 90–92).

¿Qué han enseñado los líderes de la Iglesia acerca de la condescendencia de Dios?

El profeta José Smith (1805–1844) dijo:

Al considerar la santidad y la perfección de nuestro gran Maestro, que ha abierto un camino por el cual podamos venir a Él, aun con el sacrificio de Sí mismo, nuestro corazón se enternece ante Su condescendencia (Enseñanzas de los presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 56).

El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:

Jesús fue el Primogénito entre los espíritus y el Hijo Unigénito de Dios en la carne. Aunque no somos “engendrados de Dios en la carne”, somos, al igual que Jesús, hijos de Dios procreados en espíritu. Por tanto, nuestro nacimiento en la vida terrenal es también semejante a una condescendencia y, así como la de Cristo, tiene un noble propósito. Así como Jesús, nosotros descendimos de los cielos para hacer la voluntad de Aquel que nos envió y para lograr, con la gracia de Cristo, la inmortalidad y la vida eterna. ¿No sería importante para nosotros que al procurar “[ascender] a lo alto”, también descendiéramos por lo menos por debajo de algunas cosas a fin de que comprendiésemos mejor y fuésemos más como Cristo? Si Jesús necesitó ciertas experiencias, ¿necesitaríamos también nosotros algunos desafíos y pruebas “para que [nuestras] entrañas sean llenas de misericordia, según la carne, a fin de que según la carne [sepamos] cómo [socorrernos los unos a los otros], de acuerdo con [nuestras] enfermedades” [Alma 7:12]? (véase D. Todd Christofferson, “La condescendencia de Dios y del hombre”, Devocional de Navidad de la Primera Presidencia, 7 de diciembre de 2014; LaIglesiadeJesucristo.org).

Para obtener más información sobre la condescendencia de Dios, puedes leer un artículo del obispo Richard C. Edgley, del Obispado Presidente, titulado “The Condescension of God”, Ensign, diciembre de 2001, págs. 16–21.

Actividades de aprendizaje complementarias

1 Nefi 11:34–36. “El grande y espacioso edificio”

Podría invitar a los alumnos a recordar detalles sobre el edificio grande y espacioso que se menciona en el sueño de Lehi. Si fuera necesario, invítelos a repasar brevemente 1 Nefi 8:26–28, 31–34.

Invite a los alumnos a leer 1 Nefi 11:34–36 y a buscar el significado del edificio grande y espacioso. Pregúnteles qué significa eso para ellos y qué aprenden del simbolismo de la caída del edificio. Pregunte por qué piensan que los que se encuentran en el edificio “combat[en] contra los doce apóstoles del Cordero” (versículo 35) e invítelos a compartir la forma en que eso podría suceder en nuestra época.

Invite a los alumnos a compartir formas en que pueden permanecer del lado de los Apóstoles o a relatar experiencias que hayan tenido que fortalezcan su testimonio de que los Apóstoles realmente son “apóstoles del Cordero”. Invite a los alumnos a fijarse una meta para permanecer del lado del Salvador y Sus apóstoles escogidos.

1 Nefi 11. “¡Mira!”

Durante el tiempo que estuvieron con Nefi, el Espíritu y un ángel del Señor le dijeron muchas veces que mirara. Invite a los alumnos a escudriñar 1 Nefi 11 en busca de la palabra mira y a tomar notas de lo que se mostró a Nefi.

Recuerde a los alumnos que uno de los propósitos fundamentales del Espíritu Santo es testificar del Padre Celestial y Jesucristo (véase 3 Nefi 28:11).

Pida a los alumnos que compartan la forma en que el Espíritu Santo ha dirigido su atención a Jesucristo y los ha ayudado a aprender acerca de Él.

Invite a los alumnos a pedir al Padre Celestial que los guíe hacia el Salvador conforme estudian el Libro de Mormón. Recuérdeles que presten atención a las impresiones del Espíritu, que los guiarán a mirar y a ver al Cordero de Dios (véase 1 Nefi 11:31).