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Evalúa tu aprendizaje 1: 1 Nefi 1–15


“Evalúa tu aprendizaje 1: 1 Nefi 1–15”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024

“Evalúa tu aprendizaje 1: 1 Nefi 1–15”, El Libro de Mormón: Manual del maestro

Evalúa tu aprendizaje 1

1 Nefi 1–15

Lectura de las Escrituras en África

Esta lección tiene el objetivo de ayudarte a evaluar las metas que has fijado y el progreso que has experimentado durante tu estudio del Libro de Mormón.

Ayude a los alumnos a evaluar su aprendizaje. Bríndeles oportunidades de evaluar su aprendizaje. Una forma de hacerlo consiste en invitarlos a compartir la forma en que han progresado o se han desarrollado como resultado de sus estudios y su fe.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a acudir a clase preparados para compartir algo que hayan aprendido del Libro de Mormón hasta el momento que los haya ayudado a sentirse más cerca de Jesucristo.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Esta lección tiene el objetivo de ayudar a los alumnos a evaluar las metas que han fijado, su capacidad para explicar las enseñanzas del Libro de Mormón y la forma en que están cambiando sus actitudes, deseos y capacidad de vivir el Evangelio. Es posible que el estudio como clase de 1 Nefi 1–15 haya puesto de relieve verdades distintas a las que aparecen en las actividades siguientes. De ser así, podría adaptar las actividades para incluir esas verdades.

Estudia el Libro de Mormón cada día

El objetivo de esta sección es ayudar a los alumnos a evaluar qué tan bien están cumpliendo sus metas personales de estudio de las Escrituras y a sentir el valor y la importancia de estudiar el Libro de Mormón.

  • ¿Cuáles son algunas de las cosas que haces cada día o cada noche?

Los alumnos podrían dar respuestas tales como cepillarse los dientes, comer, dormir, etc.

  • ¿Qué podría suceder si omitieras estas actividades uno o más días?

  • ¿Por qué el estudio diario de las Escrituras es algo que debemos esforzarnos por llevar a cabo?

Muestre la autoevaluación siguiente. Los alumnos pueden reflexionar sobre sus respuestas en privado o anotar las respuestas en su diario de estudio.

Elige uno de los enunciados siguientes para describir en qué medida estás llevando a cabo tu estudio diario del Libro de Mormón:

  1. Creo que mi estudio es significativo y ha sido constante.

  2. Mi estudio es bueno cuando lo llevo a cabo, pero no lo hago muy regularmente.

  3. Soy constante en mi estudio, pero no le saco mucho provecho.

  4. Me cuesta comprender lo que leo y rara vez estudio por mi cuenta.

  5. No he hecho nada para esforzarme a fin de cumplir una meta de estudio de las Escrituras.

  6. Otros: explica tu respuesta.

Es natural que surjan obstáculos al intentar cumplir una meta diaria como esta; lo importante es seguir intentándolo.

Considere escribir los obstáculos de los alumnos en la pizarra e invitar a la clase a analizar la forma en que han reaccionado o podrían reaccionar ante esos obstáculos.

  • ¿Qué ha salido bien en tu estudio del Libro de Mormón? ¿Qué te gustaría hacer mejor o de otra manera?

Si lo desea, puede escoger una o más de las actividades siguientes para ayudar a los alumnos a sentir el valor y la veracidad del Libro de Mormón.

Los pensamientos y sentimientos personales acerca del Libro de Mormón

Actividad 1: Reunión de testimonios

Si fueras a dar tu testimonio del Libro de Mormón en la reunión sacramental, ¿qué dirías para expresar tus sentimientos?

Actividad 2: ¿Por qué estudias?

Imagínate que estás estudiando el Libro de Mormón cuando tu hermano menor se acerca y te pregunta: “¿Qué estás leyendo?”. Tú respondes: “El Libro de Mormón”. Tu hermano pregunta: “¿Por qué?”. Escribe dos o tres oraciones que describan lo que le podrías decir para ayudarlo a comprender por qué eliges estudiar el Libro de Mormón.

Actividad 3: Una publicación en las redes sociales

Un amigo hace esta publicación en las redes sociales: “¡Recientemente comencé a leer el Libro de Mormón y me encanta! Quienes hayan leído el Libro de Mormón antes, ¿podrían compartir conmigo su versículo favorito y una breve explicación del motivo por el cual les gusta?”.

Esta podría ser una buena oportunidad para invitar a los alumnos a compartir sus ideas de la sección de preparación del alumno. Considere la posibilidad de compartir su testimonio en cuanto a la forma en que el Libro de Mormón lo ha ayudado a sentirse más cerca de Jesucristo este semestre.

El sueño de Lehi

El objetivo de esta sección es ayudar a los alumnos a explicar las partes y el significado del sueño de Lehi y a reflexionar sobre el lugar del sueño en el que consideran que se encuentran.

Una manera en la que podría ayudar a los alumnos a repasar este contenido es invitarlos a ver las siguientes imágenes y preguntas de forma individual. Luego, divida a los alumnos de dos en dos e invítelos a explicar a su compañero, por turnos, la mayor cantidad de detalles posibles sobre el sueño de Lehi y su significado en treinta segundos.

Mostrar las preguntas que siguen a las imágenes podría resultar útil.

La visión de Lehi del árbol de la vida con un árbol dorado brillante, personas aferradas a la barra de hierro y el edificio grande y espacioso.
El sueño de Lehi
  • ¿Qué partes o símbolos distintos del sueño recuerdas?

  • ¿Qué símbolo te llamó más la atención? ¿Por qué?

  • ¿En qué se parece el sueño de Lehi a nuestro mundo actual?

Considera la forma en que las diferentes partes del sueño de Lehi podrían ayudar a las personas en las situaciones hipotéticas siguientes:

  • Un joven pasa tiempo con un grupo de personas que deciden quebrantar la Palabra de Sabiduría y lo presionan para que haga lo mismo.

  • Una joven piensa que se tomará más en serio su estudio de las Escrituras cuando su vida estresante se tranquilice.

  • Un joven comienza a sentirse avergonzado de ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días cuando escucha que otros se burlan de las personas religiosas.

  • ¿Cómo podrías utilizar el sueño de Lehi para tratar cada situación?

  • ¿Qué enseñanza o verdad del sueño de Lehi crees que podría ayudarte a acercarte más al amor de Dios en tu vida?

Puedes guardar los mandamientos

Esta sección tiene el objetivo de permitir que los alumnos evalúen cuán bien están cumpliendo su plan (de 1 Nefi 3) para actuar de acuerdo con los mandamientos de Dios más plenamente.

Durante la lección sobre 1 Nefi 3, tal vez te hayas fijado la meta de ser más obediente a un mandamiento que te ha resultado difícil de guardar. Reflexiona sobre tu progreso en esta meta y anota tus pensamientos en tu diario personal o de estudio. Piensa en las preguntas siguientes mientras reflexionas y escribes:

  • ¿Cuánto te estás esforzando por obedecer este mandamiento?

  • ¿Qué éxitos u obstáculos has experimentado?

  • ¿Cómo podrías hacer ajustes a tu plan?

  • ¿Qué bendiciones has recibido por tus esfuerzos?

  • ¿Cómo ha preparado un camino el Señor para que puedas ser obediente?

Si no has pensado en un mandamiento que quizás te resulte difícil de guardar, piensa en uno ahora. Decide qué podrías hacer para guardarlo más plenamente.

Considere brindar a los alumnos la oportunidad de compartir con la clase sus respuestas a estas preguntas o lo que hayan aprendido, si no es demasiado personal. Usted podría compartir su testimonio sobre la forma en que Dios nos bendecirá para que podamos cumplir Sus mandamientos a medida que hagamos esfuerzos significativos por confiar en Él y obedecerlo.

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, enseñó que la confianza de Nefi en el Señor puede darnos ánimo cuando nos resulte difícil obedecer los mandamientos del Señor:

El joven Nefi, en el Libro de Mormón, nos infunde el deseo de desarrollar confianza en el Señor para obedecer Sus mandamientos, sin importar lo difíciles que nos parezcan. Nefi se encontraba frente al peligro y la posible muerte cuando dijo estas palabras de confianza que podemos y debemos sentir firmemente en nuestro corazón: “… Iré y haré lo que el Señor ha mandado, porque sé que él nunca da mandamientos a los hijos de los hombres sin prepararles una vía para que cumplan lo que les ha mandado” [1 Nefi 3:7] (véase Henry B. Eyring, “Confía en Dios, luego ve y hazlo”, Liahona, noviembre de 2010, pág. 71).