2 Nefi 2:17–26

“Redimidos de la caída”

¿Te has preguntado alguna vez de qué forma podrían afectarte las decisiones que Adán y Eva tomaron hace miles de años? Lehi enseñó a sus hijos acerca de los efectos de la caída de Adán y Eva y que con el Salvador podemos superar todos los desafíos de la vida terrenal. Esta lección puede ayudarte a apreciar más al Salvador y Su expiación a medida que comprendas la caída de Adán y Eva.

Ayudar a los alumnos a desarrollar la capacidad de hablar de las creencias del Evangelio con otras personas. Los alumnos aumentan su comprensión cuando explican el Evangelio. Cree un ambiente en el que los alumnos se sientan cómodos al compartir con otras personas lo que saben de las verdades del Evangelio.

Preparación del alumno: Podría invitar a los alumnos a leer el segundo Artículo de Fe y a pensar en cómo lo explicarían a otra persona. También podrían pedir a una o dos personas de confianza que compartan con ellos lo que saben acerca del segundo Artículo de Fe.

Podría utilizar esta preparación al comienzo de la lección o cuando los alumnos compartan lo que saben acerca de la caída de Adán y Eva.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Comprender nos lleva a apreciar

Medita sobre las preguntas siguientes:

• En una escala del 1 al 10 (en la cual 1 significa “nada en absoluto” y 10 significa “completamente”), ¿en qué medida crees que comprendes y aprecias al Salvador Jesucristo y Su sacrificio por ti? ¿Por qué?

Dé a los alumnos tiempo suficiente para que mediten sobre las preguntas anteriores antes de continuar. Luego, invítelos a compartir respuestas a la pregunta siguiente:

• Si alguien te preguntara qué debe hacer para comprender y apreciar la expiación de Jesucristo, ¿qué le dirías?

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, señaló un paso necesario para comprender mejor la expiación del Salvador. Si lo deseas, puedes mirar el video “Merced, justicia y amor”, desde 6:51 hasta 7:26, o leer la declaración siguiente:

[L]a simple verdad es que no podemos comprender plenamente la expiación y la resurrección de Cristo y no apreciaremos apropiadamente el propósito singular de Su nacimiento ni de Su muerte […] sin comprender que en verdad hubo un Adán y una Eva que cayeron de un Edén real con todas las consecuencias que eso acarreaba (Jeffrey R. Holland, “Merced, justicia y amor”, Liahona, mayo de 2015, pág. 105).

A fin de ayudarte a evaluar cuánto sabes ya acerca de la caída de Adán y Eva, piensa en las preguntas siguientes:

• ¿Qué es la caída de Adán y Eva?

• ¿Qué efectos produjo la Caída en el mundo? ¿Y en ti?

• ¿Qué función cumple la Caída en el plan de salvación del Padre Celestial?

• ¿Cómo te ayuda la Caída a comprender y apreciar a Jesucristo y Su sacrificio por ti?

A medida que estudies, busca respuestas a estas preguntas y medita sobre la forma en que podría ayudarte el hecho de comprenderlas.

Los efectos de la caída de Adán y Eva

El párrafo siguiente tiene el objetivo de ayudar a los alumnos a entender cómo era el Jardín de Edén para que puedan comprender de forma más profunda los efectos de la Caída. Podría invitar a los alumnos a compartir lo que sepan acerca de estos acontecimientos y usted podría completar la información con detalles importantes.

Cuando Lehi se preparaba para morir, le habló mucho a su hijo Jacob acerca de la caída de Adán y Eva. Adán, Eva y todas las formas de vida sobre la tierra existían en un estado inmortal, aún no estaban sujetos a la muerte y se hallaban en la presencia de Dios. En ese estado, no podían enfermar ni morir, y el jardín les proporcionaba alimentos sin que tuvieran que trabajar para producirlos; tampoco podían tener una familia. El Señor les advirtió que si comían del fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, con el tiempo morirían (véanse Moisés 3:16–17; Abraham 5:12–13). La decisión de Adán y Eva de comer ese fruto, así como las consecuencias para ellos y para el resto del mundo, se conocen como la Caída.

Lee 2 Nefi 2:19–23 y Alma 42:6–9 y busca las consecuencias de la Caída. Si lo deseas, marca lo que encuentres.

Podría resultar útil que los alumnos colaboren en grupos pequeños o que escriban una lista en la pizarra como clase.

Considere invitar a los alumnos a responder las dos preguntas siguientes de dos en dos o en grupos pequeños. Explique que estas son preguntas de opinión, por lo que los alumnos pueden compartir sus ideas libremente sin preocuparse por dar una “respuesta correcta”.

• ¿Cómo te sentirías si estuvieras en el lugar de Adán y Eva al experimentar estas consecuencias?

• ¿Crees que estos efectos son buenos, malos o las dos cosas? ¿Por qué?

Lee 2 Nefi 2:24–25 y piensa en cómo resumirías estos versículos con tus propias palabras.

2 Nefi 2:25 es un pasaje del Dominio de la doctrina. Si lo deseas, marca los pasajes del Dominio de la doctrina de alguna forma particular para poder encontrarlos con facilidad. En la siguiente lección tendrás la oportunidad de poner en práctica la doctrina que se enseña en este pasaje en relación con una pregunta o una situación.

Invite a los alumnos a compartir cómo resumirían los versículos. Anote en la pizarra las verdades que mencionen. El siguiente es un ejemplo de una verdad que podrían reconocer.

Una de las verdades que enseñó Lehi fue la siguiente: La Caída fue una parte esencial del plan de felicidad del Padre Celestial.

Dedica tiempo a reflexionar sobre el motivo por el que la Caída fue una parte esencial del plan del Padre Celestial a medida que lees esta declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

[L]a Caída formaba parte esencial del plan divino del Padre Celestial; sin ella, Adán y Eva no hubieran dado nacimiento a ningún ser mortal, y no hubiera habido ninguna familia humana que experimentara la oposición y el progreso, el albedrío moral ni el gozo de la resurrección, la redención y la vida eterna [véanse 2 Nefi 2:22–27; Moisés 5:11] (Jeffrey R. Holland, “La expiación de Jesucristo”, Liahona, marzo de 2008, pág. 35).

• ¿Por qué fue la Caída una parte esencial del plan del Padre Celestial?

Si lo desea, como parte de esta pregunta, podría pedir a los alumnos que marquen y analicen la frase “existen los hombres para que tengan gozo”, que se encuentra en 2 Nefi 2:25. Podría hacer preguntas como las siguientes:

¿Por qué es importante comprender que, incluso cuando afrontamos las consecuencias de la Caída, el Padre Celestial aún desea que sintamos gozo? ¿Qué les enseña esto sobre Él?

Aún necesitamos ayuda

Aunque las consecuencias de la Caída forman parte del plan de nuestro Padre Celestial y tienen el objetivo de ayudarnos a progresar, no podemos sentir verdadero gozo sin la ayuda divina.

Si lo desea, anote en la pizarra los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación y pida a los alumnos que los estudien en silencio y los mediten detenidamente.

Lee atentamente 2 Nefi 2:26 para saber de qué forma es posible llegar a superar los efectos de la Caída y sentir gozo. Luego, lee Moisés 5:10–11 y fíjate en las verdades que llevaron a Adán y Eva a regocijarse.

• ¿Qué aprendiste?

• ¿Por qué crees que Adán y Eva se regocijaron después de aprender acerca de la Caída y la expiación de Jesucristo?

Después de que los alumnos participen, podrían repasar las cuatro preguntas de autoevaluación que se encuentran al comienzo de la lección y fijarse en cuán bien pueden responderlas ahora. Si fuera necesario, repita cualquier material de la lección para ayudarlos a mejorar su comprensión. Otra manera de ayudar a los alumnos a pensar en lo que han aprendido en esta lección consiste en compartir la siguiente situación hipotética e invitarlos a compartir cómo responderían.

Imagínate que, durante una conversación con una amiga, notas que ella no aprecia al Salvador ni Su expiación.

• ¿Qué conocimiento acerca de la caída de Adán y Eva podría ayudarla a apreciar al Salvador y Su expiación?

Considere compartir su testimonio de las verdades que se enseñaron en esta lección.

Comentarios e información de contexto

¿Cómo deberíamos sentirnos en cuanto al hecho de que Eva participara del fruto?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, declaró:

Hay cristianos que […] condenan [a Eva] por su acción, dando por sentado que ella y todas sus hijas han quedado un tanto manchadas por lo que hizo. Los Santos de los Últimos Días no pensamos así. Con el conocimiento que nos da la revelación, celebramos el acto de Eva y honramos la sabiduría y el valor que demostró en ese gran episodio que llamamos la Caída (Dallin H. Oaks, “El gran plan de salvación”, Liahona, enero de 1994, pág. 85).

¿Cómo podemos encontrar gozo en un mundo atribulado?

El presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, indicó:

El profeta Lehi enseñó: “… existen los hombres [y las mujeres] para que tengan gozo” [2 Nefi 2:25]. Hay muchas razones por las cuales es posible que la paz, el gozo y la felicidad nos eludan en esta vida; entre ellas la pobreza, las guerras, los desastres naturales y los reveses inesperados en el empleo, la salud y las relaciones familiares.

Aunque no podemos controlar muchas de esas fuerzas externas que afectan nuestra vida aquí en la tierra, al esforzarnos por llegar a ser discípulos fieles del Señor Jesucristo podemos hallar paz, gozo y felicidad, a pesar de las dificultades mundanas que giran a nuestro alrededor […].

Hermanos y hermanas, den lo mejor de ustedes día tras día y, antes de lo que imaginan, se darán cuenta de que su Padre Celestial los conoce y los ama. Cuando sepan eso —cuando lo sepan de verdad—, su vida tendrá un propósito real, cobrará sentido de verdad, y se llenarán de gozo y paz (M. Russell Ballard, “El evangelio verdadero, puro y sencillo de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2019, pág. 28).

El presidente Russell M. Nelson afirmó:

Mis queridos hermanos y hermanas, el gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y tiene mucho que ver con el enfoque de nuestra vida.

Si centramos nuestra vida en el plan de salvación de Dios […], y en Jesucristo y Su evangelio, podemos sentir gozo independientemente de lo que esté sucediendo —o no esté sucediendo— en nuestra vida. El gozo proviene de Él, y gracias a Él. Él es la fuente de todo gozo. Lo sentimos en Navidad cuando cantamos “¡Regocijad! Jesús nació” [Himnos, nro. 123] y podemos sentirlo el resto del año. Para los Santos de los Últimos Días, ¡Jesucristo es gozo! (véase Russell M. Nelson, “El gozo y la supervivencia espiritual”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 82).

Actividades de aprendizaje complementarias

Un comienzo alternativo de la lección

Podría invitar a algunos alumnos a hablar sobre lo que una persona debe hacer para comprender y apreciar diferentes cosas, como el arte, su cuerpo físico o a sus padres. Luego, invite a los alumnos a hablar sobre lo que una persona debe hacer para comprender y apreciar la expiación de Jesucristo.

2 Nefi 2:25. Hallar gozo en esta vida

Lehi enseñó que el Señor desea que sintamos gozo en esta vida. Si lo desea, podría ayudar a los alumnos a reconocer esta verdad en 2 Nefi 2:25. A fin de ayudarlos a reconocer formas de hallar gozo, invítelos a estudiar el discurso “Para que tu gozo sea completo”, de Jean B. Bingham, Presidenta General de la Sociedad de Socorro (Liahona, noviembre de 2017, págs. 85–87). Podría dividir la clase en tres grupos y asignar a cada grupo que lea una de sus tres sugerencias para hallar gozo. Luego, analicen lo que los alumnos hayan leído e invítelos a elaborar un plan para actuar con fe de acuerdo con lo que aprendieron. (Nota: Es posible que los alumnos tengan otra oportunidad de estudiar acerca de cómo hallar gozo en esta vida cuando estudien 2 Nefi 3–5).

Un posible video

Si cree que puede resultar útil, muestre el video “Merced, justicia y amor” desde 0:16 hasta 6:30. En este video, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, cuenta la historia de un niño que salvó la vida de su hermano cuando estaban escalando. El élder Holland compara esta situación con nuestra necesidad de la expiación de Jesucristo.