Mosíah 4

“Siempre retendréis la remisión de vuestros pecados”

¿De qué manera podría ser diferente tu vida si sintieras más gozo y paz de conciencia? Los nefitas, conmovidos por las enseñanzas del rey Benjamín, fueron “llenos de gozo” y sintieron “paz de conciencia” al arrepentirse y recibir la remisión de sus pecados (Mosíah 4:3). Después, el rey Benjamín les enseñó cómo podían retener esta remisión de sus pecados. Esta lección puede ayudarte a comprender lo que puedes hacer para recibir y retener la remisión de tus pecados.

Enseñar por el Espíritu. El Espíritu Santo da testimonio de la verdad, testifica de Cristo y cambia el corazón de las personas. Solo por medio del Espíritu Santo podemos alcanzar la meta más alta de la enseñanza del Evangelio: edificar la fe en Jesucristo y ayudar a otras personas a llegar a ser más semejantes a Él. Busque formas de invitar al Espíritu Santo a desempeñar Sus funciones.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a leer Mosíah 4 y buscar la manera en que Jesucristo influyó en el pueblo y lo que el rey Benjamín los invitó a hacer después de recibir la remisión de sus pecados.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Permanecer espiritualmente fuerte

Mira la imagen siguiente y piensa en qué tendría que hacer alguien para mantener esta planta sana y para que siguiera creciendo.

Considere la posibilidad de llevar una planta sana a la clase o mostrar la imagen siguiente.

• ¿Qué le sucedería a esta planta si la mantuviéramos en un cuarto oscuro o nunca la regáramos?

• ¿Cómo podría relacionarse esto con nuestra salud y nuestras necesidades espirituales?

Al igual que sucede al cuidar una planta, mantenernos espiritualmente sanos requiere un esfuerzo constante. En Mosíah 4, el rey Benjamín enseñó a su pueblo lo que debía hacer para permanecer espiritualmente fuerte. A medida que estudies, medita sobre las enseñanzas que te ayudarán en tus esfuerzos por permanecer espiritualmente fuerte a lo largo de la vida y progresar para llegar a ser más semejante al Salvador.

Retener la remisión de nuestros pecados

Recuerda que, como parte de su discurso, el rey Benjamín compartió un mensaje que había recibido de un ángel acerca de la venida de Jesucristo y la importancia de vencer nuestra naturaleza caída mediante la expiación del Salvador (véase Mosíah 3).

Lee Mosíah 4:1–3 para conocer las bendiciones y los sentimientos que experimentó el pueblo del rey Benjamín.

• ¿Qué te llama la atención de estos versículos?

• ¿Qué crees que las personas tendrían que hacer para permanecer en ese estado purificado y gozoso?

Podría invitar a los alumnos a cerrar los ojos y meditar sobre lo siguiente. Después de meditar, podrían anotar su respuesta a la pregunta en su diario de estudio.

Imagínate cómo sería haber estado entre el pueblo del rey Benjamín ese día. Piensa en la influencia que eso habría tenido en tus sentimientos en cuanto a Jesucristo y en lo que, a partir de esa experiencia, habrías querido retener contigo para siempre.

• ¿Qué diferencia supondría en tu vida que sintieras la remisión de tus pecados con más frecuencia?

El resto de las enseñanzas del rey Benjamín que se encuentran en Mosíah 4 nos ayudan a comprender lo siguiente: Después de haber recibido el perdón de Jesucristo, debemos esforzarnos por retener la remisión de nuestros pecados.

• ¿Cuál crees que es la diferencia entre recibir y retener la remisión de nuestros pecados?

• ¿Por qué crees que es importante que nos esforcemos por retener la remisión de nuestros pecados a lo largo de nuestra vida?

El párrafo siguiente tiene el objetivo de ayudar a los alumnos a meditar y reflexionar, no a compartir sus pensamientos o sentimientos con la clase.

Considera la manera en que puedes poner en práctica esta verdad en tu vida. ¿Qué tan bien sientes que estás reteniendo la remisión de tus pecados? Al continuar estudiando, busca verdades que te puedan ayudar a comprender lo que puedes hacer para retener la remisión de tus pecados.

Valore la posibilidad de anotar el encabezado siguiente en la pizarra: Lo que podemos hacer para retener la remisión de nuestros pecados. Los alumnos podrían hacer una lista en la pizarra de lo que encuentren al estudiar y podrían hacer una lista similar en su diario de estudio.

Lee Mosíah 4:9–16 y busca las enseñanzas del rey Benjamín que nos ayudan a comprender cómo podemos retener la remisión de nuestros pecados.

Como parte de la siguiente actividad de estudio, podría permitir que los alumnos se acerquen a la pizarra y escriban algunas frases de Mosíah 4:9–16 que les resulten más significativas. Podría utilizar preguntas como las siguientes para ayudar a los alumnos a analizar lo que encontraron en estos versículos.

• ¿Cuáles son al menos tres cosas que enseñó el rey Benjamín que debemos hacer para retener la remisión de nuestros pecados y que más te llaman la atención?

• ¿De qué manera crees que podrías poner en práctica estas invitaciones del rey Benjamín en tu vida?

• ¿De qué manera el hacer estas cosas podría ayudarte a retener la remisión de tus pecados?

Si el tiempo lo permite, los alumnos podrían estudiar el énfasis que el rey Benjamín hizo en cuidar de los demás en Mosíah 4:17–26. Puede encontrar varias ideas bajo el encabezado “Nuestra responsabilidad de cuidar de los demás” en la sección “Actividades de aprendizaje complementarias”.

Mis próximos pasos

Reflexiona sobre cuán bien estás poniendo en práctica las enseñanzas del rey Benjamín que se encuentran en estos versículos. Para ello, podrías centrarte en los tres o cuatro comportamientos que reconociste recientemente y plantearte preguntas tales como las siguientes:

• ¿Cuánto me esfuerzo por hacer esto?

• ¿Con qué frecuencia lo hago?

• ¿Qué sentimientos e impresiones he tenido hoy que puedan sugerirme aspectos en los que podría mejorar?

Con espíritu de oración, elabora un plan específico para mejorar en un aspecto. Reflexiona sobre los obstáculos que podrías afrontar al tratar de mejorar en este aspecto y lo que podrías hacer para recibir la ayuda del Señor a fin de superar estos desafíos. Podría resultar útil compartir tu meta con un familiar o un ser querido que pueda apoyarte en esto. Si lo deseas, también podrías incorporarla a tus metas de Niños y Jóvenes.

Comentarios e información de contexto

Mosíah 4:2. ¿Qué significa que las personas del pueblo del rey Benjamín “se habían visto a sí mismos […] [como] menos que el polvo de la tierra”?

Es posible que el pueblo del rey Benjamín se haya considerado “menos que el polvo de la tierra” (Mosíah 4:2) porque el polvo de la tierra siempre obedece los mandamientos del Señor; sin embargo, los hijos de Dios a menudo no lo hacen (véase Helamán 12:4–8). Recuerda que el Padre Celestial valora a Sus hijos y que nuestros pecados no afectan a nuestro valor divino (véase Doctrina y Convenios 18:10).

La hermana Joy D. Jones, en aquel entonces Presidenta General de la Primaria, enseñó:

Si pecamos, seremos menos dignos, ¡pero nunca tendremos menos valor! Seguimos arrepintiéndonos y procurando ser como Jesús sin que se altere nuestro valor (Joy D. Jones, “Un valor inconmensurable”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 14).

¿Qué función desempeñan las ordenanzas del Evangelio en la retención de la remisión de nuestros pecados?

El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

Por ser miembros de la Iglesia restaurada del Señor, somos bendecidos con una limpieza inicial del pecado vinculada al bautismo, así como con la posibilidad de una limpieza continua del pecado que es posible gracias a la compañía y al poder del Espíritu Santo […].

En ocasiones, los Santos de los Últimos Días expresan el deseo de poder ser bautizados nuevamente, para de este modo volver a estar tan limpios y dignos como en el día en que recibieron su primera ordenanza salvadora del Evangelio. Permítanme sugerir respetuosamente que nuestro Padre Celestial y Su Hijo Amado no pretenden que experimentemos ese sentimiento de renovación, resurgimiento y restauración espirituales tan solo una vez en nuestra vida. Las bendiciones de recibir y retener siempre la remisión de nuestros pecados mediante las ordenanzas del Evangelio nos permite comprender que el bautismo es un punto de partida en nuestra jornada espiritual en la tierra; no es un destino que debiéramos estar deseando volver a visitar una y otra vez (David A. Bednar, “Siempre retendréis la remisión de vuestros pecados”, Liahona, mayo de 2016, págs. 61, 62).

¿Qué puedo hacer para cuidar de los pobres y necesitados?

El élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

[L]a manera del Señor de cuidar a los necesitados difiere de la del mundo. El Señor dijo: “… es preciso que se haga a mi propia manera” [Doctrina y Convenios 104:16]. A Él no le interesan solo nuestras necesidades inmediatas, sino también nuestro progreso eterno. Por esa razón, la manera del Señor siempre ha incluido la autosuficiencia y el servicio a los semejantes, además del cuidado de los pobres (véase Dieter F. Uchtdorf, “El proveer conforme a la manera del Señor”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 54).

Podrías buscar en el sitio web SirveAhora.org oportunidades de cuidar de los pobres y necesitados de tu región.

Actividades de aprendizaje complementarias

Comparar Mosíah 4 con 2 Nefi 31

A medida que los alumnos estudien Mosíah 4, podría invitarlos a fijarse en la relación que existe entre este capítulo y las enseñanzas que se encuentran en 2 Nefi 31:17–21. ¿Cómo podrían las enseñanzas del rey Benjamín en Mosíah 4 ayudar a alguien a comprender mejor lo que significa perseverar hasta el fin a lo largo del estrecho y angosto camino? ¿Qué semejanzas ven los alumnos entre las enseñanzas de Nefi en 2 Nefi 31:17–21 y las enseñanzas del rey Benjamín en Mosíah 4?

Cuida tus pensamientos, tus palabras y tus obras (Mosíah 4:30)

Explique que, después de que el rey Benjamín enseñó a su pueblo cómo retener la remisión de sus pecados y ser salvos, les advirtió acerca de lo que podría hacerlos “perecer” o perderse espiritualmente y separarse de Dios. Podría invitar a los alumnos a leer Mosíah 4:29–30 para averiguar cómo podemos evitar perecer espiritualmente. ¿Qué relación existe entre los pensamientos, las palabras y las obras? ¿Qué podemos hacer para cuidarnos a nosotros mismos?

Nuestra responsabilidad de cuidar de los demás

Al enseñar acerca de las acciones que debemos realizar para retener la remisión de nuestros pecados, el rey Benjamín hizo hincapié en que debemos dar a las personas que nos pidan ayuda. Podría pedir a los alumnos que lean Mosíah 4:16–26 y busquen las enseñanzas del rey Benjamín en cuanto a cuidar de los pobres y necesitados. Invite a los alumnos a compartir lo que les llame la atención de estos versículos. Las preguntas que podría considerar analizar incluyen las siguientes: ¿De qué manera el recordar nuestra relación con Dios podría cambiar la forma en que atendemos a otras personas que estén necesitadas? ¿Por qué creen que el rey Benjamín hizo hincapié en estas enseñanzas en un capítulo sobre cómo recibir y retener la remisión de nuestros pecados?