Alma 4

La piedra de tropiezo del orgullo

El orgullo es la falta de humildad o de mansedumbre, que hace que la gente esté en contra de Dios y de los demás (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Orgullo”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org). Piensa en el orgullo que ves en el mundo en la actualidad y en la influencia negativa que tiene en ti y en las personas de tu entorno. El orgullo y la contención que demostraban algunos miembros de la Iglesia del Salvador en la época de Alma hizo que la Iglesia no siguiera progresando. Por ello, Alma se sintió inspirado a renunciar como juez superior para dedicarse a predicar la palabra de Dios. Esta lección puede ayudarte a utilizar la palabra de Dios para vencer el orgullo y la contención.

Ayudar a los alumnos a descubrir la doctrina y los principios del Evangelio. La doctrina y los principios deben expresarse clara y sucintamente. Pueden enseñar a los alumnos la pertinencia de las Escrituras y la forma en que los relatos y las enseñanzas de las Escrituras se aplican a su vida cotidiana. Comprender la doctrina y los principios puede motivar a los alumnos a aprender y poner en práctica las enseñanzas del Evangelio.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a acudir a clase preparados para compartir un pasaje de las Escrituras o una declaración de un líder de la Iglesia sobre la humildad.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Una piedra de tropiezo

En el piso de la entrada al salón de clases, pegue una hoja de papel que tenga escrita las palabras “piedra de tropiezo”. Pregunte cuántos alumnos pisaron el papel accidentalmente al entrar al salón de clases antes de que se dieran cuenta de que estaba allí. Si lo desea, los alumnos también podrían relatar experiencias de alguna ocasión en la que tropezaron o dieron un traspié.

Recuerda alguna ocasión en la que te tropezaste o diste un traspié. ¿Recuerdas qué fue lo que te hizo tropezar? En la vida, a veces nos tropezamos con cosas que podrían denominarse “piedras de tropiezo”; esto también se aplica a lo espiritual.

Como clase y en la pizarra, podrían hacer el siguiente ejercicio de dibujo que se sugiere, o bien, los alumnos podrían hacerlo individualmente.

Dibuja varios obstáculos o piedras y escribe sobre ellos cosas que podrían hacer que los jóvenes tropiecen espiritualmente. Por ejemplo, algunos podrían tener dificultades para prestar atención al profeta u obedecer la Palabra de Sabiduría.

Piensa en las consecuencias de tropezar con estas cosas. Medita sobre la razón por la que necesitas la ayuda de Dios para descubrir, evitar y superar estas piedras de tropiezo.

El pueblo de Alma había sufrido grandes pérdidas recientemente en la guerra contra los lamanitas. Debido a sus aflicciones, “se despertó en ellos el recuerdo de su deber” y muchas personas fueron bautizadas (véase Alma 4:1–5). Sin embargo, su paz no duró mucho porque empezaron a tropezar espiritualmente.

Lee Alma 4:6–8 para saber por qué los líderes de la Iglesia estaban preocupados.

Invite a los alumnos a compartir lo que encontraron y a ayúdelos a darse cuenta de que el orgullo puede ser una piedra de tropiezo espiritual.

• ¿Por qué crees que los líderes de la Iglesia estaban “afligidos en extremo” (Alma 4:7) por el creciente orgullo del pueblo?

El presidente Ezra Taft Benson (1899–1994) enseñó lo siguiente:

El orgullo es la gran piedra de tropiezo para Sion. Repito: el orgullo es la gran piedra de tropiezo para Sion (véase Ezra Taft Benson, “Cuidaos del orgullo”, Liahona, julio de 1989, pág. 8).

Dibuja una piedra grande que represente la piedra de tropiezo del orgullo. En la piedra, escribe las respuestas a las preguntas siguientes:

• ¿De qué forma crees que el orgullo puede provocar que alguien tropiece espiritualmente?

• ¿De qué maneras el orgullo nos impide llegar a ser más semejantes al Salvador?

A medida que sigas estudiando Alma 4, piensa en cómo el orgullo puede ser una piedra de tropiezo para ti y en lo que puedes hacer para superarlo.

Lee Alma 4:8–12 y busca los efectos del orgullo en la Iglesia. Ten en cuenta que conflicto significa desacuerdo o contención airada o encarnizada, y malicia es el deseo de hacer lo malo o la mala voluntad.

Invite a los alumnos a anotar en la pizarra los efectos del orgullo en la Iglesia. Consultarán esta lista más adelante en la lección. Si hay suficiente material para escribir, permita que varios alumnos vayan a la pizarra al mismo tiempo. Luego, pida a los alumnos que respondan las preguntas siguientes:

• ¿Cuáles fueron los efectos del orgullo en la Iglesia?

• ¿De qué maneras estas acciones se consideran impropias de los miembros de la Iglesia del Salvador?

• ¿Cómo influyeron en aquellos que no pertenecían a la Iglesia?

Evitar el orgullo y la contención

El presidente Ezra Taft Benson enseñó lo siguiente:

El antídoto del orgullo es la humildad: la mansedumbre, la docilidad [véase Alma 7:23] (véase Ezra Taft Benson, “Cuidaos del orgullo”, Liahona, julio de 1989, pág. 7).

Lee Alma 4:13–14 para saber lo que algunos miembros de la Iglesia hicieron para evitar el orgullo y permanecer fieles. Ten en cuenta que humillarse, en el versículo 13, se refiere a volverse más manso.

Invite a los alumnos a escribir en la pizarra las acciones humildes de los miembros de la Iglesia.

• ¿Qué acciones y actitudes de los versículos 13–14 te recuerdan a Jesucristo?

• El desarrollar estas actitudes y llevar a cabo estas acciones, ¿en qué manera podría ayudarnos a llegar a ser más semejantes a Él?

• ¿En qué ocasiones has visto a otras personas tener actitudes o realizar acciones semejantes a las de Cristo y qué influencia tuvieron en ti?

Conceda tiempo a los alumnos para que mediten en silencio sobre el orgullo o la contención que pueda existir en su vida y la manera en que pueden seguir el ejemplo del Salvador.

Alma decidió que debía dedicar su tiempo a ayudar espiritualmente al pueblo. Por ello, cedió el asiento judicial a Nefíah y retuvo el oficio de sumo sacerdote (véase Alma 4:15–18).

Lee Alma 4:19 y busca lo que Alma sabía que podía “abatir” el orgullo y la contención entre el pueblo. También podrías mirar “Alma predica la palabra de Dios”, desde 0:36 hasta 1:59, que se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org.

• ¿De qué maneras actuó Alma como Jesucristo?

• ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Alma?

Una verdad que aprendemos de Alma 4:19 es la siguiente: La palabra de Dios y escuchar un testimonio puro pueden ayudarnos a vencer el orgullo y la contención.

En la declaración siguiente, busca lo que el presidente Ezra Taft Benson enseñó acerca de la palabra de Dios.

La palabra de Dios, tal como se halla en las Escrituras, en las palabras de los profetas vivientes y en la revelación personal, tiene el poder de fortalecer a los santos y armarlos con el Espíritu para que puedan resistir el mal, aferrarse a lo bueno y encontrar felicidad en esta vida (véase Ezra Taft Benson, “El poder de la palabra”, Liahona, julio de 1986, pág. 73).

• ¿De qué manera la palabra de Dios y el dar un testimonio puro podrían ayudar a abatir el orgullo y la contención?

Invite a los alumnos a escoger dos o tres de los efectos del orgullo que anotaron anteriormente en la pizarra y concédales tiempo para que estudien en grupos pequeños cómo se pueden superar esos problemas.

Los alumnos podrían buscar temas como “Humildad” en la Guía para el Estudio de las Escrituras. También podría resultar útil mostrarles la forma de hacer una búsqueda en la aplicación Biblioteca del Evangelio para encontrar información.

Invite a los grupos a compartir con el resto de la clase lo que aprendan, incluidas las formas en que podemos tratar a los demás de una manera más semejante al Salvador. Como alternativa, después de estudiar, podrían escribir un breve discurso en el que traten problemas relacionados con el orgullo y la contención.

Anime a los alumnos a seguir las impresiones que hayan recibido sobre cómo podrían poner en práctica lo que aprendieron en esta lección.

• Anota dos o tres problemas que se deriven del orgullo y la contención.

• Anota pasajes de las Escrituras y enseñanzas de los profetas modernos que creas que podrían ayudar con esos problemas.

• Determina por qué o de qué manera las cosas que anotaste te ayudarían a tratar a los demás como lo haría el Salvador.

Procura prestar atención y reconocer las impresiones del Espíritu Santo sobre cómo podrías poner en práctica lo que aprendiste en esta lección. Busca oportunidades de actuar de acuerdo con esas impresiones.

Comentarios e información de contexto

Alma 4:8. ¿De qué maneras, en ocasiones, nos burlamos o nos menospreciamos unos a otros?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, explicó lo siguiente:

Muchos maestros de la Iglesia y de las escuelas se han lamentado por la manera en que algunos adolescentes, incluyendo jóvenes Santos de los Últimos Días, se tratan mutuamente. El mandamiento de amarse unos a otros ciertamente incluye el amor y el respeto entre diferentes religiones y también entre razas, niveles culturales y económicos. Instamos a todos los jóvenes a que eviten el acoso, los insultos o el lenguaje y las prácticas que, de manera deliberada, causen dolor a los demás. Todas esas cosas quebrantan el mandamiento del Salvador de amarse los unos a los otros (véase Dallin H. Oaks, “Amar a los demás y vivir con las diferencias”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 27).

Mira “Corazones entrelazados”, desde 7:03 hasta 8:15, para ver al élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartir consejos en cuanto a tratar a los demás con amor y respeto.

Alma 4:10. ¿De qué manera la Iglesia “empezó a detenerse en su progreso” como resultado del orgullo?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, explicó lo siguiente:

En el Libro de Mormón se habla de una época en la que la Iglesia de Dios “empezó a detenerse en su progreso” (Alma 4:10) porque “los del pueblo de la iglesia empezaban a […] fijar sus corazones en las riquezas y en las cosas vanas del mundo” (Alma 4:8). Quienquiera que tenga abundancia de cosas materiales está en peligro de quedar “adormecido” espiritualmente por las riquezas y otras cosas del mundo (véase Dallin H. Oaks, “La parábola del sembrador”, Liahona, mayo de 2015, pág. 34).

El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Debido a la doctrina inspiradora de la Restauración, los miembros se regocijan en el Evangelio y encuentran gozo y satisfacción en la Iglesia. Se nos ve con buenos ojos cuando vivimos las enseñanzas del evangelio restaurado de Jesucristo; pero cuando los miembros no las viven, eso puede ser una piedra de tropiezo para los que no pertenecen a la Iglesia (Alma 4:10) (véase Quentin L. Cook, “El plan de nuestro Padre: lo suficientemente amplio para todos Sus hijos”, Liahona, mayo de 2009, pág. 35).

¿Por qué el orgullo es tan dañino?

El élder Gary E. Stevenson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió lo siguiente:

Cuando somos orgullosos, tendemos a honrarnos a nosotros mismos en lugar de honrar a los demás o dar la gloria a Dios. Con frecuencia, el orgullo es competitivo; es la tendencia a procurar obtener más y a creernos mejores que los demás. Por lo general, el orgullo trae como resultado sentimientos de ira y de odio; hace que uno guarde rencores y se abstenga de perdonar (Gary E. Stevenson, “El eclipse espiritual”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 47).

Actividades de aprendizaje complementarias

Ejemplos buenos y malos

Si cree que los alumnos se beneficiarían de un ejemplo positivo y uno negativo de la influencia que los miembros de la Iglesia pueden tener en los demás, podrían mirar o leer juntos el discurso del presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) titulado “La necesidad de más bondad”. Miren el video desde 6:31 hasta 11:54.

Estudiar las formas de contrarrestar los efectos del orgullo

Si cree que los alumnos se beneficiarían de trabajar con una situación hipotética en la que el orgullo pueda ser un problema, podría compartir la situación hipotética siguiente y pedir a los alumnos que elaboren dos versiones del resto del relato. Podrían hacer esto como clase. Una versión podría ser que las decisiones del joven lo conducen a tropezar debido al orgullo. La otra versión podría ser la forma en que el joven utiliza la palabra de Dios para mantenerse humilde.

“Raúl es un joven excepcional. Mientras aún está en la escuela secundaria, lo contratan en un puesto de trabajo maravilloso en el que le pagan, por lo menos, el doble de lo que otras personas de su edad ganan generalmente”.

Comparar y contrastar

Invite a los alumnos a compartir las similitudes y diferencias entre los grupos de personas que se describen en Alma 1:19–24 y en Alma 1:25–31. Haga lo mismo con aquellos a quienes que se describe en Alma 4:1–5 y en Alma 4:6–10. Invite a los alumnos a compartir los atributos semejantes a los de Cristo que se encuentran en estos pasajes y la forma en que podemos seguir estos ejemplos para llegar a ser más semejantes al Padre Celestial y Jesucristo y ser mejores discípulos.

Alma 4:19. El poder de un testimonio puro

Si cree que los alumnos se beneficiarían de aprender más acerca del poder del testimonio, considere mostrar “Un hombre sin elocuencia” (6:06) o “Testimonio puro”, desde 1:33 hasta 3:54. Invite a los alumnos a compartir ejemplos de cómo los testimonios de otras personas han influido en su testimonio de Cristo y anímelos a buscar oportunidades de compartir su testimonio con los demás para influir en ellos para bien.