“Alma 7:1–13: A fin de que pueda socorrer a los de Su pueblo”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Alma 7:1–13”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Alma 7:1–13
A fin de que pueda socorrer a los de Su pueblo
La obra y la gloria de Dios es “[l]levar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre” (Moisés 1:39). Para lograrlo, Él envió a Su Hijo, Jesucristo, a sufrir por nuestros pecados y a vencer la muerte por medio de Su resurrección. El Salvador sufrió voluntariamente todas las cosas por nosotros “a fin de que según la carne sepa cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos” (Alma 7:12). Esta lección puede ayudarte a confiar en tu Salvador y a sentir más amor por Él.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Las cosas más importantes
Elabora una lista de los que consideras que son algunos de los acontecimientos más importantes de la historia del mundo y luego ordénalos de más a menos importante.
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¿Qué hace que un acontecimiento sea significativo o importante?
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¿Por qué podría resultar algo difícil clasificarlos por orden de importancia?
Cuando Alma se dirigió al pueblo en la tierra de Gedeón, profetizó que aunque “muchas cosas han de venir […], hay una que es más importante” que todas las demás (Alma 7:7).
Lee Alma 7:7 para saber cuál es ese acontecimiento más importante. Si lo deseas, marca lo que encuentres.
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¿Por qué crees que la venida del Salvador es el acontecimiento más importante de todos los tiempos?
Después de que Alma habló al pueblo de Zarahemla y puso la Iglesia en orden en esa parte de la tierra (véase Alma 6), viajó a la tierra de Gedeón. En Alma 7 hay enseñanzas importantes de Alma al pueblo de Gedeón acerca de Jesucristo y Su expiación. Antes de comenzar a estudiar, dedica un momento a pensar en la forma en que la expiación de Jesucristo se relaciona con tu vida. ¿Qué circunstancias estás afrontando actualmente en las que necesites la ayuda que brindan el Padre Celestial y el Salvador?
A medida que estudies hoy, busca enseñanzas acerca de Jesucristo y Su expiación que puedan ayudarte a comprender mejor lo que Él ha hecho por ti y el modo en que puede ayudarte.
Alma enseña acerca de la expiación del Salvador
Lo que el Salvador sufrió por mí |
La razón por la que el Salvador sufrió por mí |
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Lee Alma 7:11–13 y busca las enseñanzas de Alma acerca de lo que Jesucristo sufrió o tomó sobre Sí por ti como parte de Su expiación. Anota esas enseñanzas en la primera columna de tu cuadro.
Lee 2 Nefi 9:21; Mosíah 3:5–8 y Doctrina y Convenios 19:16–19. Estos pasajes incluyen otros detalles sobre el sufrimiento del Salvador. En la primera columna del cuadro, agrega las palabras o frases que te parezcan importantes. Podrías correlacionar o vincular estos pasajes con Alma 7:11–13.
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¿Qué pensaste o sentiste mientras aprendías sobre el sufrimiento del Salvador?
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¿Por qué crees que es importante comprender lo que el Salvador sufrió y tomó sobre Sí mismo como parte de Su sacrificio expiatorio?
La razón por la que Jesucristo sufrió estas cosas
Lee Alma 7:11–13 de nuevo, esta vez para saber por qué el Salvador sufrió por ti. Al leer, céntrate en las frases que comienzan con “a fin de” o “para que”. En la segunda columna del cuadro, escribe lo que encuentres. Podría resultar útil explicar que la palabra socorrer significa aliviar o ayudar.
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¿Qué aprendiste acerca de la razón por la que Jesucristo sufrió estas cosas por ti?
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¿Cómo resumirías lo que has estudiado en Alma 7:11–13 en un enunciado que contenga una verdad?
Es posible que al estudiar Alma 7:11–13 hayas encontrado una verdad como la siguiente: Jesucristo sufrió para salvarme del pecado y de la muerte y para ayudarme a superar los desafíos de la vida terrenal.
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, compartió algunos de los desafíos de la vida terrenal con los que el Salvador puede ayudarnos. Lee la declaración siguiente o mira el video “Fortalecidos por la expiación de Jesucristo”, que se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org, desde 3:13 hasta 4:01.
Nuestro Salvador padeció y sufrió la plenitud de todos los desafíos terrenales “según la carne” a fin de que, “según la carne”, supiera cómo “socorrer [lo cual significa prestar auxilio o ayuda] a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos”. Por consiguiente, Él conoce nuestros problemas, dolores, tentaciones y sufrimientos, porque por voluntad propia los padeció todos como parte esencial de Su expiación. Gracias a ello, la Expiación lo faculta para socorrernos, para darnos la fortaleza a fin de soportarlo todo (véase Dallin H. Oaks, “Fortalecidos por la expiación de Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 61–62).
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¿Qué te ayuda a comprender o sentir en cuanto al Salvador esta declaración?
Establecer una relación con tu vida
Medita por un momento sobre lo que el Salvador sufrió por ti personalmente. Por ejemplo, ¿qué aflicciones, tentaciones, debilidades o sufrimientos específicos estás experimentando o has experimentado? Podrías anotar tus pensamientos debajo del cuadro.
A continuación, medita con espíritu de oración sobre la forma en que el Salvador te ha fortalecido o podría fortalecerte en cada una de estas dificultades. Pide al Padre Celestial que te inspire mientras escribes tus pensamientos y sentimientos.
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¿En qué ocasiones has sentido la fortaleza que Jesucristo proporciona por medio de Su expiación?
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¿Qué has aprendido o sentido en cuanto a Jesucristo durante tu estudio de hoy que te gustaría recordar?