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Alma 7:14–27: “[E]l camino que conduce al reino de Dios”


“Alma 7:14–27: ‘[E]l camino que conduce al reino de Dios’”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024

“Alma 7:14–27”, El Libro de Mormón: Manual del maestro

Alma 7:14–27

“[E]l camino que conduce al reino de Dios”

Una persona yendo por el camino hacia el Reino de Dios

Los profetas suelen hacer referencia a la “estrecha y angosta senda” (2 Nefi 31:19), la “senda de los convenios” o “el camino que conduce al reino de Dios” (Alma 7:19). Alma reconoció que el pueblo de Gedeón se encontraba en ese camino y les enseñó cómo podían continuar en él y llegar a ser más semejantes a Dios. El objetivo de esta lección es ayudarte en tus esfuerzos por adquirir atributos semejantes a los de Cristo a medida que sigues el camino que conduce de regreso a Dios.

Fomentar un sentimiento de amor y respeto. Anime a los alumnos a expresar amor y aceptación semejantes a los de Cristo a cada miembro de la clase. El hacerlo puede ablandar el corazón de los miembros de la clase que estén teniendo dificultades.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a pensar en atributos semejantes a los de Cristo que quieran desarrollar más plenamente y a que acudan a clase preparados para explicar por qué.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Un camino a seguir

Podría mostrar la imagen que se encuentra a continuación (o una similar) mientras hace la pregunta siguiente.

Un camino en un bosque frondoso
  • ¿Cuáles son las ventajas de tener un camino que seguir?

Podrías mirar “La restauración diaria”, desde 1:40 hasta 3:25, para ver al élder Dieter F. Uchtdorf, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicar lo que les sucede a quienes se desplazan sin un camino ni puntos de referencia confiables. Este video se encuentra disponible en ChurchofJesusChrist.org.

13:43

Después de profetizar al pueblo de Gedeón acerca de la vida y la expiación de Jesucristo, Alma compartió palabras de aliento con ellos.

Lee Alma 7:19–20 para ver lo que Alma dijo acerca de Dios, Su camino y el pueblo de Gedeón.

Si lo deseas, marca la frase “el camino que conduce al reino de Dios” en el versículo 19. Hoy aprenderás más acerca de este camino.

  • ¿De qué manera crees que puedes saber si te encuentras en el camino que conduce al Reino de Dios?

Valore la posibilidad de dibujar la imagen siguiente en la pizarra y anotar sobre ella el título “El camino que conduce al Reino de Dios”. Invite a los alumnos a dibujar algo similar en su diario.

Haz un dibujo similar al siguiente y anota el título “El camino que conduce al Reino de Dios”.

Dibujo de líneas del camino que conduce al Reino de Dios

El camino que conduce al Reino de Dios a menudo se conoce como la estrecha y angosta senda o la senda de los convenios. Nos encontramos en este camino cuando seguimos el ejemplo y las enseñanzas de Jesucristo. Continuar en este camino nos conducirá a la vida eterna (véase 2 Nefi 31:19–20).

A medida que estudies, medita sobre si crees que te encuentras o no en el camino que conduce al Reino de Dios. Busca enseñanzas que te ayuden a comprender mejor este camino y las bendiciones que el Señor te ofrece si lo sigues.

“[E]l camino que conduce al reino de Dios”

Alma describió las acciones que nos conducirán de regreso a la presencia de Dios.

Lee Alma 7:14–16 y luego anota estas acciones en el dibujo del camino o junto a él.

  • ¿Qué te ayudaron a comprender estos versículos en cuanto a lo que significa encontrarse en el camino que conduce a la presencia de Dios?

Podría invitar a algunos alumnos a escribir en la pizarra sus respuestas a la pregunta anterior. Luego, esos alumnos podrían invitar a otros para que pasen al frente y rodeen con un círculo una respuesta de la pizarra que les parezca especialmente importante. A continuación, se podría pedir a estos últimos que expliquen por qué creen que esa es una acción importante que nos ayuda a regresar a la presencia de Dios.

Una verdad que podemos aprender de estos versículos es la siguiente: Cuando nos arrepentirnos, hacemos convenios con Dios y recibimos las ordenanzas del evangelio de Jesucristo, estamos siguiendo el camino que conduce al Reino de Dios.

  • ¿Cómo nos ayudan estas acciones a prepararnos para regresar a la presencia de Dios?

  • ¿Qué bendiciones podríamos recibir durante esta vida al seguir el camino de Dios?

Podría invitar a los alumnos a hablar de las bendiciones que han recibido en su vida al seguir el camino de Dios y también podría compartir ejemplos de su vida personal.

Desarrollar atributos semejantes a los de Cristo mientras recorremos Su camino

El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que una bendición de seguir la senda de los convenios de Dios es que “nos lleva a ser como Él” (“Escogeos hoy”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 104).

Considere mostrar estas imágenes del Salvador (u otras que usted elija) mientras hace las preguntas siguientes a los alumnos. Antes de hacer las preguntas, podría compartir los atributos de Jesucristo que más admira.

Cristo con la mujer sorprendida en adulterio
Cristo consolando a María y a Marta
Cristo calmando el mar
  • ¿Qué atributos admiras más acerca de Jesucristo? ¿Por qué?

  • ¿En qué aspectos te gustaría ser más semejante al Salvador? ¿Qué puede hacer que resulte difícil? ¿Cómo podríamos superar esas dificultades con la ayuda del Señor?

  • ¿En qué ocasiones has sentido un mayor deseo de ser semejante a Él? ¿Qué estaba sucediendo en tu vida para que te sintieras así?

Alma señaló algunos de los atributos semejantes a los de Cristo que debemos esforzarnos por obtener a medida que recorremos el camino que conduce al Reino de Dios.

Lee Alma 7:22–25 y busca los atributos y comportamientos semejantes a los de Cristo que veas mencionados o descritos. Podrías marcarlos en tu ejemplar de las Escrituras. También podrías anotar esos atributos y comportamientos en el camino que dibujaste o junto a él.

El objetivo de la actividad siguiente es ayudar a los alumnos a aprender más acerca de los atributos semejantes a los de Cristo que se mencionan en Alma 7:22–25 y elaborar un plan para desarrollar uno o más de esos atributos. Podría resultarle conveniente realizar esta actividad antes de clase a fin de estar mejor preparado para ayudar a los alumnos mientras trabajan. Asegúrese de dar suficiente tiempo a los alumnos para que completen esta actividad.

Considere mostrar las instrucciones siguientes.

Con espíritu de oración, escoge uno de los atributos que se mencionan en Alma 7:22–25 que consideres que el Padre Celestial desearía que desarrolles y luego completa la actividad siguiente. Anota tus reflexiones en la parte inferior de tu dibujo o en alguna otra parte en tu diario de estudio.

  1. Aprende más sobre este atributo. Como ayuda, podrías utilizar recursos de las Escrituras, como la Guía para el Estudio de las Escrituras. Escribe las cosas que aprendas.

  2. Anota los desafíos que conlleva desarrollar el atributo que escogiste y las razones por las que crees que Dios te permite experimentar esos desafíos.

  3. Anota dos o tres maneras diferentes en las que tu vida sería mejor después de adquirir este atributo.

  4. Busca un ejemplo de la vida del Salvador en el cual haya ejemplificado este atributo. Como alternativa, podrías anotar un ejemplo de la vida de alguien a quien conozcas en el que se ejemplifique este atributo semejante a los de Cristo.

  5. Determina una o más acciones que podrías llevar a cabo y que propiciarían la ayuda de Dios a medida que te esfuerzas por desarrollar este atributo. Elabora un plan para poner en práctica esa acción en tu vida. Una manera en la que podrías esforzarte por poner en práctica esta acción consiste en hablar con el Padre Celestial en tus oraciones diarias acerca de tu progreso y pedirle ayuda cuando sientas que estás fallando.

Podía dividir a los alumnos en grupos pequeños. Cada persona del grupo podría explicar brevemente lo que aprendió y sintió acerca del atributo que escogió y por qué desea desarrollarlo. Como alternativa, podrían hablar sobre el atributo que eligieron y el ejemplo de la vida del Salvador o de alguien a quien conozcan. Anime a sus alumnos a poner en práctica sus planes. Comparta su testimonio de que el Padre Celestial y Jesucristo los ayudarán en sus esfuerzos.