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Alma 37: “Por medio de cosas pequeñas y sencillas”


“Alma 37: ‘Por medio de cosas pequeñas y sencillas’”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024

“Alma 37”, El Libro de Mormón: Manual del maestro

Alma 37

“Por medio de cosas pequeñas y sencillas”

un joven estudiando las Escrituras

A veces, nuestros problemas parecen tan grandes y complicados que suponemos que las soluciones también deben ser grandes y complicadas. Sin embargo, Alma enseñó a su hijo Helamán que el Señor a menudo utiliza cosas pequeñas y sencillas para hacer grandes cosas; por ejemplo, permitir que las Escrituras señalen “el camino que debe[mos] seguir” en la vida (Alma 37:40). El objetivo de esta lección es ayudarte a ejercer fe en Jesucristo al estudiar Su palabra en las Escrituras.

Fomentar el estudio diario de las Escrituras. El estudio personal y diario de las Escrituras brinda a los alumnos una oportunidad constante de aprender el Evangelio, desarrollar el testimonio y escuchar la voz del Señor. En ocasiones, los alumnos podrían sentirse desanimados o necesitar motivación para estudiar con más frecuencia. Busque oportunidades de testificar de las palabras del Señor y de alentar a los alumnos a estudiar las Escrituras diariamente.

Preparación del alumno: Aliente a los alumnos a que, mientras estudian las Escrituras a diario, reflexionen sobre las bendiciones que ese estudio aporta a su vida, especialmente la forma en que los ayuda a venir a Cristo.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

La grandeza de las cosas pequeñas y sencillas

Escriba las palabras pequeñas y sencillas en la pizarra.

  • ¿Cuáles son algunas cosas pequeñas y sencillas que marcan una gran diferencia en tu vida?

una joven haciendo ejercicio
un teléfono inteligente
un cepillo de dientes
jóvenes prestando servicio de limpieza en el exterior de un edificio

Considere mostrar imágenes o analizar ejemplos, tales como un cepillo de dientes, un mensaje de texto, ejercicio físico o un acto de servicio simple.

Como alternativa, podría preguntar a los alumnos si llevan cosas pequeñas que tengan una gran influencia en su vida; por ejemplo, una fotografía de su familia, un teléfono o una billetera. Invítelos a mostrar el objeto y a hablar sobre la gran influencia que tiene.

Tal como se registra en Alma 37, Alma confió a Helamán una importante responsabilidad que el Señor utilizó para influir enormemente en los hijos de Dios. Lee Alma 37:1–2, 5–7 para ver qué era y por qué era tan importante.

Si quieres ver un video que represente estos versículos, mira “Alma aconseja a sus hijos”, desde 3:15 hasta 5:05, que se encuentra disponible en LaIglesiadeJesucristo.org. Sigue el relato en tu ejemplar de las Escrituras.

17:5

Alma aconseja a sus hijos | Alma 36–42

Alma, hijo, aconseja a sus hijos. Invita a Helamán a llevar un registro del pueblo. Elogia a Shiblón por su rectitud y manda a Coriantón que se arrepienta.

Una verdad que podemos aprender en Alma 37 es la siguiente: El Señor utiliza las Escrituras para llevar la salvación a muchas personas.

  • ¿Por qué crees que el Señor utiliza las Escrituras para ayudar a las personas a edificar su fe en Jesucristo y venir a Él a fin de obtener la salvación?

A medida que continúes estudiando, medita sobre estas preguntas: ¿De qué forma las Escrituras ayudan a llevar a las personas a Jesucristo y Su salvación? ¿De qué forma debería estudiar yo a fin de recibir estas grandes bendiciones?

Si consideras que no estás recibiendo grandes bendiciones por medio del estudio de las Escrituras, busca la guía del Espíritu Santo para saber lo que tal vez necesites reconocer o cambiar.

Si lo desea, divida a los alumnos en grupos o de dos en dos y asígneles una de las actividades siguientes. Cuando la hayan completado, invite a los alumnos a explicar lo que aprendieron. Según el tiempo disponible y las necesidades de la clase, podrían realizar ambas actividades como clase.

Actividad A: El gran poder de las Escrituras

Alma enseñando a su hijo

Alma recordó a Helamán las maneras en que las Escrituras influyeron enormemente en los nefitas y los lamanitas. Lee Alma 37:8–10, 14, y busca las bendiciones milagrosas que el Señor llevó a cabo por medio de las Escrituras. Podrías marcar esas bendiciones o anotarlas en tu diario de estudio.

  • ¿Cuál de esas bendiciones te llama la atención? ¿Por qué?

Considere escribir en la pizarra las bendiciones que los alumnos mencionen.

Alma enseñó que las Escrituras “ensancha[ron] la memoria de este pueblo” (Alma 37:8). El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó esta bendición:

Las Escrituras ensanchan nuestra memoria al ayudarnos a recordar siempre al Señor y nuestra relación con Él y con el Padre. Nos recuerdan lo que sabíamos en nuestra vida premortal, y ensanchan nuestra memoria en otro sentido al enseñarnos acerca de épocas, personas y acontecimientos que no experimentamos personalmente (D. Todd Christofferson, “La bendición de las Escrituras”, Liahona, mayo de 2010, pág. 33).

  • ¿En qué ocasiones han experimentado tú u otras personas que conozcas una de estas bendiciones del estudio de las Escrituras?

  • ¿De qué forma crees que las Escrituras nos llevan “al conocimiento del Señor […] y a regocijar[nos] en Jesucristo”? (Alma 37:9).

Valore la posibilidad de relatar una experiencia personal o mostrar un video de alguien que ilustre este concepto. Algunos ejemplos son “Un reflejo del amor de Dios – Lo que las Escrituras significan para mí”, desde 2:36 hasta 3:27, o “La conversión continua – Lo que las Escrituras significan para mí”. Estos videos se encuentran disponibles en LaIglesiadeJesucristo.org.

Actividad B: La Liahona y las palabras de Cristo

Después de dar más consejos a Helamán, Alma comparó las palabras de Cristo con un objeto concreto, pequeño y sencillo que Lehi y su familia habían utilizado: la Liahona. Reflexiona sobre lo que sabes acerca de la Liahona.

Muestre una imagen de la Liahona, como la siguiente. Podría invitar a los alumnos a decir lo que saben sobre la Liahona.

Nefi y su familia observando la Liahona

Lee Alma 37:38–46 y busca las cosas pequeñas y sencillas que la familia de Lehi debía hacer para que la Liahona pudiera guiarlos.

Para ayudarte a pensar en la forma en que las enseñanzas de Alma acerca de la Liahona se aplican al estudio de las Escrituras, dedica un momento a describir lo siguiente:

  1. Estudiar las Escrituras con fe en Dios (véase Alma 37:40). ¿Qué hace que este tipo de estudio sea diferente de otros?

  2. Volverse “perezosos” y olvidar “ejercer […] fe y diligencia” por medio del estudio de las Escrituras (Alma 37:41).

Podría invitar a los alumnos a relatar experiencias que los hayan ayudado a ver la forma en que el Señor puede utilizar las Escrituras como un “director” que “[indica] el camino que deb[emos] seguir” en la vida (Alma 37:38, 40).

El estudio personal de las Escrituras

Reflexiona sobre tus metas, hábitos y experiencias actuales con respecto al estudio personal de las Escrituras. Escribe en tu diario los pequeños cambios que podrías hacer para permitir que el Señor te bendiga de grandes maneras. A continuación se dan algunas sugerencias:

Estudia las Escrituras en busca de más “conocimiento del Señor” o para “regocijar[t]e en Jesucristo” (Alma 37:9).

  • Esto podría incluir la búsqueda de referencias sobre Jesucristo, Sus funciones y Su misión. Al reconocer esas referencias, podrías pensar en la forma en que Jesucristo desempeña funciones similares en tu vida. A medida que encuentres las referencias, podrías anotar expresiones de gratitud en un diario o en la aplicación Biblioteca del Evangelio.

Muestra fe en Dios al estudiar (véase Alma 37:40).

  • Esto podría incluir la búsqueda de maneras de actuar de acuerdo con lo que estás estudiando y venir a Cristo. Podrías tratar de responder la pregunta siguiente con frecuencia: “Lo que estoy estudiando, ¿cómo puede ayudarme a venir a Cristo para recibir Sus bendiciones y seguir Su ejemplo?”. Luego podrías anotar tus respuestas en un diario.

Determina la forma en que podrías evitar ser “perezoso” y olvidar “ejercer [t]u fe y diligencia” al estudiar (Alma 37:41).

  • Esto podría incluir la selección de un horario fijo cada día para estudiar las Escrituras. También podrías invitar a un familiar o a un amigo a dar seguimiento con frecuencia a tus esfuerzos por estudiar las Escrituras. Si estuviera disponible, podrías configurar un recordatorio en el calendario de tu teléfono u otro dispositivo digital cada día.

Concluya la clase compartiendo maneras en que el Señor ha hecho grandes cosas en su vida por medio del estudio de las Escrituras.