Alma 47–48

Amalickíah y Lehonti

¿Alguna vez has oído a alguien decir: “Una sola vez no hará daño”, “Es solo un poco” o “No es tan malo”? Cuando decidimos ceder, aunque sea un poco, a las tentaciones de Satanás, le damos poder sobre nosotros. En Alma 47, aprendemos acerca de un hombre llamado Lehonti que cedió un poco ante su enemigo y se encontró en circunstancias muy peligrosas e incluso mortales. Esta lección puede ayudarte a resistir los intentos de Satanás por obtener poder sobre ti.

Ayudar a los alumnos a ser participantes activos en el proceso de aprendizaje. Al enseñar, busque maneras de ayudar a los alumnos a ser participantes activos en el proceso de aprendizaje. Por ejemplo, haga preguntas abiertas que fomenten las respuestas reflexivas y prepare actividades que fomenten la participación, tales como dibujar o escribir.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a leer 2 Nefi 28:7–8, 21–22, y a pensar en ejemplos de cómo Satanás utiliza esas tácticas en nuestros días.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Los señuelos

Antes de compartir la explicación siguiente, podría mostrar una imagen de una caña de pescar con un señuelo y pedir a los alumnos que digan lo que saben sobre la finalidad de un señuelo de pesca.

Un señuelo de pesca es un tipo de carnada que se utiliza para atrapar peces. El señuelo atrae la atención de los peces y puede tentarlos a tratar de morderlo. Luego, una vez que el pez está enganchado, se lo puede capturar.

El presidente M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles, compartió las similitudes entre los señuelos de pesca y las tentaciones de Satanás. Si lo deseas, mira “¡Oh ese sutil plan del maligno!”, desde 0:43 hasta 2:30, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, para aprender acerca de las comparaciones que hizo.

• ¿Cuáles son algunos de los señuelos que emplea Satanás para tentarnos a pecar?

  Los alumnos podrían reconocer maneras en que Satanás trata de que sus tentaciones parezcan atractivas, tales como proporcionar placer provisional o popularidad, o hacernos sentir que no hay peligro en pecar.

• ¿Por qué querrías resistirte a esos señuelos?

• ¿Qué puede hacer que sea difícil resistir la tentación?

Tal vez recuerdes que Amalickíah y un grupo de disidentes nefitas procuraron acabar con la libertad de los nefitas y destruir la Iglesia de Dios (véase Alma 46:10). Después de que Moroni y otros nefitas se lo impidieron, Amalickíah escapó y se fue entre los lamanitas, e intentó incitarlos a la ira contra los nefitas (véanse Alma 46:29–33; 47:1).

Hoy aprenderás acerca de los otros intentos de Amalickíah por obtener poder. Muchas de sus tácticas son similares a las tácticas que Satanás utiliza contra nosotros en la actualidad. A medida que estudias, busca verdades que puedan ayudarte a evitar los señuelos que Satanás utiliza en sus intentos por dañarte.

Amalickíah procura convertirse en rey de los lamanitas

Podría ser útil remitir a los alumnos a los pasos de comparar las Escrituras que aprendieron en la lección “Alma 43, 48–50”. Los alumnos podrían practicar el uso de estos pasos a medida que estudian este relato.

Lee Alma 47:1–8 y busca cuáles eran los planes de Amalickíah cuando se fue entre los lamanitas.

• ¿Qué hizo Amalickíah para obtener influencia y poder entre los lamanitas?

• ¿En qué se parecen los objetivos de Amalickíah a los de Satanás? (véase 2 Nefi 26:22).

• ¿En qué se diferencian los objetivos del Padre Celestial para ti de los de Satanás? (véase Moisés 1:39). ¿Por qué es importante recordar esto?

El grupo de lamanitas que se negó a ir a la batalla contra los nefitas estaba dirigido por un hombre llamado Lehonti.

Lee Alma 47:9–12 para saber lo que Amalickíah quería que Lehonti hiciera.

Podría dibujar el diagrama siguiente en la pizarra para ayudar a los alumnos a visualizar la situación que se describe en estos versículos.

Después de leer el versículo 11, podría preguntar: “¿Por qué habría sido imprudente descender al pie de la montaña para reunirse con Amalickíah?”. Luego, los alumnos podrían leer el versículo 12 y buscar lo que Amalickíah cambió la cuarta vez que trató de tentar a Lehonti a reunirse con él.

Para ilustrar el método distinto de Amalickíah, podría agregar flechas al diagrama de la pizarra para reflejar que Amalickíah fue casi hasta la cima de la montaña, así como su petición de que Lehonti descendiera solamente un poco.

• ¿Cuáles son algunas de las razones por las que Lehonti podría haber considerado aceptar la invitación final de Amalickíah en el versículo 12?

• ¿Qué le hubieras dicho a Lehonti si hubieras estado en su ejército y él te hubiera pedido consejo en cuanto a si debía reunirse con Amalickíah o no? ¿Por qué?

Lee Alma 47:13–19 para saber cómo respondió Lehonti a los esfuerzos adicionales de Amalickíah y lo que sucedió por ello.

• ¿Qué similitudes hay entre las tácticas de Amalickíah y las que usa Satanás para destruirnos? (Si es necesario, consulta 2 Nefi 28:7–8, 21–22).

Para responder la pregunta anterior, los alumnos podrían señalar que Satanás es persistente, engañoso, astuto y despiadado. Al igual que Amalickíah, Satanás podría tratar de persuadirnos a rebajar gradualmente nuestras normas y colocarnos en circunstancias que nos hagan vulnerables a sus ataques. Podría invitar a los alumnos a marcar las palabras “bajar” o “bajara” cada vez que aparezcan en Alma 47:10–13. ¿Qué verdad aprendes de este relato acerca del peligro de ceder, aunque sea solamente un poco, a las tentaciones de Satanás?

Tu lucha contra Satanás

Una verdad que podemos aprender de este relato es la siguiente: Si cedemos, aunque sea solamente un poco, a las tentaciones de Satanás, le otorgamos más influencia para que nos desvíe.

Piensa en cómo se ha demostrado esta verdad en tu vida o en la vida de otras personas. La actividad siguiente puede ayudarte a reconocer algunas maneras en que Satanás podría tratar de hacerte vulnerable a sus tentaciones y las maneras en que el Salvador puede ayudarte a protegerte contra esas tentaciones.

Considere llevar a cabo esta actividad en la pizarra como clase. Como alternativa, podría mostrar las instrucciones de la actividad y colocar a los alumnos en grupos pequeños para que trabajen juntos en ella. Luego, cada grupo podría compartir su imagen con la clase.

Para preparar a los alumnos para esta actividad, podría utilizar las declaraciones en video de la hermana Elaine S. Dalton y del presidente Henry B. Eyring que se encuentran en la sección “Comentarios e información de contexto”.

• Paso 1: Dibuja a un adolescente de pie en la cima de una montaña. Al pie de la montaña, haz una lista de tentaciones o tácticas que Satanás utiliza para tratar de hacernos “bajar” un poco a fin de obtener poder sobre nosotros. Asegúrate de dejar espacio entre el adolescente y las tentaciones que anotes a fin de tener lugar para el paso 2.

• Paso 2: En la cima de la montaña, haz una lista de algunos de los recursos o enseñanzas que el Señor nos ha dado que pueden protegernos de las tentaciones de Satanás. (Para ver algunos ejemplos, podrías estudiar algunos de estos versículos: 1 Nefi 15:24; Helamán 5:12; Doctrina y Convenios 10:5; 11:12–13; 20:22; 87:8).

Elaborar un plan

Piensa en cómo las verdades que has estudiado hoy se aplican a tu vida. Podrías anotar tus respuestas a estas preguntas:

Muestre las preguntas siguientes y dé tiempo a los alumnos para anotar sus respuestas en sus diarios de estudio.

• ¿En qué ocasiones has resistido las tentaciones de Satanás utilizando las herramientas que el Señor te ha proporcionado?

• ¿Cómo te esforzarás por procurar mejor la ayuda de Dios para resistir las tentaciones de Satanás?

Invite a los alumnos que así lo deseen a compartir sus respuestas a la primera pregunta. Mencione que no deben compartir nada demasiado personal o sagrado.

Anime a los alumnos a resistir las tentaciones de Satanás actuando de acuerdo con los pensamientos e impresiones que anotaron en sus diarios, y testifique del poder del Salvador para ayudarlos.

Comentarios e información de contexto

¿Cuáles son algunos ejemplos de tentaciones que Satanás utiliza para tratar de obtener poder sobre nosotros?

Mira “El regreso a la virtud”, desde 4:28 hasta 6:30, para ver los ejemplos que compartió la hermana Elaine S. Dalton, quien fue Presidenta General de las Mujeres Jóvenes.

Mira “Paso 3: Confiar en Dios: La historia de Sharon sobre la recuperación de su adicción a las metanfetaminas” (5:29), para ver un ejemplo de alguien que cayó en las trampas de Satanás.

Mira “Buscar a Cristo en todo pensamiento”, desde 8:18 hasta 9:42, para ver un ejemplo que contó el élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles.

¿Qué puedo recordar cuando sienta el deseo de participar en pecados “pequeños”?

El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Mis queridos amigos, cuando resistimos las pequeñas tentaciones, las cuales a menudo vienen inesperadamente en nuestra vida, estamos mejor equipados para evitar las transgresiones más serias (Ulisses Soares, “Buscar a Cristo en todo pensamiento”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 84).

¿Qué ayuda brinda el Señor para resistir la tentación?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

Con la ayuda del Espíritu Santo, podremos cuidarnos a nosotros mismos. Podremos orar para reconocer y rechazar los primeros pensamientos del pecado. Podemos orar para reconocer una advertencia de no pronunciar palabras que ofendan ni tienten a ninguna otra persona. Y podremos, cuando debamos hacerlo, orar pidiendo humildad y fe para arrepentirnos.

Sin duda habrá personas que oigan mi voz a quienes asaltará el siguiente pensamiento: “Es que las tentaciones son demasiado grandes para mí. He resistido todo el tiempo que he podido. Para mí, los mandamientos son muy difíciles. La norma es demasiado elevada”.

Pero no es así. El Salvador es nuestro Abogado para con el Padre. Él conoce nuestras flaquezas y sabe cómo socorrer a los que son tentados (Henry B. Eyring, “Como un niño”, Liahona, mayo de 2006, pág. 17).

Actividades de aprendizaje complementarias

El poder de una sola persona

A medida que los alumnos estudien Alma 47–48, podrían beneficiarse de comparar y contrastar a Amalickíah con el capitán Moroni, a fin de descubrir el poder que una sola persona puede tener para bien o para mal. Invítelos a hablar sobre cómo cada uno de estos hombres influyó en las personas de su entorno. Invítelos a compartir maneras en que el Salvador, siendo un solo hombre, influyó en el mundo para bien. También podrían compartir ejemplos de personas que conozcan que hayan demostrado que una persona puede influir en muchas otras para bien. Invítelos a pensar en cómo pueden seguir esos ejemplos de hacer el bien en su propia vida.

Alma 48:7–20. Cómo sacudir los poderes del infierno

Los alumnos podrían estudiar Alma 48:7–20 y buscar maneras en que Moroni se asemeja a Jesucristo. Por ejemplo, Moroni fortaleció las edificaciones débiles de su pueblo (véase Alma 48:7–9), de la misma manera que Cristo fortalece nuestros puntos débiles conforme acudimos a Él con fe (Éter 12:27). Invítelos a leer Alma 48:17 y a pensar en por qué esa declaración es cierta en cuanto a Moroni y por qué es cierta en cuanto al Salvador. Pida a los alumnos que piensen en personas que conozcan cuyos nombres podrían insertarse en Alma 48:17 en lugar de “Moroni”. Invítelos a escoger una manera en que pueden seguir el ejemplo de Jesucristo y recibir el mismo poder que Moroni.