Helamán 7–10

El profeta del Señor

En un mundo lleno de voces contradictorias, ¿adónde podemos acudir en busca de guía y verdad? Una manera en que el Señor procura guiarnos y ayudarnos en la vida terrenal es llamando a un profeta. Esta lección puede ayudarte a comprender la función esencial de los profetas en el plan del Padre Celestial.

Amar a quienes enseña. Esfuércese por demostrar amor por sus alumnos. Muestre interés sincero en su vida, escuche atentamente sus preguntas y comentarios, involúcrelos en la lección y salúdelos con cordialidad cuando los vea. Exprese su confianza en que sus alumnos pueden aprender y vivir el evangelio de Jesucristo.

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a analizar con un amigo o un familiar la influencia que los profetas vivientes han tenido en su vida.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿Por qué Dios llama a profetas?

Para comenzar la clase, considere invitar a los alumnos a practicar sus respuestas a la situación siguiente. Usted podría representar al amigo que no es miembro. Permita que varios alumnos explican de qué forma responderían. Asegúrese de que los alumnos sepan que esta situación hipotética se tratará nuevamente al final de la clase.

Imagínate que uno de tus amigos que no es miembro de la Iglesia se sorprende al saber que crees que el Señor llama a profetas en nuestra época. Tu amigo se pregunta por qué los profetas son necesarios en la actualidad.

• ¿De qué maneras podrías responder a tu amigo?

Piensa en lo que sientes acerca de los profetas del Señor y en tu disposición a escucharlos y seguirlos. A medida que estudies hoy, tendrás oportunidades de reconocer verdades importantes sobre los profetas.

En una página en blanco de tu diario de estudio, escribe el encabezado siguiente: Verdades acerca de los profetas del Señor. Durante la lección, escribe debajo de este encabezado las verdades que aprendas acerca de los profetas.

También puede escribir este encabezado en la pizarra y agregar las reflexiones de los alumnos durante la lección.

Una gran parte del contenido que se estudiará durante esta semana (Helamán 7–12) y la semana próxima (Helamán 13–16) se centrará en los profetas. Podría indicar a los alumnos que reserven suficiente espacio en su diario de estudio para que puedan agregar cosas a su lista durante las próximas dos semanas.

El profeta Nefi

Hoy aprenderás acerca de Nefi, el hijo de Helamán. Después de ser rechazado por los nefitas en la tierra del norte, Nefi regresó a su hogar en Zarahemla, donde el pueblo también era muy inicuo. Lamentando esa iniquidad, Nefi fue a la torre de su jardín y clamó a Dios (véase Helamán 7:1–11).

Lee Helamán 7:12–22 para saber lo que dijo Nefi después de darse cuenta de que el pueblo se había congregado para escuchar sus clamores.

• ¿Qué verdad podrías reconocer acerca de los profetas del Señor según lo que Nefi dijo en estos versículos?

Una verdad que tal vez reconociste es la siguiente: Los profetas de Dios invitan a las personas a arrepentirse. Escribe esta verdad en la lista de tu diario de estudio.

• ¿Qué te enseña acerca de Dios el hecho de que Él llame a profetas para proclamar el arrepentimiento?

Muchas personas se enojaron por el mensaje de Nefi. Para ayudar a las personas a comprender que decía la verdad, Nefi les habló milagrosamente de los acontecimientos que habían ocurrido mientras les predicaba.

Valore la posibilidad de invitar a un alumno a leer el siguiente resumen de Helamán 8:25–28; 9:1–36. También podría invitar a un alumno a leer estos versículos antes de la clase y a prepararse para resumir este relato con sus propias palabras. Como alternativa, podría compartir el video “El asesinato del juez superior”, desde 1:25 hasta 4:01, que se encuentra disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

En primer lugar, Nefi dijo al pueblo que su juez superior, Seezóram, había sido asesinado (véase Helamán 8:27–28). El pueblo creyó que “Nefi deb[ió] haberse convenido con alguien para matar al juez” (Helamán 9:16). Luego, Nefi le dijo al pueblo que fueran a buscar a Seántum, que era el hermano de Seezóram, y que le hicieran ciertas preguntas. Nefi dijo al pueblo exactamente lo que Seántum respondería (véase Helamán 9:26–36). Esto llevó a Seántum a confesar que él era el asesino y que Nefi era inocente (véase Helamán 9:37).

Lee Helamán 9:37–41 para saber cómo reaccionó el pueblo después de ser testigo de esos acontecimientos.

• ¿Qué verdad aprendes de la experiencia de Nefi que podrías agregar a tu lista?

Una verdad que tal vez hayas reconocido es la siguiente: Las palabras de los profetas se cumplirán.

• ¿Por qué crees que es importante conocer esta verdad sobre los profetas?

• ¿Qué otros ejemplos hay del cumplimiento de las palabras de los profetas?

Considere compartir un ejemplo personal que ilustre cómo se han cumplido las palabras de los profetas en su vida. Por ejemplo, podría hablar de una bendición prometida que recibió por seguir el consejo de un profeta.

Verdades adicionales sobre los profetas

Además de las verdades ya reconocidas, Nefi y sus interacciones con el pueblo ilustran muchas más verdades sobre la función y el propósito del profeta del Señor. Continúa practicando la técnica de reconocer verdades a medida que estudias los siguientes pasajes de las Escrituras y agrega lo que encuentres a tu lista.

Podría mostrar las referencias siguientes y asignar a los alumnos que estudien cada pasaje de dos en dos o en grupos pequeños. También podría asignar a los alumnos diferentes pasajes de las Escrituras para que los estudien y luego se enseñen unos a otros.

Helamán 7:29: La declaración de Nefi al pueblo que se reunió después de escucharlo orar.

Helamán 8:1–4: La reacción de los jueces a las palabras de Nefi.

Helamán 8:22–23: La respuesta de Nefi al pueblo que lo vilipendió a él y a sus palabras.

Helamán 10:5–7: La conversación del Señor con Nefi después de que terminó de enseñar al pueblo.

• ¿Qué verdades sobre los profetas encontraste en estos versículos?

Agregue las respuestas de los alumnos a la lista de la pizarra. Los alumnos podrían haber reconocido verdades como las siguientes.

A continuación se encuentran algunas de las verdades que quizás hayas reconocido:

El mensaje de un profeta no es su propio mensaje: proviene del Señor (Helamán 7:29).

Los profetas no son populares entre los inicuos (Helamán 8:1–4).

Los profetas testifican de Jesucristo (Helamán 8:22–23).

El Señor da a Su profeta el poder para sellar (Helamán 10:5–7).

Los alumnos tendrán oportunidades de aprender más acerca de cada una de estas verdades en próximas lecciones. Las dos primeras verdades mencionadas se estudiarán con mayor profundidad en Helamán 13–16. La tercera y la cuarta verdades mencionadas se estudiarán con mayor profundidad en las próximas lecciones de esta semana.

La importancia de los profetas vivientes

Muestre las instrucciones siguientes y dé a los alumnos tiempo suficiente para que elaboren una respuesta a la situación hipotética que se encuentra al comienzo de la lección.

A fin de ayudar a los alumnos a preparar sus respuestas, podría resultar útil pedirles que mencionen algunos de los desafíos más habituales que enfrentan los adolescentes en la actualidad. Podrían anotar sus respuestas en la pizarra junto a las verdades que hayan reconocido acerca de los profetas. Luego, los alumnos podrían compartir la forma en que algunas de las verdades que reconocieron hoy podrían ayudarlos con los desafíos que se les ocurrieron.

Recuerda la situación hipotética del comienzo de la lección acerca de un amigo que se preguntaba por qué los profetas son necesarios en nuestra época.

Escribe una respuesta a tu amigo que explique por qué es importante que el Señor llame a profetas en nuestra época. Tu respuesta debe extenderse por lo menos un párrafo.

Las preguntas siguientes pueden ayudarte con tu respuesta:

• ¿Cómo pueden una o más de las verdades que reconociste ayudarnos con los desafíos que afrontamos?

• ¿Qué experiencias te han ayudado a reconocer la bendición de tener profetas vivientes sobre la tierra?

Invite a los alumnos a compartir sus respuestas con un compañero. También podría invitar a los mismos alumnos voluntarios que realizaron la dramatización de la situación al comienzo de la clase a ir al frente del salón y hacer otra dramatización de la situación.

Testifique de las verdades que hayan analizado y anime a los alumnos a actuar de acuerdo con las impresiones espirituales que hayan sentido durante la lección.

Comentarios e información de contexto

¿Qué sucede si no estamos de acuerdo con lo que dice un profeta?

El presidente Harold B. Lee (1899–1973) enseñó lo siguiente:

Es posible que no les guste lo que dicen las Autoridades de la Iglesia. Puede que contradiga sus opiniones políticas o sociales. Puede que interfiera con su vida social […]. Su seguridad y la nuestra dependen de si seguimos o no a quienes el Señor ha colocado para presidir Su Iglesia […]. Mantengamos la mira en el Presidente de la Iglesia (Harold B. Lee, en Conference Report, octubre de 1970, págs. 152–153).

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

Algunas veces recibiremos algún consejo que no podremos entender o que parece que no se aplica a nosotros, aun después de la sincera oración y meditación. No descarten ese consejo, sino guárdenlo cerca del corazón. Si alguien en quien confían les diera lo que aparenta no ser más que una bolsa de arena con la promesa de que contiene oro, sabiamente la sostendrían en la mano por un tiempo, sacudiéndola con suavidad. Cada vez que he hecho eso con el consejo de un profeta, luego de un tiempo comienzan a aparecer las pepitas de oro y me he sentido agradecido (véase Henry B. Eyring, “Busquemos seguridad en el consejo”, Liahona, julio de 1997, pág. 29).

¿Por qué los profetas a veces predican verdades que no son populares?

El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente:

A veces se nos acusa de ser poco compasivos cuando enseñamos los requisitos del Padre para la exaltación en el Reino Celestial. Sin embargo, ¿no seríamos mucho menos compasivos si no dijéramos la verdad, si no enseñáramos lo que Dios ha revelado?

Es precisamente porque sí nos importan profundamente todos los hijos de Dios que proclamamos Su verdad. Es posible que no siempre les digamos a las personas lo que estas quieren oír. Los profetas rara vez son populares, ¡pero siempre enseñaremos la verdad! (Russell M. Nelson, “The Love and Laws of God”, devocional en la Universidad Brigham Young, 17 de septiembre de 2019, speeches.byu.edu).

Actividades de aprendizaje complementarias

Catorce razones para seguir al profeta

A fin de ayudar a los alumnos a comprender más verdades acerca de los profetas, podría mostrar la lista que aparece en “Catorce razones para seguir al profeta” y que compartió el presidente Ezra Taft Benson (1899–1994). Los alumnos podrían analizar por qué es importante conocer y recordar los principios que reconocieron en la lección y los que menciona el presidente Benson. ¿Con qué principios podrían tener dificultades algunas personas? ¿Cuáles podrían ser especialmente relevantes para que los jóvenes los recuerden? ¿Por qué?

Helamán 7:17–19. Los profetas exhortan a las personas a arrepentirse

Invite a los alumnos a leer Helamán 7:16 en busca de algo que les llame la atención de las palabras de Nefi cuando describió lo que Satanás deseaba para el pueblo. Los alumnos podrían hacer dos columnas en su diario de estudio y luego leer Helamán 7:17–22, 26–28. En una columna, los alumnos podrían anotar los pecados del pueblo; en la otra, podrían anotar las consecuencias que se producirían si no se arrepentían.

Las preguntas siguientes podrían ayudar a analizar lo que los alumnos encontraron: ¿Qué les enseña esto acerca de la importancia de comprender la invitación al arrepentimiento por parte de un profeta? ¿Cómo podría el comprender esto ayudarlos a acercarse más al Padre Celestial y a Jesucristo?

Las palabras del profeta se cumplirán

Si cree que los alumnos se beneficiarían de dedicar más tiempo a comprender y sentir la verdad de que las palabras de los profetas se cumplirán, podría invitarlos a leer pasajes de las Escrituras que ilustren este concepto; por ejemplo, Isaías 7:14; Doctrina y Convenios 1:37 y Doctrina y Convenios 87:1–3. Podrían analizar estas preguntas: ¿Qué ejemplos modernos ilustran esta verdad? ¿De qué manera el saber y creer esta verdad podría influir en lo que sienten con respecto al profeta? ¿Cómo podría cambiar eso la relación de ustedes con el Padre Celestial y con Jesucristo?