Jesucristo enseñó que debemos ser “perfectos” así como Él y nuestro Padre Celestial son perfectos (3 Nefi 12:48). Aunque este mandamiento puede parecer abrumador, ofrece perspectivas significativas sobre la naturaleza de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, y también nos enseña que podemos llegar a ser semejantes a Ellos. La finalidad de esta lección es ayudarte a comprender tu potencial para llegar a ser perfecto como nuestro Padre Celestial y Jesucristo.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Tu potencial
¿Qué puede llegar a ser cada uno de ellos cuando se hayan desarrollado por completo?
¿Qué necesitan a fin de alcanzar su potencial?
¿Cuál es el potencial de cada hijo en el plan del Padre Celestial?
¿Cómo influye en tus decisiones el hecho de comprender tu potencial divino? ¿Cómo influye en la forma en la que te sientes con respecto a ti mismo?
Mientras estudias la lección de hoy, piensa en lo mucho que ya has crecido y aprendido a lo largo de tu vida y en lo que todavía eres capaz de llegar a ser con la ayuda de Dios.
La invitación del Salvador a alcanzar nuestro potencial
En 3 Nefi 12:17–47, Jesús compartió varios ejemplos de la ley de Moisés con el pueblo del Libro de Mormón. Siguió cada ejemplo con una explicación de una ley mayor o una invitación a vivir un nivel más alto de rectitud que nos puede ayudar a entender mejor lo que Él y nuestro Padre Celestial desean que lleguemos a ser.
¿En qué forma estas enseñanzas podrían ayudarnos a llegar a ser más semejantes al Padre Celestial y a Jesucristo?
Lee 3 Nefi 12:48 y busca el potencial pleno que Jesucristo sabe que existe en cada uno de nosotros.
Este versículo enseña lo siguiente: Jesucristo desea que lleguemos a ser perfectos como Él y nuestro Padre Celestial.
¿Qué preguntas o inquietudes crees que podrían tener las personas en cuanto a esta enseñanza? ¿Por qué?
¿Qué te da esperanza o confianza en que llegar a ser como el Padre Celestial y Jesucristo es posible?
¿Cómo se puede relacionar esa verdad con las imágenes del principio de la lección?
El amor perfecto del Padre Celestial y de Jesucristo
Llegar a ser perfecto es llegar a ser como el Padre Celestial y Jesucristo. La ley mayor que Jesús enseñó en este capítulo puede ayudarnos a entender el carácter y los atributos del Padre Celestial y de Jesucristo. Conforme entendemos mejor quiénes son, podemos esforzarnos por llegar a ser semejantes a Ellos y tener la esperanza de que Ellos nos ayudarán con paciencia a medida que tratamos de progresar.
Lee 3 Nefi 12:43–45 y la siguiente declaración del élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, y busca lo que enseñan acerca del amor del Padre Celestial y de Jesucristo.
[E]stoy agradecido de saber que, a pesar de mis imperfecciones, al menos Dios es perfecto; que al menos Él es capaz, por ejemplo, de amar a Sus enemigos, porque con demasiada frecuencia, debido al “hombre [o mujer] natural” en nosotros, ustedes y yo a veces somos ese enemigo. Cuán agradecido estoy de que al menos Dios puede bendecir a aquellos que lo ultrajan porque, sin querer o queriendo, en ocasiones todos lo ultrajamos (Jeffrey R. Holland, “Sed, pues, vosotros perfectos… con el tiempo”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 41).
¿Por qué es reconfortante saber que el Padre Celestial y Jesucristo aman a Sus enemigos y bendicen a quienes los ultrajan?
¿De qué manera Su amor, ayuda y paciencia pueden darte esperanza de que lograrás la perfección algún día?
La perfección es un proceso que solo es posible por medio de Jesucristo
Es natural preguntarse si es posible llegar a ser perfecto. Si tuviéramos que lograr la perfección por nuestra cuenta, o si tuviéramos que lograrla durante nuestra vida terrenal, sería imposible.
¿Qué hace posible que todos aquellos que llegan a ser perfectos lo logren con el tiempo?
Lee Doctrina y Convenios 93:11–13 y busca lo que estos versículos aportan a nuestra comprensión de la perfección de Jesucristo.
¿Por qué es importante comprender que incluso la perfección de Jesucristo fue un proceso?
El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente acerca de la definición y el proceso de la perfección:
Sírvanse notar que la palabra [perfecto] no implica “sin errores” […].
No debemos desalentarnos si nuestros esfuerzos más sinceros en busca de la perfección ahora nos parecen muy arduos e interminables. La perfección es inminente; llegará en su totalidad únicamente después de la resurrección y solo por medio del Señor, y espera a todos los que lo aman y guardan Sus mandamientos (véase Russell M. Nelson, “La inminencia de la perfección”, Liahona, enero de 1996, págs. 100, 102).
¿Qué aporta esta declaración a lo que comprendes acerca de la perfección?
Imagina que te han pedido que compartas un pensamiento espiritual de dos o tres minutos en tu próxima actividad para los jóvenes. Tus líderes te piden que compartas lo que piensas sobre por qué lo que se enseña en 3 Nefi 12:48 debería darnos esperanza. Anota tus ideas e incluye respuestas a estas preguntas:
¿Qué significa llegar a ser perfecto? ¿Qué no significa?
¿De qué manera lo que sabes sobre el Padre Celestial y Jesucristo te da esperanza de llegar a ser como Ellos?