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28 julio – 3 agosto: “El poder de la divinidad”: Doctrina y Convenios 84


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“Doctrina y Convenios 84”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025

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José Smith recibe el Sacerdocio de Melquisedec

Detalle de La restauración del Sacerdocio de Melquisedec, por Liz Lemon Swindle

28 julio – 3 agosto: “El poder de la divinidad”

Doctrina y Convenios 84

A partir del momento en que el sacerdocio fue restaurado en 1829, los primeros Santos fueron bendecidos por el sagrado poder del Señor. Fueron bautizados, confirmados y llamados a servir mediante la autoridad del sacerdocio, de manera muy similar a como lo somos en la actualidad. Pero el tener acceso al poder del sacerdocio no es lo mismo que entenderlo completamente, y había más que Dios deseaba que Sus santos entendieran, particularmente teniendo en cuenta la restauración futura de las ordenanzas del templo. La revelación de 1832 sobre el sacerdocio, que actualmente es Doctrina y Convenios 84, amplió la visión de los santos sobre lo que es realmente el sacerdocio, y puede hacer lo mismo por nosotros en la actualidad. Después de todo, hay mucho que aprender sobre el poder divino que posee “la llave del conocimiento de Dios”, que pone de manifiesto “el poder de la divinidad” y que nos prepara para “ver la faz de Dios, sí, el Padre, y vivir” (versículos 19–22).

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Ideas para aprender en el hogar y en la Iglesia

Doctrina y Convenios 84:17–32

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Tengo acceso al poder y a las bendiciones del sacerdocio de Dios.

¿Qué te viene a la mente cuando piensas en la palabra sacerdocio? ¿Cómo influye en tu vida el poder del sacerdocio de Dios?

Después de meditar esas preguntas, podrías estudiar Doctrina y Convenios 84:17–32 y buscar lo que Dios desea que sepas sobre el poder de Su sacerdocio. Piensa en cómo podrías usar esos versículos para describir el sacerdocio y sus propósitos a alguien.

Una de las cosas que encontrarás es que mediante las ordenanzas del sacerdocio “se manifiesta el poder de la divinidad” (véanse los versículos 19–21). Podrías mencionar las ordenanzas del sacerdocio en que has participado (las listas del Manual General, 18.1, 18.2, pueden ser de utilidad). ¿De qué manera esas ordenanzas —y los convenios asociados con ellas— han traído el poder de Dios a tu vida? ¿Cómo sería tu vida sin ellos?

El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente: “Toda mujer y todo hombre que hace convenios con Dios y los guarda, y que participa dignamente en las ordenanzas del sacerdocio, tiene acceso directo al poder de Dios” (“Tesoros espirituales”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 77). Considera estudiar el mensaje del presidente Nelson y buscar formas de “obtener el poder del Salvador en [tu] vida”.

Véanse también Doctrina y Convenios 25:10, 13, 15; 121:34–37, 41–46; Ensayos sobre Temas del Evangelio, “Sacerdocio”, “Enseñanzas de José Smith sobre el sacerdocio, el templo, las mujeres”, Biblioteca del Evangelio; Manual General, 3.6, Biblioteca del Evangelio.

Doctrina y Convenios 84:31–44

El sacerdocio se obtiene con un juramento y un convenio.

El juramento y el convenio del sacerdocio (véase Doctrina y Convenios 84:31–44) se aplican especialmente a los hijos del Padre Celestial que son ordenados a un oficio del sacerdocio; sin embargo, muchas de las bendiciones prometidas en esos versículos están disponibles para todos los hijos de Dios. ¿Cuáles son esas promesas y qué nos pide Dios que hagamos para recibirlas?

El élder Paul B. Pieper enseñó lo siguiente: “Es interesante que en el juramento y el convenio del sacerdocio [véase Doctrina y Convenios 84:31–44], el Señor utilice los verbos obtener y recibir; no utiliza el verbo ordenar. En el templo es donde el hombre y la mujer —juntos— obtienen y reciben las bendiciones y el poder del Sacerdocio Aarónico como del de Melquisedec” (“Las realidades reveladas de la vida terrenal”, Liahona, enero de 2016, pág. 47).

Al estudiar Doctrina y Convenios 84:31–44, reflexiona sobre lo que podría significar “obtener” y “recibir” el sacerdocio. ¿En qué se diferencia eso de ser ordenado a un oficio del sacerdocio? ¿Qué más te invita el Señor a recibir en esos versículos? ¿Cómo lo estás haciendo?

¿Qué encuentras que te inspire a ser más fiel en cuanto a recibir al Salvador, a Su Padre, a Sus siervos y el poder de Su sacerdocio?

Véase también Doctrina y Convenios 121:36–46.

Doctrina y Convenios 84:43–61

Vivir según la palabra de Dios trae luz y verdad a mi vida.

¿Qué verdades encuentras en Doctrina y Convenios 84:43–61 que te ayuden a entender por qué necesitas estudiar la palabra de Dios regularmente? Fíjate en el contraste entre la luz y la oscuridad en esos versículos; ¿de qué manera el “estar diligentemente atent[o] a las palabras de vida eterna” ha traído luz, verdad y “el Espíritu de Jesucristo” a tu vida? (Versículos 4345).

Véase también 2 Nefi 32:3.

Comparar los principios del Evangelio con cosas conocidas. ¿Se te ocurre alguna analogía que ilustre las verdades de los versículos 43–44? Por ejemplo, ¿en qué se parece seguir todos los pasos de una receta a vivir “de toda palabra […] de Dios”?

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mujer leyendo las Escrituras

“Estar diligentemente atentos a las palabras de vida eterna”.

Doctrina y Convenios 84:62–91

El Señor estará conmigo cuando esté a Su servicio.

A medida que leas estos versículos, podrías señalar maneras en que el Señor dijo que sostendría a Sus siervos. ¿Cómo podrían aplicarse esas promesas a la obra que Él te ha pedido que hagas? Por ejemplo, ¿en qué forma se han cumplido las promesas del versículo 88 en tu vida?

Doctrina y Convenios 84:106–110

Todos pueden contribuir a la obra de Dios.

¿Qué aprendes de estos versículos sobre la forma en que el Señor lleva a cabo Su obra? ¿Qué consejos y bendiciones encuentras? También podrías pensar en cómo has sido “edificado con toda mansedumbre” gracias a que serviste con alguien que era “fuerte en el Espíritu”, incluidas las personas de tu familia.

Para obtener más ideas, consulta los ejemplares de este mes de las revistas Liahona y Para la Fortaleza de la Juventud.

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Ideas para enseñar a los niños

Doctrina y Convenios 84:4–5

Las ordenanzas del templo me ayudan a prepararme para vivir nuevamente con el Padre Celestial.

  • Para ayudar a los niños a esperar con anhelo ir al templo, podrías crear un rompecabezas a partir de la imagen de un templo. En el reverso de cada pieza, podrías escribir algo que hagamos en el templo, como ser bautizados en favor de nuestros antepasados, ser sellados a nuestras familias y hacer convenios con Dios. Lee Doctrina y Convenios 84:4–5 con los niños y pídeles que escuchen lo que el Señor mandó edificar a los santos. Mientras los niños y tú arman el rompecabezas, conversen sobre las cosas que podemos hacer a fin de prepararnos para entrar al templo.

Doctrina y Convenios 84:19–22

Puedo recibir el poder del Padre Celestial a través de las ordenanzas del sacerdocio.

  • Para ayudar a los niños a comprender qué es una ordenanza, podrías mirar con ellos ilustraciones de varias ordenanzas del sacerdocio, como las del Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 103–108, o la hoja de actividades de esta semana. Pídeles que describan lo que sucede en cada ilustración. Después, podrían leer juntos Doctrina y Convenios 84:19–22. ¿Por qué el Padre Celestial quiere que recibamos esas ordenanzas? Cuenta a los niños cómo has sentido el poder de Dios gracias a las ordenanzas que has recibido y los convenios que has hecho. (Véase también “El poder, la autoridad y las llaves del sacerdocio” en el apéndice A o en el apéndice B).

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Young Couple Going to the Temple; GAK 609; GAB 120; Primary manual 2-32; Doctrine and Covenants 131:1-3; 132:4-7, 19-20
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niños participando de la Santa Cena

Doctrina y Convenios 84:77

Soy amigo de Jesús cuando lo sigo.

  • Después de leer juntos Doctrina y Convenios 84:77, pregunta a los niños qué significa ser un amigo. Podrías hablar sobre los buenos amigos que has tenido. ¿Cómo nos muestra Jesús que quiere que seamos Sus amigos? ¿Cómo podemos demostrar que nosotros también queremos lo mismo? Una canción como “Yo trato de ser como Cristo” (Canciones para los niños, págs. 40–41) podría ser útil en esa conversación.

Doctrina y Convenios 84:88

El Padre Celestial ayuda a Sus siervos.

  • Es posible que a los niños les guste saber cómo los misioneros te ayudaron a ti, a tu familia o a tus antepasados a recibir el Evangelio. Luego, podrías leer acerca de una promesa especial que el Señor hizo a los misioneros en Doctrina y Convenios 84:88. Tal vez a los niños se les ocurran acciones que vayan con ese versículo. Considera relatar alguna ocasión en la que hayas sentido que Él estaba contigo mientras servías al Señor, tal como se describe en el versículo 88. También podrías ayudar a los niños a pensar en maneras de ser misioneros ahora. Testifica que el Padre Celestial nos ayuda a saber qué decir al hablar con otras personas sobre Jesucristo.

Para obtener más ideas, consulta el ejemplar de este mes de la revista El Amigo.

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