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Apéndice A: Para los padres: Cómo preparar a los hijos para toda una vida en la senda de los convenios de Dios


“Apéndice A: Para los padres: Cómo preparar a los hijos para toda una vida en la senda de los convenios de Dios”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025, 2025

“Apéndice A”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025

Madre e hijo

Apéndice A

Para los padres: Cómo preparar a los hijos para toda una vida en la senda de los convenios de Dios

Debido a que Él te ama, confía en ti y conoce tu potencial, el Padre Celestial te ha brindado la oportunidad de ayudar a tus hijos para que entren en Su senda de los convenios y progresen en ella, pues es la senda hacia la vida eterna (véase Doctrina y Convenios 68:25–28). Eso incluye ayudarlos a prepararse para hacer y guardar convenios sagrados, tales como el convenio del bautismo y los convenios que se hacen en el templo. Mediante esos convenios, tus hijos podrán ligarse en unión con gozo al Salvador, Jesucristo.

Hay muchas maneras de preparar a tus hijos para ese trayecto por la senda de los convenios, y el Padre Celestial te ayudará a descubrir la mejor manera de ayudarlos. Al procurar inspiración, ten en cuenta que no todo el aprendizaje ocurre durante lecciones programadas. De hecho, parte de lo que hace que el aprendizaje en casa tenga tanto poder es la oportunidad de aprender por medio del ejemplo y por medio de ocasiones de enseñar pequeñas y sencillas, es decir, la clase de ocasiones que surgen de manera natural en el curso de la vida cotidiana. Así como seguir la senda de los convenios es un proceso constante y de toda la vida, lo mismo sucede con el aprendizaje en cuanto a dicha senda (véase “El hogar y la familia”, Enseñar a la manera del Salvador, 2022, págs. 30–31).

A continuación, se ofrecen algunas ideas que podrían dar pie a más inspiración. Encontrarás más ideas para enseñar a los niños en edad de la Primaria en “Apéndice B: Para la Primaria: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios”.

El bautismo y la confirmación

Nefi enseñó que “la puerta por la cual deb[emos] entrar” en la senda de los convenios “es el arrepentimiento y el bautismo en el agua” (2 Nefi 31:17). Tus esfuerzos por ayudar a tus hijos a prepararse para el bautismo y la confirmación pueden hacer que ellos planten los pies firmemente en dicha senda. Tales esfuerzos comienzan al enseñar en cuanto a la fe en Jesucristo y el arrepentimiento. También incluyen enseñar sobre la manera en que renovamos nuestros convenios bautismales al tomar la Santa Cena cada semana.

El bautismo

Nefi enseñó que “la puerta por la cual deb[emos] entrar” en la senda de los convenios “es el arrepentimiento y el bautismo en el agua” (2 Nefi 31:17).

Algunos recursos que podrían ayudarte son: 2 Nefi 31; la edición especial sobre el bautismo de la revista El Amigo; Temas y preguntas, “Bautismo”, Biblioteca del Evangelio.

  • Cada vez que tengas alguna experiencia que fortalezca tu fe en el Padre Celestial y en Jesucristo, compártela con tu hijo. Ayúdalo a entender que la fe es algo que puede ir fortaleciéndose más y más a lo largo de la vida. ¿Qué cosas podría hacer tu hijo para desarrollar una fe más firme en Cristo antes de ser bautizado?

  • Cuando tu hijo tome alguna mala decisión, habla con gozo en cuanto al don del arrepentimiento. Y cuando tú tomes alguna mala decisión, expresa el gozo que recibes cuando te arrepientes. Testifica que, gracias a que Jesucristo padeció y murió por nuestros pecados, nosotros podemos arrepentirnos a diario, ser perdonados y recibir el poder de cambiar. Cuando tu hijo busque el perdón, perdónalo sin reservas y con gozo.

  • Háblale a tu hijo sobre tu bautismo; muéstrale fotos y comparte los recuerdos que tengas. Habla de lo que sentiste, de la forma en que el guardar tus convenios bautismales te ha ayudado a llegar a conocer mejor a Jesucristo y del modo en que tus convenios siguen bendiciendo tu vida. Alienta a tu hijo a hacer preguntas.

  • Cuando haya algún bautismo en la familia o en el barrio, lleva a tu hijo para que lo vea. Luego conversen sobre lo que tú y tu hijo vieron y sintieron. Si es posible, habla con la persona que será bautizada y hazle preguntas como las siguientes: “¿Cómo tomaste esta decisión? ¿Cómo te preparaste?”.

  • Siempre que notes que tu hijo hace algo que ha prometido hacer, elógialo con sinceridad. Señala que cumplir con los compromisos que hacemos nos ayuda a prepararnos para guardar los convenios que hacemos al ser bautizados. ¿Qué prometemos a Dios al ser bautizados? ¿Qué nos promete Él? (Véase Mosíah 18:8–10, 13).

  • Habla sobre cómo te ha bendecido el ser confirmado y convertirte en miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Por ejemplo, ¿de qué manera te has acercado más al Padre Celestial y a Jesucristo conforme has servido a otras personas y otras personas te han servido a ti? Ayuda a tu hijo a pensar en las formas en que puede servir y fortalecer a otras personas como miembro de la Iglesia. También ayúdalo a sentir y reconocer el gozo que se recibe al prestar servicio.

  • Cuando tú y tu hijo tengan alguna experiencia sagrada juntos (como, por ejemplo, en la Iglesia, al leer las Escrituras o al prestar servicio a alguien), exprésale los sentimientos o las impresiones espirituales que tengas. Invítalo a decirte cómo se siente. Menciona los diversos modos en que el Espíritu puede hablar a las personas, en especial, las maneras en que te habla a ti en particular. Ayuda a tu hijo a reconocer y a compartir contigo los momentos en que podría estar sintiendo la influencia del Espíritu Santo.

  • Vean juntos algunos de los videos de la colección de la Biblioteca del Evangelio titulada “¡Escúchalo!”. Hablen de las distintas formas en que los siervos del Señor escuchan Su voz. Invita a tu hijo a hacer un dibujo o grabar un video sobre la manera en que él o ella escucha la voz del Salvador.

  • Haz que la Santa Cena sea un acontecimiento sagrado y gozoso para la familia. Habla con tu hijo en cuanto a cómo te centras en Jesucristo durante la Santa Cena. Ayúdalo a hacer un plan de cómo mostrar que la Santa Cena es sagrada para él; por ejemplo, el escuchar las palabras de las oraciones sacramentales puede recordarnos nuestros convenios bautismales.

  • Muchos ejemplares de la revista El Amigo contienen artículos, relatos y actividades que ayudan a los niños a prepararse para el bautismo y la confirmación. Permite que tu hijo escoja algunos de ellos para leerlos y disfrutarlos contigo. (Véase también la colección “Prepararse para el bautismo”, en la sección para niños de la Biblioteca del Evangelio).

El poder, la autoridad y las llaves del sacerdocio

El sacerdocio es la autoridad y el poder de Dios por medio de los cuales Él bendice a Sus hijos. En la actualidad, el sacerdocio de Dios se encuentra en la tierra en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. “Todos los miembros de la Iglesia que honren sus convenios —sean mujeres, hombres o niños— son bendecidos con el poder del sacerdocio de Dios en sus hogares para fortalecerse a sí mismos y a sus familias” (Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 3.6, Biblioteca del Evangelio). Ese poder ayudará a los miembros a hacer la obra de Dios de salvación y exaltación en su propia vida y en sus familias (véase el Manual General, 2.2).

Cuando los hombres y las mujeres sirven en llamamientos de la Iglesia, lo hacen con autoridad del sacerdocio, bajo la dirección de aquellos que poseen las llaves de este. Todos los hijos del Padre Celestial —Sus hijos y Sus hijas— serán bendecidos a medida que lleguen a entender mejor el sacerdocio.

Recibimos las ordenanzas por la autoridad del sacerdocio. “Los miembros de la Iglesia varones que son dignos reciben la autoridad del sacerdocio al conferírseles el sacerdocio y al ser ordenados a oficios en el sacerdocio” (Manual General, 3.4). Las personas que posean oficios del sacerdocio pueden recibir la autorización de alguien que tenga llaves del sacerdocio para efectuar ordenanzas del sacerdocio.

Para conocer más sobre el sacerdocio, véanse Russell M. Nelson, “Tesoros espirituales”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 76–79; Russell M. Nelson, “El precio del poder del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2016, págs. 66–69; “Los principios del sacerdocio”, capítulo 3 del Manual General.

  • Haz que las ordenanzas del sacerdocio sean una parte constante de la vida familiar. Por ejemplo, ayuda a tu hijo a prepararse espiritualmente para la Santa Cena cada semana. Aliéntalo a pedir bendiciones del sacerdocio cuando se encuentre enfermo, o necesite consuelo o guía. Adquiere el hábito de señalar las maneras en que el Señor bendice a tu familia por medio del poder del sacerdocio.

  • Al leer las Escrituras juntos, presta atención a las oportunidades de analizar la forma en que Dios bendice a las personas a través de Su poder. Cuenta tus experiencias de ocasiones en que Dios te haya bendecido mediante Su sacerdocio. Para ver ejemplos de las bendiciones que recibimos de Dios por medio del sacerdocio, véase el Manual General, 3.2, 3.5.

  • Enseña a tu hijo que, después del bautismo, puede recibir el poder del sacerdocio al guardar el convenio bautismal. Repasen juntos el mensaje del presidente Russell M. Nelson titulado “Tesoros espirituales” (Liahona, noviembre de 2019, págs. 76–79). Coméntale a tu hijo la forma en que las ordenanzas del sacerdocio han traído el poder de Dios a tu vida. Para consultar una lista de algunas maneras en que somos bendecidos por el poder del sacerdocio, véase el Manual General, 3.5.

  • Analicen la pregunta: “¿Cómo es un siervo del Señor?”. Lean juntos Doctrina y Convenios 121:36–42 y busquen respuestas. Cada vez que observes que tu hijo (u otra persona) pone en práctica alguno de los principios o atributos mencionados en esos versículos, hazlo notar.

  • Cuando tú o tu hijo utilicen llaves para abrir alguna puerta o poner en marcha un automóvil, dedica un momento a comparar esas llaves con las llaves que poseen los líderes del sacerdocio (para ver la definición de las llaves del sacerdocio, véase el Manual General3.4.1). ¿Qué “abren” o “ponen en marcha” las llaves del sacerdocio en nuestro favor? Véanse también Gary E. Stevenson, “¿Dónde están las llaves y la autoridad del sacerdocio?”, Liahona, mayo de 2016, págs. 29–32; “Where Are the Keys?” (video), Biblioteca del Evangelio.

    2:51

    Where Are the Keys?

  • Cuando seas apartado a algún llamamiento, invita a tu hijo a estar presente, si es posible. Permite que vea la manera en que cumples con el llamamiento. Quizás, hasta podrías buscar maneras apropiadas en que pueda ayudarte. Describe de qué modo sientes el poder del Señor en tu llamamiento.

Ser bautizado y confirmado en favor de los antepasados

Los templos son parte del plan que nuestro Padre Celestial tiene para Sus hijos. En la Casa del Señor, hacemos convenios sagrados con el Padre Celestial al participar en ordenanzas sagradas, todas las cuales señalan hacia Jesucristo. El Padre Celestial ha proporcionado la manera para que todos Sus hijos hagan convenios y participen en ordenanzas, incluso aquellos que no las recibieron en esta vida. Desde el comienzo del año en que tus hijos cumplan doce años, tendrán la edad suficiente para ser bautizados y confirmados en el templo en favor de sus antepasados fallecidos (véase también 1 Corintios 15:29).

  • Vayan a la Casa del Señor tan a menudo como lo permitan las circunstancias. Dile a tu hijo por qué van y cómo el templo te ayuda a sentirte más cerca del Padre Celestial y de Jesucristo.

  • Repasen y analicen juntos las preguntas de la recomendación para el templo. Puedes hallarlas en las páginas 36–37 de Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones, 2022. Háblale de lo que sucede en la entrevista para la recomendación para el templo. Dile por qué el tener la recomendación para el templo es importante para ti.

  • Lean juntos Malaquías 4:6. Hablen de la manera en que su corazón puede volverse hacia sus antepasados. Para averiguar más sobre sus antepasados, examinen juntos su historia familiar en FamilySearch.org. Busquen a los antepasados que necesiten ser bautizados y confirmados. Un consultor de templo e historia familiar del barrio puede ayudarles.

  • Repasen juntos algunos de los materiales que se hallan en “Temple” [Templo], en la sección para los niños de la Biblioteca del Evangelio (véase también “Cómo preparar a su hijo o hija para hacer bautismos y confirmaciones en el templo” en LaIglesiadeJesucristo.org.)

Recibir la bendición patriarcal

La bendición patriarcal puede ser una fuente de guía, consuelo e inspiración. Este documento contiene consejos personales del Padre Celestial para nosotros y nos ayuda a entender nuestra identidad y propósito eternos. Ayuda a tu hijo a prepararse para recibir la bendición patriarcal al enseñarle la importancia y la naturaleza sagrada de las bendiciones patriarcales.

Para conocer más al respecto, véanse Temas y preguntas, “Bendiciones patriarcales”, Biblioteca del Evangelio; Julie B. Beck, “Ustedes son de noble linaje”, Liahona, mayo de 2006, págs. 106–108.

  • Cuéntale a tu hijo sobre tu experiencia al recibir la bendición patriarcal. Podrías mencionar cosas como la manera en que te preparaste para recibirla, la forma en que te ha ayudado a acercarte más a Dios y el modo en que Dios sigue guiándote por medio de esa bendición. También podrías invitarlo a hablar con otros familiares que hayan recibido la bendición patriarcal.

  • Repasen juntos el mensaje del élder Randall K. Bennett, “La bendición patriarcal: Dirección inspirada del Padre Celestial”; y el del élder Kazuhiko Yamashita, “Cuándo debe recibir su bendición patriarcal” (Liahona, mayo de 2023, págs. 42–44, 88–90). Hablen sobre lo que cada uno aprendió de esos mensajes en cuanto a por qué el Padre Celestial quiere que recibamos una bendición patriarcal. Para averiguar el proceso que se sigue para recibir la bendición patriarcal, véase el Manual General, 18.17.

  • Si tienen antepasados que hayan recibido la bendición patriarcal, podría ser inspirador leer algunas de ellas con tu hijo. Para solicitar las bendiciones de antepasados que hayan fallecido, inicia sesión en LaIglesiadeJesucristo.org, haz clic en el ícono Recursos, en la esquina superior derecha de la pantalla, y selecciona Bendición patriarcal.

  • Después de que tu hijo haya recibido la bendición patriarcal, invita a los familiares que hayan estado presentes a escribir lo que sintieron y a compartirlo con tu hijo.

Recibir la investidura

Dios desea investir, es decir, bendecir, a todos Sus hijos con “poder de lo alto” (Doctrina y Convenios 95:8). Vamos al templo para recibir nuestra propia investidura solamente una vez, pero los convenios que hacemos con Dios y el poder espiritual que Él nos da como parte de la investidura pueden bendecirnos cada día de la vida.

  • Pon alguna lámina del templo a la vista en tu casa. Habla con tu hijo sobre lo que experimentas en la Casa del Señor. Habla a menudo sobre el amor que sientes por el Señor y Su casa, y sobre los convenios que has hecho allí. Busca oportunidades para ir al templo con tu hijo a efectuar bautismos y confirmaciones en favor de sus antepasados.

  • Examinen juntos Templos.LaIglesiadeJesucristo.org. Lean juntos artículos como “Sobre la investidura del templo” y “Prepararse para ir al templo”. Permite que tu hijo te haga todas las preguntas que tenga respecto al templo. Para recibir guía en cuanto a lo que puedes decir fuera del templo, consulta el mensaje del élder David A. Bednar titulado “Preparados para recibir cuanto fuere necesario” (Liahona, mayo de 2019, págs. 101–104; presta particular atención a la sección “El aprendizaje centrado en el hogar y apoyado por la Iglesia y la preparación para el templo”).

  • Cuando tú y tu hijo participen o presencien otras ordenanzas (como la Santa Cena o una bendición de salud), dediquen un momento a analizar el simbolismo que la ordenanza conlleva. ¿Qué representan los símbolos? ¿De qué forma testifican de Jesucristo? Eso puede ayudar a tu hijo a prepararse para meditar en cuanto al significado simbólico de las ordenanzas del templo, que también testifican de Jesucristo.

  • Ayuda a tu hijo a darse cuenta de la manera en que está guardando el convenio bautismal, el cual se describe en Mosíah 18:8–10, 13. También ayúdalo a ver la forma en que el Señor lo está bendiciendo. Edifica la confianza de tu hijo en su capacidad de guardar los convenios.

  • Habla de manera franca y frecuente en cuanto al modo en que los convenios del templo guían tus decisiones y te ayudan a acercarte más a Jesucristo. Podrías valerte del Manual General27.2, para repasar los convenios que hacemos en el templo. Si has recibido la investidura, habla a tus hijos sobre cómo el gárment del templo te ayuda a recordar tus convenios con Jesucristo (véase “La ropa sagrada del templo” [video], Biblioteca del Evangelio).

4:11

Sacred Temple Clothing

Servir en una misión

El élder David A. Bednar enseñó: “Lo más importante que pueden hacer para prepararse para el llamamiento a servir es llegar a ser misioneros antes de ir a la misión […]. La cuestión no es ir a la misión; más bien, es llegar a ser misioneros y servir a lo largo de nuestra vida con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza […]. Se están preparando para toda una vida de obra misional” (“Llegar a ser misioneros”, Liahona, noviembre de 2005, págs. 45–46). Las experiencias que tu hijo tenga para llegar a ser misionero lo bendecirán por la eternidad, y no solamente durante el período que sirva en la misión.

Para conocer más en cuanto al tema, véanse Russell M. Nelson, “Predicar el Evangelio de paz”, Liahona, mayo de 2022, págs. 6–7; M. Russell Ballard, “El servicio misional bendijo mi vida para siempre”, Liahona, mayo de 2022, págs. 8–10; Preparación misional: Adaptarse a la vida misional, Biblioteca del Evangelio.

  • Sé un ejemplo de cómo compartir el Evangelio de maneras naturales. Presta atención siempre a las oportunidades de compartir con los demás tus sentimientos sobre el Padre Celestial y el Salvador, así como sobre las bendiciones que recibes del Evangelio restaurado del Salvador y como miembro de Su Iglesia. Invita a otras personas a acompañar a tu familia en actividades relacionadas con la Iglesia o con la familia.

  • Busca oportunidades de que la familia interactúe con los misioneros. Invítalos a enseñar a tus amigos u ofréceles que enseñen en tu casa. Pregunta a los misioneros en cuanto a experiencias que estén teniendo y a la forma en que el servicio misional les ayuda a acercarse más a Jesucristo. También pregúntales qué hicieron (o desearían haber hecho) a fin de prepararse para ser misioneros.

  • Si serviste en una misión, habla de forma franca y frecuente sobre las experiencias que tuviste. O bien, invita a amigos o familiares que hayan servido en una misión para que hablen al respecto. También podrías hablar de maneras en las que hayas compartido el Evangelio con los demás a lo largo de tu vida. Ayuda a tu hijo a pensar en las formas en que podría compartir el Evangelio.

  • Bríndale oportunidades de enseñar a la familia los principios del Evangelio; además, podría practicar cómo compartir sus creencias con otras personas. Por ejemplo, podrían analizar preguntas como “¿Cómo explicaríamos el Libro de Mormón a alguien que nunca haya escuchado de él?”, o “¿cómo describiríamos la necesidad de un Salvador a alguien que no sea cristiano?”.

  • Ayuda a tu hijo a sentirse cómodo al hablar con la gente. ¿Cuáles son algunas buenas formas de comenzar una conversación? Alienta a tu hijo a aprender a escuchar lo que otras personas dicen, a entender lo que estas tengan en el corazón y a compartir verdades del Evangelio que puedan bendecirles la vida.

  • Busca oportunidades de que tu hijo aprenda sobre otras culturas y religiones. Ayúdalo a reconocer y a respetar los principios buenos y verdaderos que hay en las creencias de los demás.

Recibir la ordenanza del sellamiento

En el templo, el esposo y la esposa se pueden casar por la eternidad, lo cual sucede en una ordenanza llamada “sellamiento”. Aunque dicha ordenanza esté a muchos años de distancia para tus hijos, las cosas pequeñas, sencillas y constantes que ustedes hagan juntos durante esos años los ayudarán a ellos a prepararse para esa maravillosa bendición.

  • Lean juntos “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (Biblioteca del Evangelio). ¿Qué enseña la proclamación sobre la felicidad en la vida familiar y sobre los matrimonios que logran tener éxito? Con tu hijo, elijan uno de los principios que se mencionan en la proclamación a fin de estudiarlo. Podrían buscar pasajes de las Escrituras relacionados con ese principio en la Guía para el Estudio de las Escrituras. También podrían ponerse metas con el fin de poner en práctica dicho principio de forma más plena en la familia. Conforme trabajen en las metas, analicen juntos el efecto que el vivir tal principio tiene en la vida familiar.

  • Lee con tu hijo el mensaje del presidente Dieter F. Uchtdorf titulado “Un elogio a los que salvan” (Liahona, mayo de 2016, págs. 77–80). Al llegar a la sección “Una sociedad de artículos desechables”, podrían buscar en su casa cosas que sean desechables y otras que no lo sean. Hablen de cómo tratamos las cosas de manera distinta cuando queremos que duren mucho tiempo. ¿Qué nos sugiere eso en cuanto a cómo deberíamos tratar las relaciones matrimoniales y familiares? ¿Qué más aprendemos del mensaje del presidente Uchtdorf en cuanto a la forma en que el Salvador puede ayudarnos a edificar matrimonios y familias fuertes?

  • Sé franco con tu hijo en cuanto a las cosas que tú y tu cónyuge estén aprendiendo en cuanto a tener un matrimonio eterno centrado en Cristo y sobre la manera en que tratan de mejorar. Si tú y tu cónyuge se han sellado en el templo, muestra a tu hijo mediante el ejemplo el modo en que te esfuerzas por guardar tus convenios con el Señor. Háblale sobre cómo te esfuerzas por hacer que el Padre Celestial y el Salvador sean el centro de tu relación con tu cónyuge, y sobre cómo Ellos te ayudan (véase también Ulisses Soares, “En colaboración con el Señor”, Liahona, noviembre de 2022, págs. 42–45).

  • Cuando haya que tomar decisiones sobre la familia, tengan consejos familiares y conversaciones en familia. Asegúrate de que se escuchen y valoren las opiniones de todos los miembros de la familia. Usa esas conversaciones como una oportunidad de mostrar por el ejemplo lo que son la comunicación sana y la bondad en las relaciones familiares, aunque no todos vean las cosas del mismo modo (véase M. Russell Ballard, “Consejos familiares”, Liahona, mayo de 2016, págs. 63–65).

  • Cuando haya desacuerdos o conflictos en la familia, muestra paciencia y compasión. Ayuda a que tu hijo vea cómo el navegar los conflictos a la manera de Cristo puede ayudarlo a prepararse para tener un matrimonio feliz. Lean juntos Doctrina y Convenios 121:41–42 y hablen de la manera en que los principios mencionados en esos versículos se pueden poner en práctica en el matrimonio.