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23 – 29 marzo. Enós–Palabras de Mormón: Él obra en mí para que yo haga Su voluntad


“23 – 29 marzo. Enós–Palabras de Mormón: Él obra en mí para que yo haga Su voluntad”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Libro de Mormón 2020 (2020)

“23 – 29 marzo. Enós–Palabras de Mormón”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2020

Enós, de niño, junto a su padre, Jacob, y su madre

Jacob y Enós, por Scott Snow.

23 – 29 marzo

EnósPalabras de Mormón

Él obra en mí para que yo haga Su voluntad

Al leer los libros de Enós hasta Palabras de Mormón, busque mensajes que sean valiosos para usted y su familia.

Anote sus impresiones

Enós fue a cazar bestias en los bosques, pero decidió permanecer allí orando “todo el día… y cuando anocheció, aún [oraba]” (Enós 1:3–4). Debido a que su alma realmente ansiaba recibir la remisión de sus pecados, Enós estaba dispuesto a orar el tiempo que fuese necesario e, incluso, a “luchar” ante Dios (Enós 1:2). En eso consiste la oración sincera; no es tanto que pidamos todo lo que queramos, sino que hagamos un esfuerzo sincero por lograr comunión con Dios y por ajustar nuestra voluntad a la de Él. Cuando ore de esta manera, cuando su voz “[llegue] a los cielos”, descubrirá, tal como Enós, que Dios le escucha y que se preocupa verdaderamente por usted, por sus seres queridos e, incluso, por sus enemigos (véase Enós 1:4–17). En esos momentos, Dios puede darle a conocer Su voluntad y usted estará más dispuesto(a) y en mejor capacidad de hacer Su voluntad debido a que estará en armonía con Él. Al igual que Mormón, usted “no [sabe] todas las cosas; mas el Señor sabe todas las cosas…, [y] él obra en [usted] para que…proceda conforme a su voluntad” (Palabras de Mormón 1:7).

icono de estudio personal

Ideas para el estudio personal de las Escrituras

Enós 1:1–3

Las palabras de los padres pueden ejercer una influencia imperecedera.

¿Qué mensajes hay en estos versículos para los padres y los hijos?

Enós 1:4–27

Mis oraciones sinceras serán contestadas.

6:21

La experiencia de Enós con la oración es una de las más memorables en las Escrituras. Las experiencias suyas quizás no sean tan espectaculares, pero por ello no dejarán de ser menos significativas. Las experiencias de Enós revelan cómo puede mejorar sus oraciones. A continuación, se encuentran algunas preguntas para meditar:

  • ¿Con qué palabras describe Enós sus esfuerzos mientras oraba?

  • ¿Por qué cosas oró Enós al principio? (véase Enós 1:4). ¿Qué puede aprender de la reacción de Enós tras recibir una respuesta? (véase Enós 1:5–7).

  • ¿De qué modo obró Enós de acuerdo con las respuestas que recibió?

  • ¿Qué puede aprender de Enós para poder tener una fe “inquebrantable” en el Señor? (Enós 1:11).

JaromOmni

El Señor me bendecirá cuando guarde los mandamientos.

Una de las promesas más repetidas en el Libro de Mormón es que si los nefitas guardaban los mandamientos, ellos prosperarían (véanse 2 Nefi 1:20; Jarom 1:9–12; Omni 1:6). Los libros de Jarom y Omni muestran algunas maneras en que se cumplió esa promesa. ¿Qué aprende de esos relatos que le pueden ayudar a “prosperar en la tierra”?

Omni 1:14, 21

¿Quiénes eran los del pueblo de Zarahemla?

Cuando los nefitas huyeron de la tierra de Nefi, descubrieron a un pueblo numeroso que vivía en una región llamada Zarahemla. El pueblo de Zarahemla eran descendientes de un grupo de israelitas que habían partido de Jerusalén, al igual que Lehi, y fueron conducidos a la tierra prometida. En ese grupo estaba Mulek, uno de los hijos de Sedequías, el rey de Judá, que fue capturado por los babilonios cerca del año 587 a. C. (véanse Jeremías 52:1–11; Mosíah 25:2; Helamán 8:21).

Cuando el pueblo de Zarahemla llegó a la tierra prometida, se encontraron con Coriántumr (véase Omni 1:21), el último sobreviviente conocido de los jareditas, cuya historia se narra en el libro de Éter.

Palabras de Mormón

¿Qué son las Palabras de Mormón?

Palabras de Mormón constituye un puente entre los dos juegos de planchas que conforman el Libro de Mormón. En esta sección, Mormón da una explicación de esos dos registros, y sus palabras enseñan un mensaje importante de cómo confiar en el Señor aun cuando no entendamos completamente Su guía.

Cuando Nefi estaba escribiendo el registro de su pueblo, Dios le instruyó para que creara dos juegos de planchas: unas, llamadas las planchas menores de Nefi, y las otras, las mayores. Nefi no sabía por qué se le mandaba a crear dos juegos de planchas, mas confió que el Señor tenía “un sabio propósito … , el cual me es desconocido” (1 Nefi 9:5; véase también “Una breve explicación acerca del Libro de Mormón”).

Siglos después, cuando Mormón estaba compilando las planchas mayores de Nefi, él encontró las planchas menores. Las planchas menores cubrían muchos de los mismos acontecimientos descritos en las planchas mayores que Mormón ya había compilado, pero las planchas menores se centraban más en los asuntos espirituales y en el ministerio y las enseñanzas de los profetas. Dios inspiró a Mormón a que incluyera las planchas menores de Nefi en su registro junto con las planchas mayores. Al igual que Nefi, Mormón no entendía los propósitos de Dios para tener ambos juegos de planchas, pero él confió en que era “para un sabio propósito” (Palabras de Mormón 1:7).

Hoy en día se sabe cuál era el propósito de Dios. En 1828, después de que José Smith había traducido parte de la compilación que hizo Mormón de las planchas mayores de Nefi (116 páginas manuscritas), Martin Harris perdió esas páginas. Dios mandó a José que no volviera a traducir esa porción porque hombres inicuos iban a cambiar las palabras y tratarían de desacreditar a José (véase D. y C. 10, encabezamiento de la sección; D. y C. 10:14–19, 30–45). Felizmente, Dios había anticipado eso y había provisto las planchas menores que cubrían el mismo período histórico que se perdió en las 116 páginas. Las planchas menores comprenden los libros anteriores a Palabras de Mormón, y la compilación que hizo Mormón de las planchas mayores comienza después de Palabras de Mormón.

Mormón compila las planchas de oro

Mormón compila las planchas, por Jorge Cocco.

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Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar

Al leer las Escrituras con su familia, el Espíritu le ayudará a saber qué principios debe enfatizar y analizar a fin de cubrir las necesidades de su familia. A continuación se presentan algunas ideas:

Enós 1:1–17

Su familia podría observar una pintura de Enós orando, y escudriñar Enós 1:1–17, para buscar las frases que se podrían usar como títulos de la obra. También podría pedirles a los miembros de la familia que dibujen la experiencia de Enós. ¿Qué aprendemos de la búsqueda del perdón que hizo Enós?

Jarom 1:2

¿De qué manera nuestro estudio del Libro de Mormón ha “revelado… el plan de salvación” a nosotros?

Omni 1:12–22

¿Qué enseñan estos versículos en cuanto a la importancia de tener la palabra de Dios en nuestra vida?

Palabras de Mormón 1:3–9

¿De qué manera seremos bendecidos al llevar registros personales y familiares? ¿Cómo podemos hacer que nuestros registros estén más centrados en Cristo?

Para consultar más ideas para enseñar a los niños, vea la reseña de esta semana en Ven, sígueme — Para la Primaria.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Reunirse con frecuencia. El presidente Henry B.Eyring enseñó: “Nunca [pierdan] una oportunidad de reunir a sus hijos para aprender de la doctrina de Jesucristo. Esos momentos son muy escasos en comparación con los esfuerzos del enemigo” (“El poder del enseñar la doctrina”, Liahona, julio de 1999, pág. 87).

Enós ora

Enós orando, por Robert T. Barrett.