3 – 9 enero

Génesis 1–2; Moisés 2–3; Abraham 4–5

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra”

Aunque haya leído acerca de la Creación anteriormente, siempre hay algo más que aprender de las Escrituras. Ore para pedir la guía del Espíritu Santo, a fin de que Él le ayude a hallar más entendimiento.

Anote sus impresiones

Ya que el mundo que nos rodea es tan bello y majestuoso, es difícil imaginar la tierra cuando estaba “desordenada y vacía”, y “vacía y desolada” (Génesis 1:2; Abraham 4:2). Una de las cosas que nos enseña el relato de la Creación es que Dios puede hacer algo magnífico a partir de lo que no está organizado, lo cual es útil recordar cuando la vida parece caótica. Nuestro Padre Celestial y Jesucristo son Creadores, y Su obra de creación para con nosotros no está terminada. Ellos pueden hacer que brille la luz en los momentos oscuros de nuestra vida; pueden formar un suelo firme en medio de los mares tempestuosos de la vida; pueden mandar a los elementos, y si nosotros obedecemos Su palabra tal como los elementos lo hicieron, pueden transformarnos en las hermosas creaciones que se supone que hemos de ser. Eso es parte de lo que significa ser creados a la imagen de Dios, conforme a Su semejanza (véase Génesis 1:26). Tenemos el potencial de llegar a ser semejantes a Él: seres exaltados, glorificados y celestiales.

Para consultar una reseña del libro de Génesis, véase “Génesis” en la Guía para el Estudio de las Escrituras.

Ideas para el estudio personal de las Escrituras

Génesis 1:1–25; Moisés 2:1–25; Abraham 4:1–25

Bajo la dirección del Padre Celestial, Jesucristo creó la tierra.

El élder D. Todd Christofferson dijo: “Cualesquiera que sean los detalles del proceso de la Creación, sabemos que no fue accidental, sino que Dios el Padre la dirigió y Jesucristo la implementó” (“El porqué del matrimonio, el porqué de la familia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 51). Aunque hay mucho que no sabemos sobre cómo se creó el mundo exactamente, medite en lo que aprenda sobre la Creación de lo que Dios ha revelado en Génesis 1:1–25; Moisés 2:1–25; y Abraham 4:1–25. ¿Qué nota en esas narraciones que sea semejante? ¿Qué nota que sea diferente? ¿Qué pensamientos le acuden a la mente acerca del Padre Celestial y Jesucristo al leer sobre la Creación?

Véase también Doctrina y Convenios 101:32–34.

La Creación, por Joan Hibbert Durtschi.

Génesis 1:27–28; 2:18–25; Moisés 3:18, 21–25; Abraham 5:14–19

El matrimonio entre el hombre y la mujer es ordenado por Dios.

“Adán y Eva fueron unidos en matrimonio por esta vida y por la eternidad por el poder del sacerdocio sempiterno” (Russell M. Nelson, “Lecciones que aprendemos de Eva”, Liahona, enero de 1988, págs. 86–87). ¿Por qué es importante conocer esa verdad? Medite en ello mientras lea Génesis 1:27–28; 2:18–25; Moisés 3:18, 21–25; y Abraham 5:14–19. Si desea aprender más sobre el matrimonio dentro del plan de Dios, lea y medite los materiales siguientes. ¿Qué le inspiran a hacer esos materiales a fin de mejorar su matrimonio o prepararse para el matrimonio en el futuro?

Véanse también Mateo 19:4–6; 1 Corintios 11:11; Linda K. Burton, “Ascenderemos juntos”, Liahona, mayo de 2015, págs. 29–32; “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, ChurchofJesusChrist.org.

Génesis 2:2–3; Moisés 3:2–3; Abraham 5:2–3

Dios bendijo y santificó el día de reposo.

Dios ha santificado el día de reposo y nos pide que mantengamos su carácter santo. El élder David A. Bednar enseñó: “El día de reposo es tiempo de Dios, un tiempo sagrado específicamente apartado para adorarlo, y para recibir y recordar Sus preciosas y grandísimas promesas” (“Preciosas y grandísimas promesas”, Liahona, noviembre de 2017, pág. 92). ¿Cómo podría emplear esas palabras y Génesis 2:2–3; Moisés 3:2–3; o Abraham 5:2–3 para explicar a alguien por qué usted decide honrar el día de reposo? ¿De qué manera le ha bendecido el Señor por guardar Su día santo?

Véanse también Isaías 58:13–14; Doctrina y Convenios 59:9–13; “El día de reposo es una delicia” (video), ChurchofJesusChrist.org.

Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar

Génesis 1:1–25; Moisés 2:1–25; Abraham 4:1–25.¿Cómo podría hacer que aprender sobre la Creación sea entretenido para su familia? Podrían salir al aire libre con la familia y buscar las diferentes clases de cosas que se hicieron en cada período de la Creación como, por ejemplo, las estrellas, los árboles o los animales. También podría mostrarles láminas de lo que se creó en cada período e invitar a los miembros de la familia a colocar las láminas en orden tras haber leído juntos alguno de los relatos de la Creación. ¿Qué nos enseñan esas creaciones sobre el Padre Celestial y Jesucristo?

Génesis 1; Moisés 2; Abraham 4.Una de las formas de tratar el relato de la Creación es invitar a la familia a buscar en Génesis 1 o en Moisés 2 cuántas veces Dios ve que lo que había hecho era “bueno(a)”. ¿Qué nos sugiere eso en cuanto a cómo debemos tratar a las creaciones de Dios, e incluso a nosotros mismos? ¿Qué aprendemos del modo en que se expresan esos acontecimientos en Abraham 4?

Génesis 1:26–27; Moisés 2:26–27; Abraham 4:26–27.¿Por qué es importante saber que fuimos creados a imagen de Dios? ¿Cómo podría influir eso en el modo en que nos vemos a nosotros mismos, a los demás y a Dios?

Si tiene hijos pequeños, tal vez desee que lean todos juntos Moisés 2:27 y jugar un juego sencillo: Muestre alguna lámina en que se represente al Padre Celestial y a Jesucristo, tal como la lámina 90 del Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, y pida a los integrantes de la familia que se turnen y señalen alguna parte del cuerpo del Padre Celestial o de Jesús; enseguida, los demás deben señalar la misma parte, pero en su propio cuerpo.

Génesis 1:28; Moisés 2:28; Abraham 4:28.“… el mandamiento de Dios para Sus hijos de multiplicarse y henchir la tierra permanece en vigor” (“La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, ChurchofJesusChrist.org). La familia podría practicar por medio de una dramatización cómo explicar nuestras creencias sobre ese mandamiento a quienes no conozcan dicha verdad o a quienes crean algo diferente a ello.

Génesis 1:28; Moisés 2:28; Abraham 4:28.¿Qué significa “tene[r] dominio sobre […] todo ser viviente que se mueve sobre la tierra”? (Véase también Doctrina y Convenios 59:16–21). ¿De qué modo puede nuestra familia cumplir con la responsabilidad de cuidar de la tierra?

Para consultar más ideas sobre cómo enseñar a los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.

Canción que se sugiere: “Mi Padre Celestial me ama”, Canciones para los niños, págs. 16–17.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Aplicar las Escrituras a nuestra vida. Luego de leer un pasaje de las Escrituras, invite a los integrantes de la familia a aplicarlo a sus vidas. Por ejemplo, ¿cómo podemos aplicar Moisés 3:1–3 a nuestra observancia del día de reposo cada semana? (Véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 21).

La Creación, por Annie Henrie Nader.