“10 – 16 octubre. Jeremías 1–3; 7; 16–18; 20: ‘Antes que te formase en el vientre, te conocí’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: Antiguo Testamento 2022 (2021)
“10 – 16 octubre. Jeremías 1–3; 7; 16–18; 20”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: 2022
10 – 16 octubre
Jeremías 1–3; 7; 16–18; 20
“Antes que te formase en el vientre, te conocí”
El élder David A. Bednar ha dicho: “Una de las maneras como yo lo escucho [al Señor] es en las Escrituras. Las Escrituras constituyen la voz del Señor pregrabada de antemano” (“‘Escúchalo’ en tu corazón y en tu mente”, LaIglesiadeJesucristo.org).
Anote sus impresiones
Al principio, Jeremías no creía que podría ser buen profeta. “He aquí, no sé hablar”, se quejó cuando Jehová lo llamó inicialmente (Jeremías 1:6). El Señor lo tranquilizó y le afirmó: “He aquí, he puesto mis palabras en tu boca” (versículo 9). Jeremías sentía que era un “niño” sin experiencia (versículo 6), pero Jehová le explicó que, de hecho, estaba más preparado de lo que él comprendía: había sido ordenado a aquel llamamiento aun antes de nacer (véase el versículo 5). De modo que Jeremías dejó de lado sus temores y aceptó el llamamiento; y advirtió a los reyes y sacerdotes de Jerusalén que su simulada santidad no los salvaría de la destrucción. El “niño” que pensaba que no sabía hablar llegó a sentir la palabra de Dios “en [su] corazón como un fuego ardiente” y no podía permanecer callado (Jeremías 20:9).
La historia de Jeremías también es nuestra historia; Dios también nos conocía antes de nacer y nos preparó para que hiciéramos Su obra sobre la tierra. Entre otras cosas, dicha obra incluye algo que Jeremías previó: recoger a los del pueblo de Dios, uno por uno, para “llevar[los] a Sion” (Jeremías 3:14); y aunque no sepamos exactamente qué hacer o qué decir, Jehová nos dice: “No temas […], porque yo estoy contigo” (Jeremías 1:8, 19).
Para consultar una reseña del libro de Jeremías, véase “Jeremías” en la Guía para el Estudio de las Escrituras.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
Jeremías 1:4–19; 7:1–7; 20:8–10
Los profetas son llamados a hablar la palabra del Señor.
Al leer en Jeremías 1:4–19 sobre el llamado de Jeremías como profeta, medite en la función de los profetas en su vida. ¿Qué aprende usted sobre los profetas gracias a las palabras que Jehová dirigió a Jeremías? (Véase también Jeremías 7:1–7). Con frecuencia, la predicación de Jeremías era rechazada (véase Jeremías 20:8, 10). ¿Qué puede aprender usted de las palabras de Jeremías que están en Jeremías 20:9? Recuerde esas reflexiones a lo largo de su estudio de las enseñanzas de Jeremías. ¿Qué ve en esas enseñanzas que le inspira a seguir a nuestros profetas de los últimos días?
Dios me conocía antes de que naciera.
Antes de que Jeremías naciera, Dios lo conocía y lo escogió (o preordenó) para cumplir una misión específica en la tierra (véase Jeremías 1:5). ¿Por qué cree que era importante que Jeremías supiera esto?
Dios también le conocía a usted antes de que naciera y le preordenó para ciertas responsabilidades específicas (véanse Alma 13:1–4; Doctrina y Convenios 138:53–56; Abraham 3:22–23). ¿Qué diferencia marca en su vida el entender eso? Si ha recibido su bendición patriarcal, podría repasarla con espíritu de oración y preguntar a Dios cómo puede lograr aquello que Él le ha preordenado para que haga.
Véanse también Temas del Evangelio, “Preordenación” y “Vida preterrenal”, topics.ChurchofJesusChrist.org.
“Me abandonaron a mí, fuente de aguas vivas”.
En la árida región en donde los israelitas vivían, la gente almacenaba el agua, que era muy preciada, en pozos llamados “cisternas”. ¿Por qué sería mejor recibir el agua de una fuente [o manantial] que depender de una cisterna? ¿Qué significa abandonar la “fuente de aguas vivas”? ¿Qué cree que podrían simbolizar las “cisternas rotas” que se mencionan en Jeremías 2:13? Al leer Jeremías 2 y 7, preste atención a la manera en que el pueblo abandonaba el agua viva del Señor y piense en cómo recibe usted esa agua viva en su vida.
Jeremías 7 se dirige a “los que entra[ban] por [las] puertas [de la casa de Jehová] para adorar a Jehová” (Jeremías 7:2), pero que, a pesar de esa apariencia de devoción por fuera, eran culpables de grandes iniquidades (véanse los versículos 2–11). ¿Qué mensajes cree que el Señor podría tener para usted en los versículos 21–23?
Jehová recogerá a Su pueblo.
Cuando Jeremías profetizó acerca del recogimiento del Israel disperso, dijo que este sería aun más extraordinario que el éxodo de Egipto (véase Jeremías 16:14–15). Al referirse al respecto de forma similar, el presidente Russell M. Nelson dijo: “[U]stedes fueron enviados a la tierra en este preciso momento […] para ayudar a recoger a Israel. No hay nada que esté ocurriendo en esta tierra ahora que sea más importante que [ese recogimiento]. Ese recogimiento debería significar todo para ustedes” (Russell M. Nelson y Wendy W. Nelson, “Juventud de Israel”, [devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018], suplemento deLiahona, agosto de 2018, pág. 12, LaIglesiadeJesucristo.org).
Al estudiar Jeremías 3:14–18; 16:14–21, ¿qué inspiración recibe en cuanto al recogimiento de Israel en los últimos días? ¿Qué indican esos versículos sobre cómo sucede dicho recogimiento? ¿Qué otras ideas acuden a usted tras leer el resto del mensaje del presidente Nelson que se cita anteriormente?
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la noche de hogar
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Jeremías 1:5.Podrían utilizar este versículo para hablar sobre nuestra vida con el Padre Celestial antes de que naciéramos. Hay materiales que pueden servir de ayuda, como, por ejemplo, “Viví en los cielos” (Canciones para los niños, pág. 148) e “Introducción: El plan de nuestro Padre Celestial” (en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 1–5). ¿Cómo puede influir en la forma en que vivimos en la tierra el saber sobre nuestra vida preterrenal?
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Jeremías 2:13; 17:13–14.Para ayudar a los miembros de la familia a visualizar esos versículos, tal vez podrían hacer una demostración práctica de lo que sucede cuando se coloca agua en un recipiente agrietado o roto. ¿Qué podrían representar la “fuente de aguas vivas” y las “cisternas rotas”? (Jeremías 2:13). ¿De qué modo bebemos el agua viva del Señor?
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Jeremías 16:16.El presidente Russell M. Nelson ha comparado a los pescadores y cazadores mencionados en ese versículo con los misioneros de los últimos días (véase “El recogimiento del Israel disperso”, Liahona, noviembre de 2006, pág. 81). Los miembros de la familia podrían “cazar” (buscar) objetos dispersos por la casa y hablar sobre cómo pueden ayudar a “pescar” y “cazar” al Israel disperso.
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Jeremías 18:1–6.Para analizar esos versículos, podrían hablar sobre cómo se hacen las obras de alfarería o mostrar el proceso. ¿Qué mensaje tiene el Señor para Israel en Jeremías 18:1–6? ¿Qué significa ser barro en las manos del Señor? (Véase también Isaías 64:8). Para consultar otro relato que nos compara con el barro del alfarero, véase élder Richard J. Maynes, “El gozo de vivir una vida centrada en Cristo” (Liahona, noviembre de 2015, págs. 27–30).
Para consultar más ideas sobre cómo enseñar a los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
Canción que se sugiere: “Israel, Jesús os llama”, Himnos, nro. 6.