Antiguo Testamento 2022
10 – 16 enero. Génesis 3–4; Moisés 4–5: La caída de Adán y Eva


“10 – 16 enero. Génesis 3–4; Moisés 4–5: La caída de Adán y Eva”, Ven, sígueme — Para la Primaria: Antiguo Testamento 2022 (2021)

“10 – 16 enero. Génesis 3–4; Moisés 4–5”, Ven, sígueme — Para la Primaria: 2022

Adán y Eva caminando juntos

Adán y Eva, por Douglas M. Fryer.

10 – 16 enero

Génesis 3–4; Moisés 4–5

La caída de Adán y Eva

Mientras estudia Génesis 3–4 y Moisés 4–5, piense en los niños a quienes enseña. Preste atención a las impresiones que reciba; estas podrían conducir a nuevas ideas para la enseñanza.

Anote sus impresiones

icono de compartir

Invitar a compartir

Muestre una imagen de Adán y Eva (véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar) y pida a los niños que se pongan de pie y que mencionen algo que vean en la imagen o que recuerden del relato.

icono de enseñar

Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Génesis 3; Moisés 4

Adán y Eva siguieron el plan del Padre Celestial.

Ayude a los niños a entender lo que sucedió en el Jardín de Edén y la forma en que ayudó a cumplir con el plan de salvación de Dios. ¿Qué bendiciones tenemos gracias a las decisiones que Adán y Eva tomaron?

Posibles actividades

  • A fin de resumir la historia de la caída de Adán y Eva, utilice “Adán y Eva” (en Relatos del Antiguo Testamento). Ayude a los niños a entender que la decisión de Adán y Eva de comer del fruto fue parte del plan del Padre Celestial.

    1:53
  • Entregue a cada niño una imagen que represente algo del relato de Adán y Eva (tal como un árbol, una serpiente, un jardín o Jesucristo). Pídales que sostengan la imagen en alto en el momento correcto mientras usted cuenta el relato y lee frases de Moisés 4. La hoja de actividades de esta semana podría ser útil.

    Eva con un fruto en la mano

    La partida de Edén, por Annie Henrie Nader.

Moisés 4:1–4

Puedo escoger lo correcto.

En Moisés 4:3 aprendemos que Satanás “pretendió destruir el albedrío del hombre que yo, Dios el Señor, le había dado”. ¿De qué manera ayudará a los niños a apreciar la facultad que tienen de escoger entre lo bueno y lo malo?

Posibles actividades

  • Hable a los niños sobre algunas decisiones que tomó el día de hoy y ayúdeles a pensar en las decisiones que ellos tomaron. Léales las siguientes palabras de Moisés 4:3: “… el albedrío del hombre que yo, Dios el Señor, le había dado”. Explique que ese versículo nos enseña que Dios nos ha dado la capacidad de tomar decisiones. Exprese su gratitud por ser capaz de escoger lo correcto, y testifique que los niños también pueden escoger hacer lo correcto.

  • Comparta algunos ejemplos sencillos de un niño que toma una decisión correcta o incorrecta y pida a los niños que indiquen si la decisión fue la correcta o no (podrían ponerse de pie, sostener carteles en alto o levantar la mano). Testifique que el Padre Celestial nos ayudará a escoger lo correcto e invite a los niños a que también expresen sus sentimientos.

  • Ayude a los niños a pensar en las buenas decisiones que pueden tomar para seguir a Jesucristo. Entonen juntos una canción que hable de tomar buenas decisiones, tal como “Escojamos lo correcto” (Canciones para los niños, págs. 82–83). Cuénteles a los niños de alguna ocasión en la que haya tomado una buena decisión y hable sobre cómo se sintió como resultado de ella.

Moisés 5:4, 8

Puedo orar al Padre Celestial.

¿Qué necesitan saber los niños a quienes enseña en cuanto a la oración? ¿Qué encuentra en estos versículos que pudiera ayudarles?

Posibles actividades

  • Lea Moisés 5:4 a los niños. Ayúdeles a entender que cuando Adán y Eva partieron del Jardín de Edén, ya no podían estar con el Padre Celestial, pero podían orar a Él. Explique que oramos al Padre Celestial en el nombre de Su Hijo, Jesucristo (véase Moisés 5:8). ¿Cuáles son algunas cosas que podemos decirle al Padre Celestial en nuestras oraciones?

  • Pida a los niños que le demuestren los movimientos o acciones que hacen cuando oran. También podría mostrar una imagen de alguien orando (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 111–112) para enseñar a los niños que inclinar la cabeza, cruzar los brazos y cerrar los ojos nos ayuda a ser reverentes cuando oramos.

  • Comparta una experiencia personal con la oración o su testimonio de la oración. Entone con los niños una canción que hable de la oración, tal como “Oración de un niño” (Canciones para los niños, págs. 6–7).

icono de enseñar

Enseñar la doctrina: Niños mayores

Génesis 3; Moisés 4; 5:10–11

La caída de Adán y Eva fue parte del plan de Dios.

Si Adán y Eva hubieran permanecido en el Jardín de Edén, no habrían tenido hijos ni habrían progresado para llegar a ser como el Padre Celestial. Agradecemos la decisión que tomaron de participar del fruto porque dicha decisión hizo posible nuestra vida terrenal y la oportunidad de obtener la vida eterna.

Posibles actividades

  • Invite a los niños a que trabajen juntos para relatar con sus propias palabras la historia de la caída de Adán y Eva. Comparta versículos de Génesis 3 para ayudarles.

  • Ayude a los niños a encontrar en Moisés 4:22–25, 29; 5:10–11 las consecuencias de que Adán y Eva hayan comido del fruto (véase también 2 Nefi 2:19–25). ¿Por qué su decisión es una bendición para nosotros? ¿Cómo nos ayudó el Salvador a vencer el pecado y la muerte?

Moisés 4:1–4

Tengo el poder para elegir.

¿Reconocen los niños a quienes usted enseña cuán valioso es el don de poder elegir entre lo bueno y lo malo? ¿En qué forma puede la historia de Adán y Eva ayudarles a valorar ese don?

Posibles actividades

  • Considere una lección práctica sencilla como la que figura a continuación a fin de ilustrar la importancia de tomar nuestras propias decisiones: Invite a los niños a colorear la hoja de actividades de esta semana, pero deles solo un color para hacerlo. ¿Por qué sería mejor tener opciones entre las cuales elegir en esta situación? Lean juntos Moisés 4:1–4 para hablar sobre la razón por la que las opciones y la toma de decisiones son importantes en el plan de Dios.

  • Invite a los niños a compartir una experiencia personal en la que hayan tenido que elegir entre lo bueno y lo malo, y permita que analicen las posibles consecuencias de cada elección.

Moisés 5:4–15

Gracias a Jesucristo, puedo arrepentirme y volver a vivir con Dios.

El Padre Celestial envió a Jesucristo para rescatarnos de las consecuencias de la Caída. Mediante Su sacrificio expiatorio, Jesús hizo posible que resucitemos después de morir y que nuestros pecados sean perdonados cuando nos arrepentimos.

Posibles actividades

  • Escriba dos títulos en la pizarra: A causa de Adán y Eva y A causa de Jesucristo. Ayude a los niños a descubrir las consecuencias de la Caída mientras leen juntos Moisés 4:25; 6:48; Romanos 5:12; 2 Nefi 2:22–23. Permita que escriban lo que aprendan bajo el primer título. Luego ayúdeles a descubrir que Jesucristo venció el pecado y la muerte a medida que lean juntos Moisés 5:8–11, 14–15; 6:59; Alma 11:42. Permita que escriban lo que aprendan bajo el segundo título. ¿Por qué estamos agradecidos por Jesucristo?

  • Muestre un video sobre la expiación del Salvador, tal como “Gracias a Él” (ChurchofJesusChrist.org). Invite a los niños a compartir sus sentimientos por Jesucristo.

    2:3
  • Con unos cuantos días de anticipación, pida a algunos niños que elijan un pasaje de las Escrituras o una canción sobre la expiación del Salvador a fin de compartirlo en clase. Ínstelos a hablar sobre la razón por la que les gusta. Entonen juntos una o más de esas canciones.

icono de aprender

Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a los niños a compartir con su familia la hoja de actividades de esta semana y a hablar sobre las bendiciones que tenemos gracias a la caída de Adán y Eva.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Busque su propia inspiración. No vea estas reseñas de las lecciones como instrucciones que usted tiene que seguir al enseñar. Más bien, utilícelas como una fuente de ideas que le ayuden a recibir su propia inspiración a medida que medite las necesidades de los niños a quienes enseña (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 7).