Ven, sígueme
31 agosto – 6 septiembre. Helamán 13–16: “Buenas nuevas de gran gozo”


“31 agosto – 6 septiembre. Helamán 13–16: ‘Buenas nuevas de gran gozo’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Libro de Mormón 2020 (2020)

“31 agosto – 6 septiembre. Helamán 13–16”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2020

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Samuel el Lamanita enseña en la muralla

Samuel el Lamanita sobre la muralla, por Arnold Friberg.

31 agosto – 6 septiembre

Helamán 13–16

“Buenas nuevas de gran gozo”

¿Qué enseñanzas y profecías de Samuel el Lamanita cree que serán de mayor utilidad para los miembros de la clase? Conforme estudie Helamán 13–16, reflexione en cuanto a cómo ayudarlos a encontrar sentido en esos capítulos.

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Invitar a compartir

Invite a los miembros de la clase a compartir con un compañero algo que aprendieron, algo que comprendieron mejor o algo que aplicaron a medida que leían el relato de Samuel el Lamanita en Helamán 13–16 durante esta semana. Después permita que algunos de ellos lo compartan con toda la clase.

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Enseñar la doctrina

Helamán 13

Los siervos del Señor hablan y actúan según las indicaciones de Dios.

  • El Señor pidió a Samuel el Lamanita que hiciera algo que pudo haber parecido bastante difícil: predicar a personas que anteriormente lo habían echado de su ciudad. La lectura de Helamán 13:2–5 podría recordar a los miembros de la clase cosas difíciles que el Señor les haya pedido que hagan. Pídales que compartan sus experiencias. ¿Cómo les ayudó el Señor? Por ejemplo, tal vez ellos podrían compartir experiencias en las que el Señor haya puesto algo en su corazón que Él deseaba que le dijeran a alguien (véase el versículo 4). ¿Qué bendiciones han visto cuando han seguido las indicaciones del Señor?

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    Presidente Russell M. Nelson

    El profeta nos guía hacia Jesucristo.

  • Aunque las advertencias de Samuel estaban dirigidas a los nefitas que endurecían su corazón, en Helamán 13 se encuentran lecciones para todos nosotros. Para ayudar a los miembros de la clase a encontrar un sentido personal en sus palabras, podría invitarlos a escudriñar Helamán 13 en busca de un mensaje que parezca ser relevante en nuestros días. (Si necesitan ayuda, podría escribir los siguientes versículos en la pizarra: 8, 21–22, 26–29, 31 y 38). Después, ellos podrían compartir lo que encuentren en grupos de dos personas, en grupos pequeños o con toda la clase. ¿Qué mensajes similares nos han dado lo profetas en la actualidad?

Helamán 14; 16:13–23

Las señales y los prodigios pueden fortalecer la fe de las personas que no endurecen el corazón.

  • En la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar se sugiere que busquemos las señales que el Señor nos ha dado “con objeto de que cre[amos] en su nombre” (Helamán 14:12). Tal vez los miembros de la clase podrían compartir lo que hayan descubierto al meditar en esta idea. Asegúrese de señalar que en nuestra vida las señales podrían ser menos dramáticas y más personales que las que predijo Samuel. ¿Qué otros propósitos de las señales se sugieren en Helamán 14:28–30? Los miembros de la clase también podrían compartir otras cosas que el Señor haya hecho con el fin de ayudarlos a cultivar la fe en Él.

  • La lectura de la forma en que las profecías de Samuel fueron cumplidas podría aumentar la fe de ellos en Jesucristo y en Su misión. Tal vez podrían utilizar Helamán 14 para hacer una tabla con una lista de las profecías del nacimiento y la muerte de Cristo en un lado y las referencias de las Escrituras donde se cumplieron esas profecías en el otro. Algunas de esas referencias de las Escrituras podrían incluir versículos como 3 Nefi 1:15–21 y 3 Nefi 8:5–25. ¿Por qué es importante que tengamos conocimiento de esas profecías y de su cumplimiento?

  • Los miembros de la clase podrían haber notado —en Helamán 16 y en otros lugares de las Escrituras— que ver señales y prodigios no necesariamente causa que uno crea en Cristo. Invítelos a dar algunos ejemplos de las Escrituras de personas que vieron señales y sin embargo no creyeron. Según Helamán 16:13–23, ¿por qué muchas personas de la época de Samuel el Lamanita no creían en las señales y las profecías? ¿De qué manera persuade Satanás a las personas a “confiar en su propia fuerza y… sabiduría” en la actualidad? (Helamán 16:15). ¿Qué aprendemos en ese relato que pueda ayudarnos a evitar cometer errores semejantes?

Helamán 15:3

El Señor disciplina a quienes ama.

  • Las palabras de Samuel contienen varias amonestaciones severas, pero en Helamán 15:3 se brinda una perspectiva única de la disciplina que procede del Señor. Una manera de ayudar a los miembros de la clase a comprender esa perspectiva consiste en que lean juntos ese versículo y en invitarlos a que compartan evidencias que vean del amor y de la misericordia de Dios en las profecías y las advertencias de Samuel. ¿De qué manera puede la disciplina del Señor ser una señal de Su amor?

  • Para ayudar a los miembros de la clase a comprender mejor el mensaje que se encuentra en Helamán 15:3, podría compartir los propósitos de la disciplina divina que enseñó el élder D. Todd Christofferson (véase “Recursos adicionales”). Divida la clase en tres grupos y pida a cada grupo que analice uno de esos tres propósitos (los pasajes de las Escrituras y los videos que se sugieren en “Recursos adicionales” podrían ayudar). Después cada grupo podría compartir con la clase cualquier perspectiva recibida durante el análisis que los ayude a comprender mejor que el Señor disciplina a quienes ama.

Helamán 16

El profeta nos guía hacia el Señor.

  • ¿Qué aprendemos en Helamán 16 de los que aceptaron las enseñanzas de Samuel? ¿Qué aprendemos de los que lo rechazaron? Podría ser de inspiración escuchar a los miembros de la clase compartir la forma en que obtuvieron su testimonio de la importancia de seguir a los profetas vivientes. También podrían compartir cómo utilizarían Helamán 16 o las palabras del élder Andersen que se encuentran en “Recursos adicionales” para explicarle a alguien por qué eligen seguir al profeta.

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Para animar a la clase a leer 3 Nefi 1–7 durante la próxima semana, podría decirles que muchas de las profecías que leyeron esta semana se cumplirán en esos capítulos.

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Recursos adicionales

El propósito de la disciplina divina.

El élder D. Todd Christofferson compartió tres propósitos de la disciplina divina (véase “Yo reprendo y disciplino a todos los que amo”, Liahona, mayo de 2011, págs. 97–100).

  1. “Persuadirnos al arrepentimiento”. Véanse Éter 2:14–15; Doctrina y Convenios 1:27; 93:41–50; 105:6.

  2. “Purificarnos y santificarnos”. Véanse Mosíah 23:21–22; Doctrina y Convenios 101:1–5; 136:31.

  3. “Reorientar nuestro rumbo en la vida hacia lo que Dios sabe que es un mejor camino”. Véase el relato sobre el presidente Hugh B. Brown y el grosellero en el discurso del élder Christofferson (págs. 98–99); “La voluntad de Dios” (video, ChurchofJesusChrist.org).

Nos regocijamos de tener un profeta.

El élder Neil L. Andersen enseñó:

“Un profeta no se interpone entre ustedes y el Salvador; más bien, permanece a su lado y señala el camino hacia el Salvador. La mayor responsabilidad y el mayor don de un profeta para nosotros es su testimonio firme, su conocimiento certero, de que Jesús es el Cristo. Como Pedro en la antigüedad, nuestro profeta declara: ‘[Él es] el Cristo, el Hijo del Dios viviente’ [Mateo 16:16; véase también Juan 6:69].

“En un día futuro, cuando reflexionemos sobre nuestra vida mortal anterior, nos regocijaremos de haber caminado por la tierra en la misma época que un profeta viviente. En aquel día, ruego que podamos decir:

Le escuchamos. Le creímos. Estudiamos sus palabras con paciencia y fe. Oramos por él. Le defendimos. Fuimos lo suficientemente humildes para seguirle. Le amamos” (“El profeta de Dios”, Liahona, mayo de 2018, pág. 27).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Conozca a las personas a las que enseña. No hay dos personas que sean exactamente iguales. Cada persona a quien enseña posee una trayectoria, una perspectiva y un conjunto de habilidades únicos. Ore para saber cómo hacer uso de esas diferencias para ayudar a los miembros de la clase a aprender. Conforme comprenda mejor a quienes enseña, podrá brindar momentos de enseñanza significativos y memorables (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 7).

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