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7 – 13 septiembre. 3 Nefi 1–7: “Alza la cabeza y sé de buen ánimo”


“7 – 13 septiembre. 3 Nefi 1–7: ‘Alza la cabeza y sé de buen ánimo’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Libro de Mormón 2020 (2020)

“7 – 13 septiembre. 3 Nefi 1–7”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2020

Los nefitas presencian el día sin noche

Un día, una noche y un día, por Jorge Cocco.

7 – 13 septiembre

3 Nefi 1–7

“Alza la cabeza y sé de buen ánimo”

El Espíritu Santo podría inspirarle a que se centre en principios específicos de 3 Nefi 1–7 durante la clase. Podrían ser justamente los principios que bendecirán a una persona que esté en necesidad.

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Invitar a compartir

Para ayudar a los miembros de la clase a compartir lo que estén aprendiendo en casa, pídales que escriban en notas de papel algunas verdades que hayan encontrado en 3 Nefi 1–7 y la referencia de las Escrituras de esas verdades. Ponga las notas de papel en un recipiente y saque varias de ellas para analizarlas como clase. A medida que los miembros de la clase participen, considere si hay ideas relacionadas en esta reseña que puedan profundizar el análisis y captar el interés de otros miembros de la clase.

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Enseñar la doctrina

3 Nefi 1–7

La conversión es un proceso que requiere un esfuerzo diligente.

  • En 3 Nefi 1–7 se describe a personas que se convirtieron a Jesucristo y Su evangelio, y a otras personas que no. Para ayudar a los miembros de la clase a determinar lo que marcó la diferencia entre esos grupos, podría hacer una tabla en la pizarra con los siguientes encabezados: Creencias y acciones que debilitan la conversión y Creencias y acciones que fortalecen la conversión. Divida las siguientes referencias de las Escrituras entre los miembros de la clase e invítelos a llenar la tabla con lo que encuentren (se ofrecen ejemplos de la primera referencia).

    ¿Cómo podemos mantener fuerte nuestra conversión a pesar de la oposición?

  • A la clase podría interesarle explorar cómo fortalecer a lo que en 3 Nefi 1:27–30 se le llama “la nueva generación”. Podría pedir a los miembros de la clase que busquen en esos versículos los motivos por los cuales los jóvenes nefitas y lamanitas no pudieron resistirse a la iniquidad que los rodeaba. Eso podría dar pie a un análisis sobre algunos de los desafíos que afrontan las nuevas generaciones y las mejores maneras de ayudarles a cultivar la fe en Cristo. Se dan algunas sugerencias en “Recursos adicionales”.

3 Nefi 1:4–21; 5:1–3

El Señor cumplirá todas Sus palabras.

  • La lectura de los relatos que se encuentran en 3 Nefi 1:4–21 y 5:1–3 podría fortalecer la fe de los miembros de la clase en las promesas del Señor. Tal vez los miembros de la clase podrían leer juntos 3 Nefi 1:4–7 y hacer una lista en la pizarra de cómo se sentirían si fueran los creyentes a quienes se describe en esos versículos. También podrían pensar en circunstancias similares que podríamos afrontar en la actualidad. ¿Qué aprendemos en 3 Nefi 1:8–21 y 5:1–3 en cuanto al Señor y Sus promesas? Para ampliar el análisis, podrían repasar un himno sobre confiar en Dios, tal como, “La fe” (Himnos, nro. 68). Los miembros de la clase podrían compartir experiencias de ocasiones en las que su fe y su confianza en Dios les hayan sido recompensadas, a pesar de la oposición.

3 Nefi 1:4–15; 5:12–26; 6:10–15; 7:15–26

Somos discípulos de Jesucristo.

  • Mormón declaró: “He aquí, soy discípulo de Jesucristo” (3 Nefi 5:13). Para explorar con la clase lo que significa ser un discípulo, podría invitar a los miembros de la clase a escudriñar 3 Nefi 1:4–15; 5:12–26; 6:10–15; y 7:15–26, en busca de las cualidades, las creencias y las acciones de los discípulos de Cristo. Considere conceder a los miembros de la clase algunos minutos para que mediten y escriban algo que puedan hacer a fin de llegar a ser un mejor discípulo de Jesucristo.

3 Nefi 2:11–12; 3:12–26; 5:24–26

Cuando los justos se congregan, el Señor puede fortalecerlos y protegerlos.

  • Parte de la razón por la que los nefitas pudieron vencer a los ladrones de Gadiantón fue que unieron sus fuerzas con los lamanitas que se habían convertido y siguieron la dirección inspirada de Laconeo de “que se juntasen” en Zarahemla (3 Nefi 3:22). ¿Qué lecciones podría haber aquí para los miembros de la clase? Podría pedirles que cuenten experiencias de ocasiones en las que hayan sido fortalecidos por personas rectas que los rodeaban. Podría invitarlos a repasar 3 Nefi 3:12–26, en busca de las razones por las que los nefitas se juntaron y las bendiciones que recibieron. ¿De qué forma sentimos esas mismas bendiciones cada vez que nos juntamos con nuestros familiares o en nuestros barrios o ramas? ¿Qué más aprendemos en cuanto a reunirnos en 3 Nefi 5:24–26?

  • La lectura de 3 Nefi 3 podría brindar la oportunidad de ayudar a los miembros de la clase a ver que somos más fuertes cuando nos reunimos en rectitud. Tal vez a usted se le ocurra una lección práctica que muestre la forma en que algo que sea débil se haga más fuerte al unirse con otras cosas. Invite a los miembros de la clase a imaginar que se les pide que convenzan a los nefitas de los beneficios de juntarse, tal como se describe en los versículos 12–26. Tal vez podrían trabajar en grupos para analizar la forma de hacer esto, según lo que hayan leído en esos versículos. Permítales que compartan sus ideas. Después, tal vez podrían analizar como clase preguntas como estas: ¿Qué retos afrontamos que podrían compararse con los ladrones de Gadiantón? ¿Cómo podemos hacer de nuestros hogares y barrios lugares de refugio?

3 Nefi 3:1–13

No debemos temer a Satanás.

  • La epístola escrita por Giddiani, el líder de los ladrones de Gadiantón, fue un intento de intimidar y engañar a los nefitas. Tal vez los miembros de la clase podrían repasar sus palabras que se encuentran en 3 Nefi 3:2–10 y compararlas con las maneras en que Satanás podría intentar engañarnos en la actualidad. ¿Qué aprendemos de la reacción de Laconeo, juez de los nefitas?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

A fin de inspirar a la clase a leer 3 Nefi 8–11 para la clase de la siguiente semana, podría decirles que 3 Nefi 11 contiene “el acontecimiento de mayor trascendencia” del Libro de Mormón: el ministerio personal de Jesucristo entre los nefitas (véase la introducción del Libro de Mormón).

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Recursos adicionales

Ayudar a fortalecer la fe de la nueva generación.

El élder Valeri V. Cordón de los Setenta sugirió tres maneras de ayudar a la nueva generación a permanecer fiel al Evangelio.

  1. “Ser más diligentes y atentos en el hogar… La enseñanza poderosa es extremadamente importante para preservar el Evangelio en nuestras familias, y requiere diligencia y esfuerzo. Se nos ha invitado muchas veces a adquirir la práctica del estudio personal y familiar diario de las Escrituras. Muchas familias que lo están haciendo son bendecidas cada día con mayor unidad y una relación más personal con el Salvador”.

  2. “Un fuerte modelo en el hogar… No basta con hablar a los hijos acerca de la importancia del matrimonio en el templo, el ayuno o santificar el día de reposo. Ellos deben ver que hacemos espacio en el calendario para ir al templo con tanta frecuencia como podamos. Necesitan ver nuestro compromiso con el ayuno regular y el santificar todo el día de reposo.

  3. “Las tradiciones… Nuestras familias necesitan evitar cualquier tradición que nos impida santificar el día de reposo o tener el estudio diario de las Escrituras y la oración diaria en el hogar. Necesitamos cerrar las puertas digitales de nuestros hogares a la pornografía y a toda otra mala influencia. Para combatir las tradiciones del mundo en nuestros días necesitamos valernos de las Escrituras y de la voz de los profetas modernos para enseñar a nuestros hijos acerca de su identidad divina, su propósito en la vida y la misión divina de Jesucristo” (“El idioma del Evangelio”, Liahona, mayo de 2017, págs. 56–57; cursiva agregada).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Incluya a los que estén pasando por dificultades. En ocasiones, esos miembros de la clase necesitan que se los incluya para sentir que se los ama. Considere pedirles que le ayuden con parte de una lección próxima o asegúrese de que tengan manera de transportarse a la Iglesia. No se dé por vencido si al principio no responden (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 8–9).