Doctrina y Convenios 2021
5 – 11 julio. Doctrina y Convenios 76: “Grande será su galardón y eterna será su gloria”


“5 – 11 julio. Doctrina y Convenios 76: ‘Grande será su galardón y eterna será su gloria’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Doctrina y Convenios 2021 (2020)

“5 – 11 julio. Doctrina y Convenios 76”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2021

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galaxia en el espacio

Refugio, por Shaelynn Abel

5 – 11 julio

Doctrina y Convenios 76

“Grande será su galardón y eterna será su gloria”

Al igual que muchas visiones que constan en las Escrituras, la visión de la sección 76 sucedió mientras José Smith y Sidney Rigdon “medit[aban] en” las Escrituras (versículo 19). Usted también puede recibir revelación —incluso guía sobre cómo enseñar— conforme medite sobre Doctrina y Convenios 76.

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Invitar a compartir

A fin de ayudar a los miembros de la clase a hablar acerca de lo que leyeron en Doctrina y Convenios 76, podría invitarlos a que imaginen que un amigo de otra religión nos pregunta qué creemos en cuanto a la vida después de la muerte. ¿Qué versículos de la sección 76 compartirían con su amigo? Los miembros de la clase también podrían compartir algo de “Voces de la Restauración: Testimonios de ‘La visión’” que les haya llamado la atención.

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Enseñar la doctrina

Doctrina y Convenios 76

La salvación viene mediante Jesucristo, el Hijo de Dios.

  • Muchas personas, cuando piensan en la sección 76, piensan en el Plan de Salvación y en los tres reinos de gloria. ¿Cómo puede ayudar a los miembros de la clase a ver que la figura central de esta revelación es el Salvador Jesucristo? Podría pedir a los de la clase que compartan algún versículo que hayan encontrado en la sección 76 que les haya fortalecido la fe en Jesucristo. Si necesitaran ayuda para ello, puede señalar versículos tales como 1–5, 20–24, 39–43, 69, 107–108.

  • Para ayudar a los integrantes de la clase a examinar las diferencias entre quienes heredan los tres reinos de gloria, escriba en la pizarra Celestial: versículos 50–70, 92–96; Terrestre: versículos 71–79, 97; y Telestial: versículos 81–90, 98–106, 109–112. Los miembros de la clase podrían escoger uno de los tres conjuntos de versículos, y buscar frases que describan la relación que hay entre Jesucristo y las personas que heredan el reino en cuestión. ¿Qué nos enseñan esas frases sobre el ser discípulos de Jesucristo? ¿Cómo podemos fortalecer nuestra relación con Él y con el Padre? ¿Cómo nos tienden la mano Ellos? ¿Qué significa ser “valientes en el testimonio de Jesús”? (versículo 79).

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    sala de una casa del siglo diecinueve

    José Smith recibió la visión de los grados de gloria en una sala semejante a esta.

Doctrina y Convenios 76:5–10, 113–118

Los misterios de Dios solo “se comprenden por el poder del Santo Espíritu”.

  • Quizá resulte interesante para la clase saber que no todos los miembros de la Iglesia aceptaron fácilmente la revelación de la sección 76. Por ejemplo, Brigham Young dijo: “Mis tradiciones eran tales que cuando escuché de la visión por primera vez, era tan directamente opuesta y tan en contra de mis estudios anteriores, que dije: ‘Un momento’; no la rechacé, pero tampoco la entendía”. Explicó que tuvo que “pensar y orar, leer y pensar, hasta que supe y comprendí plenamente por mí mismo” (en “La visión”, Revelaciones en contexto, pág. 150). ¿Qué aprendemos de su experiencia que pueda ayudarnos cuando Dios revele cosas que sean diferentes de nuestro entendimiento actual? ¿Qué nos enseñan Doctrina y Convenios 76:5–10, 113–118 acerca de cómo podemos recibir “los secretos de [la] voluntad” de Dios? (versículo 10).

Doctrina y Convenios 76:50–70, 92–95

Dios quiere que todos Sus hijos gocen de la gloria celestial con Él.

  • Para algunas personas, puede resultar desalentador o abrumador pensar en todo lo que se requiere de nosotros para ser merecedores del Reino Celestial. Piense en cómo puede ayudar a la clase a hallar esperanza “mediante Jesús, el mediador” (versículo 69). Por ejemplo, podría invitarlos a leer los versículos 50–70 y 92–95. Invítelos a explicar cómo podrían responder a alguien que diga: “Vivir el Evangelio en el mundo actual es tan difícil; no creo estoy seguro de que valga la pena”, o “No soy lo bastante bueno para el Reino Celestial”. ¿Qué podríamos decir para inspirar o alentar a esa persona?

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Céntrese en el Salvador y en Su doctrina. “Pregúntese constantemente: ‘¿De qué modo ayudará lo que estoy enseñando a los integrantes de la clase a edificar la fe en Cristo, a arrepentirse, a efectuar y guardar convenios con Dios, y a recibir el Espíritu Santo?’” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 20).

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